Florencio Varela, Buenos Aires (Agencia Paco Urondo, realizado el 13 de agosto de 2009) Desde hace ya más de 20 años, el Grupo Nacional de Curas en la Opción por los pobres nos reunimos en nuestro encuentro anual. Convencidos que Dios nos invita a decir una palabra, quisiéramos decirla para acompañar a nuestros hermanos y hermanas en estos momentos que nos tocan vivir como nación.
Creemos que estamos en momentos de serias dificultades, pero a su vez, momentos de esperanza, momentos de desafío como pueblo.
Vemos que hay fuerzas muy poderosas que quieren frenar todo camino que ayude y aliente espacios de vida y de justicia: fuerzas que se desentienden totalmente de la realidad de los pobres, aunque los utilicen para sus propios fines; fuerzas que sólo buscan enriquecerse, aunque empobrezcan más y más la tierra, las aguas y los hermanos; fuerzas que no temen manipular la opinión pública y si fuera necesario acompañar todo proceso destituyente mirando sólo sus propios intereses y no el bien común; fuerzas sólo preocupadas por el incremento ilimitado de su patrimonio sin una genuina preocupación por una justa distribución de la renta, la tierra y la vida digna. Pero vemos también espacios de vida y esperanza que nacen particularmente de los pobres, de su fe, de su resistencia y su amor a la vida. Entre unas y otras queremos destacar particularmente:
- vemos palabras y actitudes antidemocráticas y sumamente peligrosas para nuestro futuro en dirigentes sociales, políticos, sindicales y eclesiásticos de nuestro país y del extranjero;
- vemos con alarma – también en nuestro país y el extranjero- un aumento del poder y la influencia de los medios de comunicación, capaces de instalar candidatos y temas, y a su vez de voltearlos sin preocuparse en nada por el bien de la patria y la vida de los pobres;
- vemos un peligroso recrudecimiento de tensiones ideológicas, que nos recuerdan los peores momentos de nuestra historia, y del mundo;
- vemos una crisis peligrosa de legitimidad en todos los ámbitos de lucha y participación ciudadana, especialmente el ámbito político, que desalienta o banaliza los espacios de transformación de la sociedad, alentado por el descrédito de la política y los políticos, la sensación y convencimiento generalizado de corrupción y enriquecimiento ilícito, y la imagen frecuentemente alentada desde los medios de que no se puede cambiar la sociedad “tal como está”.
Como elementos peligrosos para nuestro presente, de un modo particular, hemos notado:
- un reforzamiento político de los sujetos de poder absolutamente indiferentes a la vida y muerte de los pobres, sean personajes de la llamada “Mesa de enlace”, de agrupaciones empresarias –sean la Unión Industrial o la autodenominada Asociación cristiana de Dirigentes de Empresa, o sectores de la política, muchos de ellos triunfantes en las recientes elecciones;
- la preocupante crisis económica internacional de la que no se ve, al menos por ahora, una salida segura, especialmente por los nocivos efectos que produce entre los pobres, y de la que nos resulta incomprensible que se rescate a bancos, causantes una vez más de la crisis, y no a las víctimas, que la padecen, del propio país o del extranjero;
- algunos preocupantes indicios internacionales que nos urgen a permanecer alerta, también por las habituales repercusiones futuras en nuestro país, como las revueltas en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; las matanzas de indígenas en Perú; y particularmente las nuevas bases militares de los EEUU en Colombia y el golpe de estado en Honduras (sin ignorar, en esto, la pobre reacción de sectores de altas jerarquías eclesiásticas de algunos de estos países):
- una constante utilización de los pobres para aprovecharse de ellos, para crear clima de descontento, provocar sensación de malestar sin estar realmente preocupados por la situación concreta, de los pobres concretos; sin atacar o denunciar las verdaderas causas de la pobreza -el sistema capitalista del que no terminamos de desprendernos-, sino aprovechar su situación en favor del propio proyecto personal o corporativo;
Una capacidad grave y preocupante de los MCS –particularmente de los grandes oligopolios multimediáticos- de instalar agendas, imponer temas a la sociedad, o personajes como salvadores o adversarios del presente y el futuro, siendo que en muchísimos casos no parecen responder a una sincera pasión por la verdad sino a intereses políticos o económicos que nunca se han caracterizado por defender a los pobres y sus proyectos…
Una dolorosa incapacidad de ciertos sectores de la jerarquía eclesiástica, que proponen modelos eclesiales de siglos pasados y parecen incentivar cazas de brujas y no modelos capaces de dar la vida por su pueblo, la liberación y el florecimiento del reino de Dios.
