SAN LUIS (Agencia Paco Urondo) Después de 24 años de gobierno ininterrumpido de los hermanos Rodríguez en la provincia de San Luis, hay que decir que, lejos de estar sufriendo los efectos de un desgaste que permitiera imaginar su inminente caída, están fortalecidos por nuevos avances en el manejo del poder.
En 2004 la oposición había logrado conformar una Multisectorial que canalizaba las protestas de muy diversos grupos sociales como la Iglesia Católica, los maestros, el gremio de los empleados municipales de la ciudad capital, los empleados de Vialidad Provincial (repartición estatal), los salineros (industria privada) y hasta los policías. Las movilizaciones y los conflictos se sucedían al mismo ritmo de las torpezas del gobierno, de tal forma que se llegó a pensar que la caída era un hecho. Pero el error de concepto fue precisamente ese: esperar que cayera el gobierno y no voltearlo.
El desgaste generalizado de la figura del gobernador era palpable. Se había enfrentado a los docentes, produciendo hechos gravísimos de represión en los que sólo por casualidad no hubo algún muerto. Se había enfrentado a la Iglesia Católica, cerrando todos lo hogares de niños y jóvenes que eran atendidos por curas o monjas. Había ordenado la prohibición de que los treinta integrantes de la Comisión Directiva del gremio de Vialidad Provincial pudieran entrar a trabajar. Sostenía el funcionamiento de una Intendenta y su respectivo Concejo Deliberante, paralelos a las legítimas autoridades de la ciudad Capital. Y así, cada situación de conflicto contribuía a ampliar las otras. Y cada nuevo sector atacado, se sumaba a la multisectorial.
El crecimiento del descontento y la profundización de algunos de los conflictos fueron la causa de masivas reuniones o asambleas en las que se organizaron importantes medidas de protesta que tuvieron amplísimo consenso social, aunque fundamentalmente de la clase media. Por ejemplo cuando se movilizaron más de treinta mil personas con la presencia de Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel y algunos Diputados Nacionales.
El gobierno, con el otorgamiento masivo de planes de asistencia mantuvo de todas maneras el apoyo y la adhesión a sus políticas de los sectores sociales más pobres, provocando por ello una división en la comunidad sanluiseña.
El error cometido por los opositores que se menciona más arriba es haber creído que el descontento alcanzaba para sentarse a esperar que el gobierno cayera como un fruto maduro. No se comprendió que cuando un grupo se entroniza en el poder de la manera en que lo hacen ciertos señores feudales, no es suficiente con su desprestigio para removerlos. Hace falta además producir una propuesta alternativa que encauce los disgustos y las críticas hacia una nueva expectativa superadora. Voltearlo literalmente es una posibilidad eventual que sólo conviene estimular cuando tiene el apoyo generalizado de toda la sociedad. Pero voltearlo significa también construir la herramienta política que permita a la población visualizar que el recambio será superador y progresista.
Al llegar el año 2005 en el que se realizaban elecciones legislativas, la dirigencia de la Multisectorial de San Luis se negó a dar este último paso. Se quedó en la protesta y prefirió liberar a cada uno de los grupos participantes para que, por su lado, elaborara su propuesta electoral. Las mezquindades y pretensiones de los dirigentes de cada sector, ensoberbecidos por la efervescencia social que creían poder conducir, produjo la disgregación en una infinidad de listas y el feudo se devoró las expectativas, renaciendo de sus propias cenizas.
Mediante algunas pocas concesiones recuperó progresivamente su espacio de maniobra política y con propuestas simples ganó las elecciones con números cada vez más abrumadores.
El último reducto fuerte era la municipalidad de la ciudad capital, en poder de los opositores. Lamentablemente, otra vez primaron las desinteligencias, las avaricias y los intereses personales. Los dirigentes de mayor responsabilidad: el Intendente, Alfonso Vergés y el presidente del Concejo Deliberante, Francisco Rosales, se encargaron de producir hechos que favorecieron nuevos alejamientos y divisiones. La más importante fue la ruptura con el senador Daniel Pérsico, que era quien podía encolumnar a la mayor cantidad de sectores opositores en una candidatura que tendría alguna posibilidad de disputar la gobernación.
Nuevamente apareció el carro delante de los caballos y el pueblo sancionó duramente las actitudes de estos dirigentes. El intendente, candidateado para su reelección, a pesar del apoyo que recibió del gobierno nacional, dilapidó su posibilidad y perdió las elecciones. Y el senador, alertado sobre su segura derrota electoral, renunció a la candidatura a gobernador.
