Córdoba (Agencia Paco Urondo) Estamos acostumbrados a la actuación “espontánea” de grupos de presión y nuevos movimientos sociales (en adelante NMS) como grupos de poder[1] que expresan sus demandas de políticas publicas e importan una resistencia social a las políticas gubernativas, al inicio del siglo veintiuno, contra las políticas económicas neoliberales del un estado mínimo, resaltando la necesidad de desarrollos nacionales y amplios derechos ciudadanos[2]; hoy camuflados en protestas sociales sectorizadas que se confunden con aspiraciones políticas opositoras.
Los NMS son espacios de actuación colectiva con alguna perdurabilidad en el tiempo y organización, que tienen fines políticos comunes y una similar identidad, y que buscan integrarse a la realidad buscando presionar en las decisiones del estado. En su accionar actual, los define la irresponsabilidad política, ya que intentan influir no asumiendo el poder, porque sus objetivos son la obtención de sus metas específicas y problemáticas puntuales, encontrando solo resabios de orientaciones históricas estructurales de otras décadas.[3]
De la crisis económica social que surgió a fines de la década de los noventa en los países latinoamericanos que habían aplicado a raja tabla en Consenso de Washington, surgen distintos NMS que tienen incidencia política hasta en la actualidad, como son la masa popular que protagonizo el cacerolazo en el 2001, el Movimiento Piquetero, Libres del Sur, el Frente Transversal Nacional y Popular-CTA y el Movimiento Agropecuario que tuvo su actuación mediática desde mazo del 2008.
El Cacerolazo Argentino: en diciembre de 2001 este movimiento popular salió a las calles del microcentro porteño; pero ¿quienes eran y que solicitaban?. No eran desesperados habitantes de los barrios pobres del conurbano bonaerense, no marchaban saqueando supermercados. Eran la clase media porteña, que salió con las cacerolas a protestar por la pérdida de sus ahorros y en defensa de la capacidad de previsiblidad económica. Habían plebiscitado en las elecciones de 1989, la ficción de que el peso argentino valía igual que un dólar, creían en el modelo de privatizaciones y desregulación instaurado. No eran victimas directas de las políticas neoliberales aplicadas. Salieron sin la introspección [4] debida a proteger lo único que los definía, hacía dignos y respetables como clase: su dinero ahora acorralado en los bancos, pero también como un acto reflejo, de movilidades sociales de otras épocas y gobiernos, salieron a defender un ascenso social a través de la educación al que estaban acostumbrados y un pleno empleo que no conseguían conquistar del todo[5]. Sin organización, ni banderías políticas, y con un reclamo legítimo, su presencia en las protestas solo implica la protección de intereses individuales, no supieron o no desearon saber, de las graves consecuencias que trajo en el país el neoliberalismo. Actualmente, pero no en la legitimidad de aquel reclamo, sino en la falta de introspección negativa del neoliberalismo, parecen haberse traspolado, en parte, al Movimiento Agropecuario de 2008.
El Movimiento Agropecuario Argentino: El 14 de marzo de 2008 se dio inicio al paro agropecuario contra un nuevo esquema de retenciones para las exportaciones de granos, principalmente la soja, lanzado desde el Gobierno de CFK. Las entidades rurales que nuclean pequeños, medianos y grandes productores, paralizaron la comercialización de los granos en los mercados internos, e iniciaron cortes de rutas en las zonas más importantes del país. Dijeron que la medida les molestaba ya que muchas de las mejoras que tuvo el país en los últimos años, se debieron al avance de la agricultura pero al mismo tiempo, durante todo el conflicto, continuaron con la exportación de los granos al exterior a pesar de las altas retenciones impuestas. El conflicto entre el Gobierno y el campo se transformó en un problema político, porque si bien, el 17 de julio de 2008 el Senado Argentino no avala las medidas que el gobierno quería implementar, la protesta continua actualmente y la sociedad se encuentra divida entre dos grupos antagónicos [6].