Pero vemos también señales de esperanza que nos alientan:
- para empezar, señales de vida que percibimos y celebramos en medio de la misma gente a la que acompañamos y de la que aprendemos a diario;
- una serie de caminos y proyectos que nos invitan a recordar que “otro mundo es posible” y presentan pequeños o grandes signos de resistencia y vida como vemos en comunidades, pueblos o en algunos dirigentes sociales y gobiernos de países hermanos;
- el camino de nuevas organizaciones, de participación ciudadana, redes sociales particularmente entre los pobres, y el fortalecimiento de la sociedad civil;
- como signo fuerte de todo esto, no podemos menos que mirar con admiración y gratitud la capacidad de nuestros hermanos indígenas en su amor, respeto y cuidado a la madre tierra y su capacidad de encuentro con los demás para luchar juntos por una tierra sin males. Capacidad que, sin dudas, queremos aprender y acompañar en nuestras vidas y comunidades.
Somos curas que queremos caminar en medio de nuestro pueblo, acompañando los dolores y las celebraciones. Y sabemos que muchas veces no hemos sabido serlo. Hay entre nosotros anti-testimonio, que a nosotros nos duele y a ustedes los lleva al descrédito y la desesperanza; hay miembros de nuestra comunidad eclesial que niegan sus raíces, que se manifiestan cercanos al poder y lejanos de los dolores y opresiones, o incluso desconectados gravemente de la realidad, o silenciosos ante palabras claras que se nos reclaman. Por eso queremos renovar cada día nuestra opción y compromiso de ser fieles al evangelio de Jesús, el que anuncia buenas noticias a los pobres, a la Iglesia que el gran profeta Juan XXIII llamó “Iglesia de los pobres” y al pueblo del que somos parte y al que queremos servir con nuestras limitaciones pero con nuestra pasión por la justicia y la vida.
Contamos con todos estos signos de vida y del reino de Dios, y con ustedes para buscar juntos que florezca la vida que Dios sigue sembrando entre nosotros. (Agencia Paco Urondo)
lunes, 17 de agosto de 2009
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Esto da esperanzas. Ante una Iglesia abatida por el capitalismo, arrodillada ante ese dios, se alzan voces que hacen pensar en todos los cambios posibles y necesarios. Uno de ellos es el de las instituciones religiosas, todas ellas, para ponerse del lado de sus pueblos.
ResponderEliminarCarlos Barragan
Gracias cumpa por el apoyo!