Una vez más la urgencia, la peor de las consejeras para la construcción de una propuesta alternativa, se alzó con las ilusiones de quienes están hartos del gobierno de los Rodríguez. Se subestimaron, como otras veces, los costos que producen los errores. Hubo negación a construir una unidad con coherencia y consistencia. Otra vez se creyó que con sólo acertar en un discurso aparecería mágicamente un nuevo liderazgo.
En este contexto, la Agrupación Gilberto Sosa, expresión genuina del peronismo revolucionario, creció cualitativa y cuantitativamente. La línea política de la AGS y la consecuencia de sus militantes le permitió ganar un prestigio que nadie tenía. Sin embargo, los celos y los egoísmos de quienes disponían del aparato legal adecuado para la conformación de una buena propuesta electoral, impidieron conformar las mejores alianzas y eso desnaturalizó los resultados finales. A pesar de todo se logró mantener una razonable perfomance como para constituir un sector político respetable y de prometedor futuro.
Posteriormente la AGS conformó, con otros dirigentes y militantes de la ciudad capital y del interior sanluiseño, el Movimiento Evita en San Luis, logrando tener parte en las discusiones de la conformación del frente opositor, junto a la candidatura del senador Daniel Pérsico. Este nivel de organización se tradujo luego en la conformación del Partido Nuevo, lo que permitió sostener la candidatura a senador provincial de Daniel Sosa, sin necesidad de sellos prestados. La obtención de más de cinco mil votos absolutamente auténticos, en un escenario de total polarización entre la candidata del gobierno provincial y el candidato a la reelección, deja un saldo nada despreciable para seguir trabajando en la construcción de una fuerza política que se irá insertando en la sociedad con un perfil propio intransferible.
Como se entenderá, la situación de los sectores opositores en San Luis es catastrófica. La mancha que tiñe con desprestigio y derrota, lamentablemente salpica a todos, incluido el Partido Nuevo y su dirigencia que, en más de una ocasión, se ve en la necesidad de cargar con los errores de “la oposición”.
De todas maneras, a pesar de lo expresado, la gestión legislativa y política de Daniel Sosa desde su banca de Concejal, deja un interesante saldo positivo a la fuerza que lidera y ello permite mantener las expectativas que se necesitan para continuar en la lucha. Es obvio que lo mismo, cualquier posibilidad de triunfo tendrá que ver con las conductas de los distintos sectores de la oposición.
Sólo cuando se trabaje con seriedad y honestidad en la construcción de una alternativa creíble y que logre entusiasmar a la población, retirando de escena a la dirigencia desgastada y promoviendo a nuevos líderes, se tendrá la herramienta que finalmente logre sacar a los hermanos Rodríguez. Ellos no se van a caer, hay que voltearlos..
En lo referido a la eleccion del pasado 28 de octubre debemos informar que la compañera CRISTINA fue tercera,fruto de las desavenecias y el sectarismo de quienes tienen el sello del frente para la victoria,y de la falta de politicas de unidad del KIRCHNERISMO.
En la provincia de San Luis desde el Movimiento Evita se consiguió crecer en el ámbito gremial obteniendo la secretaria adjunta del gremio A.S.D.E (asociación de docentes del estado) en la persona del compañero Alberto Soria.
En el gremio que agrupa a los judiciales se obtuvo la tesorería en la figura de la compañera Lidia Ávila.
En la U.O.M: como delegado de una fábrica de 250 compañeros, esta el compañero Marcelo Panelo (quien estuvo detenido durante 8 días por organizar una huelga ante los despidos arbitrarios de la patronal).
En lo institucional informamos que desde del Movimiento Evita participamos junto a otros sectores en la denuncia que se realizara por las actividades fraudulentas en lo electoral por parte del gobierno de San Luis.
En lo barrial se obtuvieron varios cargos dentro de las vecinales y los consejos vecinales de la ciudad capital.
Varios clubes de bario están trabajando con compañeros del espacio y en especial el compañero Rubén Quevedo que es miembro del denominado club FERRO, este club nuclea a ex ferroviarios y se juega a las bochas, siendo uno de los más antiguos de la ciudad.
SAN LUIS, 22 de noviembre de 2007. (Agencia Paco Urondo)
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