Pero quienes son y que representan: Son un grupo heterogéneo de personas, de clase media rural y profesional [7], que no tenía participación política y que en general repudiaban los piquetes, las movilizaciones y se manejan con individualismo y nula participación en las asociaciones del sector. Son parte de un sector que en los últimos cinco años tuvieron provechosas ganancias económicas, con la vigencia del sistema de retenciones y habían votado a la Presidenta CFK. En el medio del conflicto y actualmente se suman sectores políticos y medios de comunicación [8] que declaman abiertamente su antiperonismo, antipopulismo e izquierdismo. Este entramado social complejo, achaca al Gobierno de unitario y autoritario, que implementa un modelo económico pésimo llegando a solicitar la recuperación del modelo agroexportador del pasado. Culpándolo de la crisis energética, la inflación y hasta de la sequía, la protesta implicó una grave crisis de credibilidad y un escenario inesperado para el gobierno del CFK que valoro pésimo a su adversario, mas allá de las falencias en su intento por la implementación de aquella medida y la eterna discusión sobre la verdadera redistribución de ese dinero en sectores pobres de la sociedad. Actualmente la protesta ha tenido sus reveses, la ultima medida programada por el “campo” solo convocó a tres intendentes y mil quinientos productores [9], sumado a que terminado el acto se alzaron fuertes criticas de las bases por la misma, temiendo que se pongan en peligro 78 puntos de acuerdo logrados con el gobierno, por la falta de acuerdo y diálogo en la quita total del modelo de retenciones para el sector sojero. En los últimos días, el sector se sumo a las críticas contra el gobierno nacional por la inseguridad y el dengue, pero una vez mas, demuestra su apatía política, no presentando postulantes de la mesa del enlace, en las próximas elecciones legislativas de junio de 2009. Pero, debemos preguntarnos, ¿que representan dicho sector? y sus similares como son las marchas y voces [10] que piden la pena de muerte y escriben el diario paralelo a la sociedad argentina. Son el reposicionamiento de la agenda neoliberal, apuntan a una recomposición de la derecha de la mano de los movimiento sociales o ciudadanos como también ocurre en Ecuador, y en post de cuidad sus intereses económicos se oponen a todo sin fundamento. Lejos están, mas allá de su retórica, de generar un cambio real en las relaciones de poder o una reforma agraria, de políticas criminales y comunicacionales, que no sea una mera cosmética para cuidad sus ganancias económicas.
La Rebelión de los Forajidos en Ecuador: La rebelión de los forajidos fue un movimiento social, integrado por la clase media quiteña, que se inicia en el mes de febrero de 2005 y provocan la caída del Presidente Lucio Gutiérrez [11] en abril del mismo año. El regreso al país del ex Presidente Bucaram, y la nulidad de los procesos en su contra por corrupción, fueron el detonante para exigir la destitución de Gutiérrez. Pero los motivos de base de la revuelta social son una férrea oposición por parte de NMS ecuatorianos (“forajidos”, movimientos indigenistas y sectores populares) a un Ecuador rentista, patrimonialista y neoliberal, y a un grupo de partidos políticos hegemónicos que lo habían dirigido, entre elecciones fraudulentas, golpes de estado, corrupción y traición a sus bases. Las protestas que solo fueron trasmitidas por radio La Luna, y negadas por los restantes medios de comunicación del país, empezaron el miércoles 13 de abril y culminaron el 20 de abril del 2005, utilizado como símbolo y sonido las cacerolas y el grito de “fuera todos”. El Congreso Ecuatoriano, designa en la presidencia al vicepresidente Alfredo Palacio, quien a pesar de sus buenas intenciones no logra desarticular el rechazo y el descontento social a la clase dirigente. Rafael Correa Delgado fue su Ministro de Economía, pero renuncia cuando el Banco Mundial bloqueó un préstamo prometido de 100 millones de dólares en represalia por las reformas que intentaba implementar a través de un Fondo de Estabilización con el cual buscaba aplicar políticas económicas y sociales de más justicia social y soberanía frente a los Estados Unidos. Finalmente en las elecciones del año 2007, es Rafael Correa Delgado el que llega al Palacio de Carondelet como presidente el 15 de enero de ese año.
