lunes, 22 de marzo de 2010

Alak destacó que "no hay que criminalizar la protesta social"


Capital Federal (Agencia Paco Urondo, prensa.medios.gov.ar) El ministro de Justicia, Julio Alak, consideró que "hay que consolidar la política de no criminalizar la protesta social, hasta alcanzar un pensamiento que no dé lugar a ideas represivas", y remarcó que las protestas son causadas por motivos socio-económicos con los que hay que terminar. El ministro de Justicia, Julio Alak, explicó que “en Argentina hay que consolidar la política de no criminalizar la protesta social, hasta alcanzar un pensamiento que no dé lugar a ideas represivas”.

El titular de la cartera realizó esas declaraciones en la presentación del libro “La intervención estatal en la protesta social”. Al cerrar la actividad, Alak reconoció que “las manifestaciones populares son importantes en nuestro país” y pronosticó que seguirán ocurriendo hasta que “concluya el proceso de legitimación social de los representantes y acabemos definitivamente con las causas socioeconómicas que les dan origen”. En ese marco, el funcionario recordó que “Argentina tuvo movilizaciones trágicas” y subrayó que el ex presidente Néstor Kirchner y la actual mandataria, Cristina Fernández, “fueron víctimas de procesos represivos, de modo que nadie mejor que ellos puede sostener la importancia de no criminalizar las protestas sociales”. En ese sentido, Alak recordó que “desde 2003 venimos fortaleciendo a los organismos de derechos humanos” y que “este gobierno tiene una decisión clara a favor de no criminalizar las expresiones populares”.

En el acto estuvo también el Premio Nobel de la Paz y titular del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel, quien apeló a la “construcción de espacios democráticos con diálogo y entendimiento”. El dirigente destacó la necesidad de “ver y mirar, oír y escuchar, y saber que todos somos ciudadanos de este país y que la construcción democrática y los derechos humanos son elementos indivisibles”. En ese mismo sentido, el obispo metodista Aldo Echegoyen, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), dijo que “la protesta social es un derecho” y, luego de reconocer que “a veces esas luchas tienen costos humanos”, reclamó que tenemos que “aprender a convivir en un sistema de conflictos y tensiones”.

De la presentación del libro, que tuvo lugar en el salón auditorio del ministerio de Justicia, y participó también el embajador de Holanda, Henk Soeters, quien recordó la muerte del maestro neuquino Carlos Fuentealba durante una movilización docente realizada en esa provincia en abril de 2007. Soeters subrayó que “la justicia, la igualdad y el respeto son las bases de la civilización y para alcanzarla es importante la sinergia entre las organizaciones no gubernamentales y el Estado”. El libro es el resultado del trabajo de observación que conforma el Capítulo Argentino de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Desarrollo y Democracia (Pidhdd), elaborado con la cooperación del gobierno holandés, la APDH, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Serpaj. (Agencia Paco Urondo)

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