miércoles, 8 de abril de 2009

Baschetti: “El gobierno no es refractario a los cambios, está en nosotros apurarnos para que los cambios vengan lo antes posible”

El prestigiado historiador del peronismo acaba de sacar un libro (La memoria de los de abajo. 1945-2007. Hombres y mujeres del peronismo revolucionario) y está dando charlas por todo el país. Sin embargo, se tomó un “descanso” para adelantar algunas definiciones sobre la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner (CFK)Revista Evita: ¿Cómo ves las elecciones venideras?

Roberto Baschetti: Hay dos proyectos muy polarizados. Por un lado, el proyecto nacional y popular defendido por el grueso de la población argentina y que encabeza CFK. Este espacio aglutina a aquellos sectores que quieren profundizar el cambio.

Por el otro, un grupo de políticos que la gente ya conoce: López Murphy y Macri representado por su primo. