La Matanza, Buenos Aires (Agencia Paco Urondo) El martes 30 de septiembre, me tocó asistir con mis compañeros al cierre de la muestra “Walsh, la sublevación de la palabra” en las instalaciones de la Región Municipal Descentralizada Noroeste, Ramos Mejía. Allí se realizó una video-charla-debate "De la sublevación de la palabra a la mediocridad del discurso", donde expusieron Juan Cabandié (secretario de juventud del PJ), Andrés Larroque (director general de La Cámpora), Claudio Díaz (periodista ex Clarín), Pablo Llonto (Periodista de Derechos Humanos), José Cornejo (Director de la Agencia Paco Urondo), Martín Becerra (Docente universitario) y Alejandro Verano (Decano de la Universidad de La Plata).
Rodolfo Walsh se crío en una familia conservadora y pasó más de quince años para cambiar de su “mero” nacionalismo al marxismo. En 1973 comenzó a militar en Montoneros y junto con su amigo, Paco Urondo, fundaron el diario “Noticias”, más tarde crearía, ahora junto a su colega Jorge Masetti, la agencia “Prensa Latina”. “Había decidido que no sería nunca más un simple observador privilegiado del mundo, sino que quería formar parte activamente de él”.
Apenas entre al establecimiento me llamó la atención la presentación de grandes afiches con las palabras e imágenes del periodista recordado. Hacia la derecha, fragmentos de su Carta a la junta militar (la que terminó de sellar su suerte). Más adelante, una ilustración de su “Operación Masacre” y justo enfrente sus palabras dignificando la lucha y la muerte de su hija, asesinada por la dictadura.
Mientras recorría el lugar, me surgían, a veces hermosas a veces terribles, comparaciones. Sus palabras podrían ser tranquilamente apartadas de esas fechas que figuraban al pie derecho del afiche y cualquier boca de hoy podría volver a usarlas.
Entre las líneas de su Carta a la junta militar leo “Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.”
Si el terrorismo de Estado trató de lograr estos objetivos de la mano de las armas, descubro que por medio de la mentira planificada estos fueron buscados sistemáticamente en épocas de democracia neoliberal. Los partidos, así como los sindicatos, no fueron prohibidos sino totalmente desprestigiados, hasta llegar a ser una mala palabra; amordazaron a la prensa popular, simplemente dejándola sin espacio y el terror es hoy potenciado continuamente, para ver esto solo hace falta ver TN.
Luego leo “En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.” La miseria engendrada por los ´90 no fue solo monetaria, también fue ideológica y cultural. Esta planificación buscó la generación de un Pueblo que ya no luchara por lo que le correspondía y que simplemente, no molestara.
“Dictada por el Fondo Monetario Internacional, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales…” Si hoy algunos, como “el campo”, protestan, es porque ven cómo sus privilegios ancestrales se ven amenazados, privilegios que durante 2 siglos nadie se había animado a tocar.
Mientras seguía leyendo y ya terminando mi interesante, pero bastante desmoralizante recorrido, Walsh o el destino me estaban esperando con un regalo “El pueblo aprendió que estaba solo. . . El pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza”. El Pueblo sabe que solo se tiene a si mismo, sabe que puede, si quiere, torcer el destino en cualquier dirección. Lo que necesita es volver a tener conducción y entender porqué debe seguirla. Si todos estos años, tanto de dictadura como de democracia liberal, se busco la miseria ideológica y cultural, es porque saben que si el Pueblo se da cuenta de cuál debe ser la dirección de sus luchas nadie va a poder pararlo.
Para que esto se cumpla, para que ese Pueblo sediento de futuro entienda cual es la pelea que tiene que dar, las palabras, las ideas, como las de Rodolfo Walsh deben empezar a circular, por los grandes medios no será posible, pero existen muchos otros, que si son íntegramente utilizados pueden ser igual o más poderosos.
"Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información." (Agencia Paco Urondo)
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