Neuquén aprobó anoche la expropiación de la fábrica Zanon

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado por La Cantora) Llegó el día nomás. La Legislatura de la Provincia del Neuquén aprobó anoche la expropiación de la fábrica Zanon. La sesión legislativa se realizó en el marco de una gran concentración y movilización que recorrió 20 cuadras, y a propósito de la cual se realizó un paro provincial de estatales que afectó, durante 24 horas, a los sectores de la salud, educación y bancarios. Se cerró un proceso de lucha que comenzó hace más de ocho años, cuando 271 obreros decidieron tomar la fábrica que pretendía cerrar el empresario italiano Luigi Zanon y la hicieron producir “bajo gestión obrera”.

Zanon cerró sus puertas en Octubre 2001, al compás de la crisis económica y social que sacudió al país. Tras despedir a los 380 empleados, los obreros resistieron instalados en carpas fuera de la fábrica.

Para Marzo de 2002, los trabajadores reactivaron la fábrica bajo gestión obrera. Si bien sufrirían varios intentos de desalojo, en Junio de 2003 se presentó en la Legislatura neuquina el proyecto de Ley de Expropiación Bajo Control y Gestión Obrera, acompañado por 50 mil firmas. Meses después –ya entrado el 2004-, se produce otro hito significativo en este proceso de lucha: nació la Cooperativa de Trabajo FaSinPat (Fábrica Sin Patrones) y en Noviembre del mismo año, se instaló una carpa de Zanon frente al Congreso Nacional, en Buenos Aires.

En el año 2005, la Justicia Federal determina la quiebra de Zanon y provisoriamente, se autoriza a la Cooperativa Fasinpat a administrar la fábrica. Tanto la lucha, la producción y las chicanas legislativas continuaron, hasta que en Octubre de 2008, venció el plazo el plazo de administración de la fábrica por parte de la cooperativa Fasinpat.

Llegado el 2009, y a pesar de las amenazas y rumores de desalojos constantes, el gobierno provincial de Sapag presentó un proyecto de expropiación, que ayer se trató en la Legislatura de esa provincia. Hoy, FasinPat cuenta con 470 obreros y obreras ceramistas, que tomaron posesión legal de la fábrica, y exportan cerámicas a 25 países.

La Expropiación

Larga fue la polémica en la sociedad neuquina. Los trabajadores lograron que la expropiación fuera abordada por el Ejecutivo local, y cedió los bienes ceder los muebles e inmuebles a la Cooperativa FaSinPat.

Sin embargo, como hemos dicho, durante 2003 los trabajadores presentaron un proyecto donde se proponía la expropiación sin pago a los acreedores. El texto gubernamental en cambio, garantiza la cancelación del 10% de la deuda que alcanzaba a la fecha del decreto de quiebra el 3 de agosto de 2005; es decir, los 200 millones de pesos, solo considerando a los acreedores privilegiados. Por tanto, el Estado neuquino se compromete a abonar 23 millones de pesos, a distribuir entre la Corporación Financiera Internacional que posee deuda sobre el inmueble y es parte del Banco Mundial; a Sacmi, una empresa italiana que proveía de maquinarias, y al Estado mediante el Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (IADEP).

Es aquí donde los trabajadores manifiestan el contrapunto con la decisión de la Legislatura. Omar Villablanca, obrero de Zanon e integrante de la comisión Directiva del Sindicato Ceramista, señaló “está probado por la justicia que lo de Zanon fue un vaciamiento y los acreedores eran parte de la quiebra fraudulenta porque le daban créditos al dueño que no iban a inversión de la fábrica. Si hay algo para pagar, que lo pague Luis Zanón, que está procesado por evasión fiscal”.

El proyecto aprobado, garantiza la autonomía de las asambleas y no induce alos trabajadores a asumir compromisos que atenten contra la gestión obrera Sin embargo, dos son los puntos centrales que no están contemplados. Por un lado se limita a expropiar la fábrica y cederla a la cooperativa FASINPAT pero no incluye el concepto de la estatización. Por el otro, la expropiación sólo contempla el pago a los acreedores privilegiados.

La lucha de los trabajadores se caracterizó todos estos años, en pugnar por la expropiación y estatización definitiva. Es decir, que la planta quede en propiedad del Estado, administrada no por un interventor estatal, sino que continúe como hasta ahora administrada por los propios trabajadores con las decisiones centrales tomadas en asamblea. El proyecto de los trabajadores aspira a convertir a FASINPAT en una fábrica estatal cuya producción se destine a planes de obra pública de viviendas, escuelas y hospitales.

Dificultades y Enseñanzas

No pocas fueron las dificultades durante el debate legislativo. Por ejemplo, el titular de la CGT neuquina, el mercantil Sergio Rodríguez y el dirigente empresarial Edgardo Phielipp –a quien los trabajadores ceramistas denucian por haber sido decano de la Facultad de Economía en la Universidad Nacional del Comahue durante la dictadura de Videla- solicitaron a los diputados provinciales que no otorguen la expropiación de Zanón “porque eso sería darle la razón a los que hablan de la lucha de clases”, generando lo que para ellos es un “peligroso antecedente para el futuro”.

Otros puntos de vista fuero más “democráticos”. Durante la sesión algunos diputados pretendieron exigirles a los trabajadores que “garanticen la paz social”. Dura fue la respuesta de los obreros: “la paz social la quiebran los empresarios y los gobiernos cuando echan a cientos de obreros como perros a la calle”. “Ellos, los capitalistas, todo el tiempo nos declaran la guerra con los tarifazos, con las privatizaciones y con los despidos. Ante eso, lo que hacemos los trabajadores es defendernos y nosotros asumimos el compromiso de seguir defendiéndonos, en la calle, como tiene que ser.”

¿Por qué FASINPAT es un ejemplo en el mundo? Porque nos enseña que los trabajadores pueden enfrentar los despidos y que pueden asumir el programa de producción de toda fábrica que cierre y despida obreros en masa. Que las fábricas de gestión obrera, son rentables. Al eliminar los gastos gerenciales y empresariales, el proceso productivo baja sus costos, haciendo que el volumen y la calidad de los productos aumenten y los salarios (retornos cooperativos) sean dignos.

Pero FASINPAT demuestra positivamente, que los trabajadores pueden poner la producción al servicio de las necesidades del pueblo, más allá de los caprichos y a espaldas de los caprichos del mercado, las crisis y las patronales. Salud Compañeros!

Fuentes: Agencia ADN – Diario Río Negro – Página/12 – Crítica Digital – Rebelión (Agencia Paco Urondo)