Que el consabido árbol, no nos tape el paisaje, por Jorge Tribó

Mar del Plata (Agencia Paco Urondo)

Pienso incursionar por un terreno cenagoso, sabiendo de antemano que cualquier paso en falso puede ocasionar un gran daño, esta es la razón, por la que para explicar mi inquietud, deberé dar un rodeo en el tiempo y el espacio

Nicaragua

En el año 1990, producto del total aislamiento político, del desgaste provocado por la guerra del imperio contra la Nicaragua y el desplome del campo socialista, principal aliado de la revolución, el Frente Sandinista pierde las elecciones ante la Union Nacional Opositora representada por Violeta Barrios de Chamorro y apoyada por la Embajada Americana, iniciándose así, la larga noche neoliberal que desmonta muchas de las conquistas logradas por la revolución sandinista.

El FSLN, pierde consecutivamente 3 elecciones y es en este marco que en 1995, un conjunto de ex combatientes Sandinistas (Dora Maria Tellez, Monica Baltodano, Victor Tirado, Henry Ruiz) y de intelectuales (el padre Ernesto Cardenal, Sergio Ramirez, Victor Hugo Tinoco, etc.) crean el Frente Renovador Sandinista, con la idea de superar el “dogmatismo” del FSLN.

Si somos honestos, el origen de la ruptura implica un giro de este sector hacia el reformismo y la social democracia, esa era la esencia del giro “renovador” liderado por escritor Sergio Ramírez.

Por otra parte, es necesario recordar, que al perder por primera vez las elecciones, la dirigencia del Frente Sandinista, antes de entregar el poder, decreta una serie de “privatizaciones” (entrega de gran cantidad de tierras a miles de cooperativas de campesinos y a pequeños productores) y crea de un poderoso grupo económico sandinista, poseedor de medios de comunicación y empresas que, visto a la distancia fue un acierto estratégico, ya que le permitió al FSLN sobrevivir y permanecer posicionado políticamente y por lo tanto, poder luchar dentro de las reglas del juego de la democracia neoliberal sin morir en el intento.

Lo contrario, hubiera sido que todos los bienes del estado hubieran pasado a manos del neoliberalismo y hoy, estos estarían seguramente en manos extranjeras y el Frente Sandinista, borrado del mapa político nicaragüense.

Esta estrategia fue muy bien manipulada por la derecha nicaragüense para desplegar una campaña de “acción sicológica”, acusando de “corrupción” a la dirigencia del Frente y de perpetrar una gran piñata con los bienes del Estado.

Mientras tanto, el Frente Renovador Sandinista, desde su política de principios, para seguir existiendo políticamente, recurrió a alianzas políticas tales, como la de apoyar en una alianza al Banquero Eduardo Montealegre (candidato a presidente que perdió las elecciones frente a Daniel Ortega), cabe recordar que Montealegre es yerno de Violeta Barrios y era el “favorito” de Washington, por otra parte, el FRS empezó a depender, para subsistir, del apoyo de varias ONG´s y se prestó a realizar varias campañas internacionales de denuncias contra el gobierno liderado por Daniel Ortega y en el interior, hace un par de años tuve ocasión de ver como los otrora auténticos héroes revolucionario(as), como el caso de Dora Maria Telles o Mónica Baltodano, eran invitados por el periodista Carlos Fernando Chamorro (hijo de Violeta Chamorro), que posee un estilo y una ideología muy parecida a la de Mariano Grondona, en el canal 8, para incitarlos a que critiquen al gobierno de Daniel Ortega (cualquier parecido con la Argentina, no es casual)

Chile

En las últimas elecciones chilenas, producto de las limitaciones programáticas de la Concertación por un lado y, la política principista de Carlos Enrique Ominami por otro, tuvo como efecto, que el campo popular fuera dividido a las elecciones y ganara la derecha, representada por el candidato Piñera.

Estas dos experiencias, en el primer caso, gente honesta, genuinamente revolucionaria que a mi entender, producto de impulsar políticas equivocadas por una parte, la desinformación, manipulación y el agigantamiento desmedido de los rencores personales por el otro, si bien no impidió el triunfo del FSLN, generó un abismo entre las partes, prácticamente imposible de superar, cuadros que hubieran podido fortalecer aún mas a la actual revolución nicaragüense.

En el segundo caso, mas allá de la buena intención o la naturaleza correcta de las críticas que Carlos pueda haber hecho a la dirigencia de la Concertación Popular, me pregunto, en que medida no puso su grano de arena, para el actual ascenso de la derecha, con un posible regreso de la profundización del modelo neoliberal.

Hecha estas apreciaciones, pretendo con ellas, extraer experiencias que puedan enriquecer nuestra praxis en un momento en el que, la prioridad número uno, debe ser, el de la unidad del campo popular y la acumulación de fuerzas para enfrentar correctamente, el escenario electoral de 2011.

Creo que, Proyecto Sur, puede caer en el mismo error que cometieron muchos militantes del FRS en Nicaragua o seguir el camino de Carlos Enrique Ominami en Chile (no implica un juicio de valor negativo hacia su persona), restando apoyo al proyecto nacional.

Por otra parte, algunos honestos compañeros, viendo este muy “posible” error, creo que se apresuraron a volar los puentes, evitando cualquier posible re encuentro, antes de agotar todas las posibles vías de negociación y desde Proyecto Sur se activaron varios explosivos para ayudar a volar los puentes desde el otro lado, quedando en el medio, el ancho río de la discordia y el desentendimiento, trataré de fundamentar mi punto de vista (aunque para algunos resulte absurdo)

En primer lugar me hago la siguiente pregunta, cuando hablamos de profundizar el actual modelo, cuando tenemos conciencia de que hay que avanzar en las políticas de protección ambientales y cuando nosotros mismos consideramos la necesidad de rever algunos aspectos de la actual política minera, ¿hasta que punto, no es posible algún tipo de negociación, con Proyecto Sur, que permita llegar a un acuerdo programático, en el que ambas partes cedan algo en pos de la unidad? (aclaro que hablo desde el proyecto impulsado por Cristina y no desde el punto de vista de un observador independiente)

Sabemos que en lo ambiental, la actual política minera no es sustentable en el mediano y largo plazo y que tenemos que impulsar reformas, el debate existe, y también creo (y esta es una opinión personal) que en un futuro no lejano, deberían iniciarse negociaciones con las empresas transnacionales, para que mediante una estrategia gradualista, al final del próximo mandato presidencial, el 50% del capital accionario de las empresas mineras pase a manos del Estado argentino, estas empresas deben entender, que sus utilidades deben tener un margen razonable de rentabilidad, pero el pueblo argentino, a través del estado nacional, debe ser partícipe de dichas utilidades que le permitirían mejorar su calidad de vida y reafirmar el desarrollo y la soberanía nacional.

También podría negociarse un plan ferroviario, etc. lo que estoy pidiendo concretamente, es que se evalúe y analice si no es posible el inicio de negociaciones privadas, confidenciales y discretas (con la dirigencia de Proyecto Sur), para arribar a un programa común para el próximo periodo de gobierno, a sabiendas de que al gobierno no le hace falta para ganar en 2011, pero para darle un carácter mas contundente a la victoria popular, si.


(Agencia Paco Urondo)