Los Movimientos Ciudadanos Ecuatorianos: Son las clases medias urbanas de las grandes ciudades de Ecuador que conforman las bases de las movilizaciones sociales del país. Provocan la caída del Presidente Gutiérrez, el alzamiento forajido de 2005, y llevan a RCD a la Presidencia del país. Creyeron en la lucha del Presidente Correa contra la partidocracia, pero también son los que formaron parte de una importante movilización que promovió el alcalde opositor de Guayaquil, Jaime Nebot en enero de 2008, para protestar por la política estatal de control de manejo de fondos públicos por empresas privadas aeroportuarias y de transporte terrestre. Este movimiento nace a fines de la década del noventa cuando se produce un agotamiento del indigenismo y lo caracteriza su ciudadanía. Son críticos del sistema político, pero nacen como clase por el neoliberalismo y la dolarización de la moneda ecuatoriana, critican el sistema pero no el modelo económico. Son una base social heterogénea que se moviliza pidiendo reformas políticas, pero tienen en su horizonte, al igual que el movimiento agropecuario argentino, el proponer cambios desde la circunstancia, desde el continente y no de contenido en las relaciones económicas, sociales y de poder estatal y como lo describe el Profesor Lucio Oliver citando a Dávalos, imprimen una cosmética que fortalece las instituciones liberales del estado. La cercanía de los NMS analizados abre el interrogante para saber si se apunta a una recomposición de la derecha o sienta las bases de un nuevo poder social alternativo basado en la reconstrucción hegemónica de la sociedad civil como sociedad política.
Tanto en Argentina como en Ecuador y en otros países latinoamericanos, la aparición o despertar de los NMS destruyen certezas políticas [12] que estaban claras en las luchas revolucionarias y en la clase obrera. Reflotan banderas que en el plano social: se habían olvidado en los estratos perseguidos y proscriptos de la etapa dictatorial; y que, en el plano partidario, se encontraban adormecidos por el slogan de las sociedades neoliberales de la última década y carcomidas por la burocracia, clientelismo y corrupción partidaria. Así la crisis de representatividad de los partidos políticos existentes en estos países son el surgimiento de los mismos. En este nuevo escenario de poder y participación popular, los NMS reivindican la emancipación y políticas de resistencia, pero al mismo tiempo son incapaces de generar un proyecto político porque tienen una visión laxa y descentralizada del poder, un discurso y militancia abierta, y una mezcla de ideologías y necesidades que los aglutina y define. Estos grupos buscan destruir el establisment del poder sin reclamar ni tomar el mismo, sin asumir la responsabilidad de la construcción política a largo plazo. El éxito o protagonismo basado en la negativa a la adscripción del poder si bien implica un rechazo del neoliberalismo ideológico e institucional, marca retrocesos en la conformación del poder social, partidario y estatal. Rompen el proceso o las etapas necesarias de una evolución conditio sine qua non para la democracia real. Los NMS iniciaron un camino que debería evolucionar en un programa político positivo claro que pueda lograr un debate concreto sobre una acción defensiva electoral de objetivos a mediano y largo plazo para acortar o relativizar las brechas de pobreza y desigualdad imperantes en sus países. Para no ensalzar gatopardismos hay que escudriñar bien ese sentir popular e insistir desde la educación, en transformar al nuevo actor social, en su compromiso para el ejercicio del poder y que tenga por fin políticas populares, mas allá de la retórica ideológica falsa, que los grupos de presión le hacen reclamar a la ciudadanía mal informada.
[1] Antonio Gramsci define al Estado como ampliado o integral de un poder que no solo esta ubicado en las instituciones políticas sino que se asientan en la propia sociedad civil, demostrando que existe poder a partir de las estructuras ideológico políticas que están insertan en el cotidiano social. Citado por Lucio Oliver Costilla en “Cuatro puntos sobre movimiento sociales, partidos y los nuevos formatos organizativos en América Latina” en el Curso “La nva. Coyuntura política Latinoamericana” del Programa de Educación a Distancia en Cs. Sociales (PLED) Ago. 2008.
[2] Oliver Costilla Lucio dirá “derecho a tener derecho”. Ob. cit. “Cuatro puntos sobre mov…(PLED) Ago. 2008.
