Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Si hay algo que me da mas pudor a que me relacionen con el kirchnerismo, es que me relacionen con la oposición.
No hablo de la oposición por derecha, sean del PRO o radicales. Tampoco de las sectas pseudos-revolucionarias que marchan con Biolcatti y la Sociedad Rural al ritmo de las cacerolas. Sean Troskistas, Maoístas o Stalinistas. Hablo de la oposición progresista, la montonera devenida en revisionista, por momentos new age, por momentos combativa.
Atrás de ellos, con mayor o menor intensidad de acuerdo a la moda, la clase media de la Capital Federal. Buscando lavar culpas luego de haberle dado el triunfo a Macri. El votante moderno es así, no se fija en ideologías, pasa de la derecha a la izquierda sin reparos, ni revanchismos.
Pero una cosa es el voto testimonial de la clase media, entendible. Y otra cosa es la militancia testimonial de algunos viejos militantes de los ‘70. Sus caras en los programas de TN, Leuco, Grondona, en las tapas de Clarín o en cualquier otro show mediático nos obliga a hacer algunas elucubraciones. Sobre todo luego del veto a las telefónicas.
¿Es posible que la mediatización de Bonasso y Pino Solanas sea parte de una estrategia de posicionamiento mediático para la toma del poder mediante los votos y no las armas? ¿Un buro político en las sombras les está ordenando canjear el rechazo a la Ley de medios K por minutos al aire en TN y América 24?
¿O estarán siendo usados por este maquiavélico monopolio que abusa de la honestidad intelectual y la ingenuidad de estos ex peronistas de izquierda para tener el franco izquierdo cubierto en la batalla contra la Ley mordaza?
Como sea, en estos días, me di cuenta que tengo miedo a convertirme con el tiempo en un viejo choto revolucionario. Tengo miedo en que en algún momento ya no me vea como sujeto histórico, o sea, sujeto a la historia, a lo que pasa, me guste más o menos. Más allá de si prefiera un contexto de acción directa o construcción de poder con las urnas. De resistencia u ofensiva.
¿Quién no es un sujeto histórico? El que no busca acentuar las contradicciones buscando avances, sino que se mira al ombligo y se autoproclama como esclarecido, como vanguardia. En definitiva, aparecer en TN, avalando el discurso del monopolio de la dictadura, haciéndose el boludo y negando el debate y el trasfondo de este proyecto de Ley lo puedo suponer de personajes como Villma Ripoll, pero no de ustedes.
Una vez más, hacen un mal análisis táctico. No analizan correctamente el objetivo operacional. Se equivocaron de enemigo principal, y eso, en las revoluciones, se paga caro. Camaradas. (Agencia Paco Urondo)
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