ResponderEliminarLA ÚNICA VERDAD ES LA REALIDAD: En democracia y para eliminar la pobreza, la mayoría del pueblo argentino exige que el gobierno nacional proceda como durante el gobierno de Perón y Evita (1946 – 1955) cuando existió la efectiva distribución del ingreso, mediante la cual se brindó a cada familia los recursos necesarios para su funcionamiento eficiente, su adecuado mantenimiento y su evolución y desarrollo, a través de un ingreso (mínimo vital y móvil), que además de retribuir el trabajo creativo y útil de cada familia, se otorgaba por su valor intrínseco, dado el mayor “orden” y la creciente excelencia con que cada componente familiar contribuía al bien común de la nación, por el solo hecho de su existencia. Dijo SS Benedicto XVI: “La Caridad en la Verdad...es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad...defender la verdad, proponerla con humildad y convicción y testimoniarla en la vida son formas exigentes e insustituibles de caridad”
ResponderEliminarJorge Marcelo Ferro. jmarceloferro@yahoo.com.ar
LA ACCIÓN DE GOBIERNO Y EL BIEN COMÚN: Dijo Perón: “Las delicadísimas cuestiones de carácter social y económico no deben dejarse a merced de múltiples dispares y contradictorias determinaciones aisladas. Ha de ser el Estado quien, en aras de un interés superior, que es el de todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional, las coordine y ejerza la inalienable función constitucional de promover por todos los medios el bienestar general”. Se sabe que el BIEN COMÚN es lo que adquieren las partes, solamente cuando se unen y forman un todo único de mayor orden. Así, el bien común de las células de un ser vivo es el que adquieren todas ellas, solamente cuando funcionan unidas. Y el bien común de los ciudadanos de una nación, es el que éstos adquieren solamente cuando actúan unidos en función de la nación toda. De ahí que mientras rija el modelo socio económico liberal, en el que se privilegia la libertad individual sobre la justicia y el bien común, éste será inalcanzable.
ResponderEliminarJorge Marcelo Ferro. jmarceloferro@yahoo.com.ar
PROPUESTA PARA ELIMINAR LA POBREZA: El bien común se logrará en Argentina mediante el accionar de "sociedades de economía mixta" (SEM), (como se inició Aerolíneas Argentinas)… Hoy Cristina formará una SEM con la AFA, y pronto se hará en todos los municipios, para que en todos ellos se realicen las obras y servicios necesarios. Así se alcanzará un desarrollo y evolución social permanente, los índices de desempleo disminuirán drásticamente y además se evitará el éxodo de los jóvenes hacia las grandes urbes, pues sólo con la utilización plena de los recursos humanos locales se podrá promover actividades productivas comerciales y satisfacer además las necesidades de orden colectivo. NOTA: En Argentina existe una norma legal, el decreto ley 15349/46 ratificado por ley 12962 que habilita a constituir sociedades de economía mixta entre el estado nacional, los estados provinciales, las municipalidades y las entidades autárquicas por una parte, y los capitales privados por la otra.
ResponderEliminarJorge Marcelo Ferro. jmarceloferro@yahoo.com.ar
SOBRE LA ARGENTINA Y SU PUEBLO, SE CIERNE LA AMENAZA MÁS NEFASTA, ACIAGA, FATÍDICA, LÚGUBRE, QUE ES EL INTENTO DE LOS USUREROS DE RETOMAR EL CONTROL DE LA ECONOMÍA ARGENTINA: Así, mientras en todo el mundo al fin se entiende que la usura (el préstamo oneroso de dinero) fue la causa de la crisis global del modelo capitalista liberal de fines de 2008, y es la lacra que corroe y prostituye todo lo que el hombre haga por su cuenta y orden, (tanto es así; que Obama impuso la tasa de la FED en borde cero 0,25%, el banco de Inglaterra la llevó al 0,5%, el Banco Central Europeo al 1%, y hasta Chile la llevó a borde cero 0,75%). En Argentina se pretende continuar con el festival de la usura y la timba financiera… RECLAMO ENÉRGICAMENTE Y EXIJO QUE EN ARGENTINA SE PROCEDA COMO EN LOS PAÍSES CENTRALES: SE OTORGUE CRÉDITOS EN PESOS CON TASA BORDE CERO A TODOS LOS ARGENTINOS, Y EL EJECUTIVO NACIONAL PROMUEVA LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA EN TODAS LAS ÁREAS Y BAJO TODAS LAS FORMAS LEGALES DE SU COMPETENCIA.
ResponderEliminarJorge Marcelo Ferro. jmarceloferro@yahoo.com.ar