[3] Manuel Antonio Carretón M, distingue “entre Movimientos Social (mayúscula, singular) orientado a nivel histórico-estructural de una determinada sociedad y defendiendo su conflicto central” de “Movimientos Sociales (plural, minúscula) que son actores concretos que se mueven en los campos de la vida orientados hacia metas específicas que se definen en cada sociedad y momento” en “La transformación de la acción colectiva en América Latina. Revista de la CEPAL 76-abril2002. p. 9. En el mismo sentido María Cecilia Cotarelo dirá “articulados en luchas antiimperialistas, democráticas y anticapitalistas, que remitían en última instancia -o no tan última- a intereses de clases” que reformula en medio de laxitud y heterogeneidad de los NMS el viejo paradigma de la luchas de clases, en algún sentido. En “Movimientos sociales, partidos y los nuevos formatos organizativos”. Clase. En curso “Coyuntura política y luchas emancipatorias” (Programa Latinoamericano de Educación a distancia, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Buenos Aires, Agosto 2008) pg. 3.
[4] No se produjeron entre las clases medias urbanas de argentina ninguna protesta similar mientras se iniciaban las políticas privatizadores que dejaron sin presencia estatal a sectores estratégicos, como las aerolíneas de bandera, la marina mercante y su política de banderas de conveniencia, telecomunicaciones, la provincialización de los hidrocarburos, el cierre y traspaso de escuelas técnicas, el no aumentaba el salario mínimo de trabajadores y jubilados, etc.
[5] Susana Torrado y Beatriz Sarlo en Argentina para Armar, TN/NOTICIAS/CANAL 13/ Programa emitido en noviembre del 2008.
[6] Eduardo Grüner, “ni el aumento de las retenciones móviles a las rentas extraordinarias del “campo” supone, una medida “confiscatoria” y ninguna “pérdida” importante para un “campo” que nunca ha ganado tan extraordinariamente; ni, del otro lado, es estrictamente cierto que las retenciones sean una medida ampliamente “redistributiva” que vaya a mejorar decisivamente la brutal injusticia social que aún campea en la Argentina. Pero esto no significa que las retenciones (..en la trama de una política nacional articulada...) no podrían y deberían contribuir a esa redistribución. Si la derecha gana, se habrá creado un peligroso antecedente de deslegitimación de la intervención del Estado en la economía....” Ob. Cit.¿Qué clase(s)...”.
[7] No forman parte de la protesta, los pequeños arrendatarios, ni los despojados poseedores de tierras, bosques nativos, ni mucho menos los trabajadores rurales y menores en negro como por ejemplo el Frente Campesino donde participan el Movimiento Agrario de Misiones ( MAM), el Movimiento Campesino de Formosa (MOCAFOR), el Movimiento Campesino de Jujuy (MOCAJU), etc.
[8] Carta Abierta expuso que “ En la actual confrontación alrededor de la política de retenciones jugaron y juegan un papel fundamental los medios masivos de comunicación más concentrados.... de altísimos alcances de audiencia, que estructuran diariamente «la realidad» de los hechos, que generan «el sentido» y las interpretaciones y definen «la verdad» sobre actores sociales y políticos desde variables interesadas que exceden la pura búsqueda de impacto y el raiting. Medios que gestan la distorsión de lo que ocurre, difunden ...sin la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente ni por reflexionar con ponderación las mismas circunstancias conflictivas y críticas sobre las que operan. Esta práctica de auténtica barbarie política diaria, de desinformación y discriminación, consiste en la gestación permanente de mensajes conformadores de una conciencia colectiva reactiva. Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado, impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pública de perfil antipolítico, desacreditadora de un Estado democráticamente interventor en la lucha de intereses sociales...” Ob. Cit. “ En defensa de..”
[9] En la provincia de Córdoba en sus inicios la medida sumaba a 18 intendente y casi 30.000 productores.
[10]El proyecto de ley de medios audiovisuales, poner en peligro las ganancias del monopolio económico que tiene los grandes medios de comunicación, que utilizan sus espacios en burdas campañas contra las políticas del gobierno nacional.
[11]Lucio Gutiérrez ganó las elecciones presidenciales en Ecuador en el año 2002, con el apoyo de un movimiento y plataforma anti-sistema y de izquierdas. Se erigió como una alternativa frente a los desacreditados partidos tradicionales, lo apoyaron el movimiento indígena (Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik) y otros sectores populares que luego se sintieron traicionados con la aplicación del neoliberalismo y sus alianzas a EEUU, Colombia y los espacios políticas tradicionales del país. (Agencia Paco Urondo)
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