Capital Federal (Agencia Paco Urondo,en "Pensando La Argentina" http://pensando-la-argentina.blogspot.com)
Sin pena y sin gloria. Sin que nadie que no vea TN o América 24 se haya enterado siquiera, termina mañana el último lock out patronal agrario.
Es curioso presenciar el declive final de este movimiento gorila que hace poco más de un año provocara un terremoto político, convocara a multitudes en un acto y forzara la traición de un vicepresidente y una recua de diputados y senadores oficialistas.
De todo esa épica de millonarios, no queda nada. Lentamente se han ido convirtiendo en una caricatura de sí mismos, y los integrantes de la mesa de enlace, a figurones que champurrean ese conjunto "a la que te criaste" de reclamos y protestas de "pobreza" de un sector claramente rico, mezclados con un curioso abanico de posturas "ideológicas" que van desde el golpismo modelo 1966 de Biolcati hasta el "populismo" sojero de Eduardo Buzzi.
Un fenómeno nuevo, que ejemplifica la caída de este movimiento patronal es de qué manera nueva los periodistas (tradicionales tiradores de "centros" en forma de preguntas, con esa canina sumisión que tanto asco causó durante más de un año) se les animan con preguntas "jugadas" que los descolocan con total evidencia.
Retraducción: si la propia tropa, atorada de avisos publicitaria de la agroindustria y necesitada de un elemento de presión aglutinador de críticas al gobierno nacional, se les para de manos (aunque sea tibiamente), están en el horno. Siginifica, dicho en cristiano, que ya no sirven pa'mierda.
El lugar común dice que no se puede engañar a todos, todo el tiempo. Puede ser. Lo que se ve como evidente es que las mentiras agrogarcas han perdido sustento social, aún en esa clase media tan salvajemente operada por los principales diarios socios de Expoagro.
Nada dura... bueno, algunas cosas si: el gobierno de Cristina Fernández sigue cómodamente instalado en el centro de la escena y fijando agenda en el país y el América Latina. Aún después de la "derrota" electoral, el poder sigue pasando por el mismo carril, ese fenómeno que enloquece a Lulú y a Ernestito.
¿Será, muchachos, que el poder político sólo persiste si se lo construye sobre bases reales?
Los agrogarcas en fuga, bastardos sin gloria, han aprendido de la manera más dura que no alcanza con la pantalla de televisión para convertirse en algo verdadero. Sino pregúntenle a Scooby Doo.
MP(Agencia Paco Urondo)
jueves, 3 de septiembre de 2009
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