sábado, 13 de diciembre de 2008

Salliqueló: Dilema por el Monumento a la Libertad, por Adriana Barboza

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Salliqueló, Buenos Aires (Agencia Paco Urondo) El 16 de septiembre de 1955, la llamada “Revolución Libertadora”, derroca a Juan Domingo Perón. Colocando en el poder al Gral. Eduardo Leonardi, hasta noviembre, momento en el que asume el Gral. Pedro E. Aramburu.

Como todos los gobiernos de factos, la Revolución Libertadora se escudó en el falso discurso de “venimos a recuperar la democracia y la libertad”, ya que consideraban al gobierno peronista como una dictadura totalitaria. Pero como cada golpe militar, solo contribuyó a destruir toda posibilidad de democracia creíble.

El 16 de septiembre de 1956, se levantó en Salliqueló, Provincia de Buenos Aires, el Monumento a la Libertad en homenaje a ese golpe. Ubicado desde entonces, en la plaza principal, entre las calles 25 de Mayo y Pellegrini.

Esta obra fue posible gracias a la creación de la Comisión de Homenaje a la Libertad, cuyos integrantes eran: Ramón San Martín: presidente, Dr. Juan José Moreda: vice- presidente, Miguel J. Lettleri, Angel Paradi Piccioní: secretarios y Juan Mendia: tesorero. La comisión recaudo $47.233. Suma obtenida por donaciones de particulares, empresarios, la Iglesia y militares. Este dinero no solo fue utilizado para la construcción del monumento, sino también para los costos de la inauguración, que incluía: almuerzo-cena-conferencia-concierto-misa y bendición. Celebración que duró dos días (15 y 16 de septiembre).

El dilema esta en la importancia que tiene este monumento para la Nación. Para el Pueblo argentino: ¿es importante?, ¿es representativo?, ¿es merecedora de un monumento, la Revolución Libertadora?

No caben dudas que este monumento forma parte de un proceso histórico y que representa a un hecho real que debemos conocer, entender y aprender. Pero no caben dudas que a su vez representa un engaño. Fue proclamado por la Comisión de Homenaje como “el primer monumento en el país a la libertad recuperada”. En realidad es todo lo contrario, representa un golpe de Estado, nada más y nada menos que un atentado a la democracia y a la libertad.

Otra mentira es creer que “el Pueblo argentino se mostró generoso y agradecido” por el mismo, ya que sólo una porción de la sociedad se mostró gustosa de la obra (clase alta; Iglesia; militares y la oligarquía terrateniente). No por casualidad, sector que generó el golpe.

En octubre de 2005, el bloque Justicialista del Consejo Deliberante de Salliqueló, presentó un proyecto que proponía un acto de desagravio y el retiro de las placas para ser reemplazadas por otras. Argumentaron que el monumento “tiene un sentido de ataque a la democracia” y “reemplazarle las placas cambiaría el sentido”.

¿Es correcto este proyecto?, ¿deberían ser modificadas las placas? La respuesta queda a criterio de la subjetividad de cada uno. Lo cierto, es que hoy, el bronce, con su respectivo monumento, continúa ahí. Tal vez no incitando a interrumpir la democracia, pero si aludiendo a faltar a la verdad.

O puede que tan sólo hoy, estén ahí para recordar. Y cada vez que las miremos con atención nos sintamos más decididos a sostener la democracia como forma de vida. Agencia Paco Urondo)
(Agencia Paco Urondo)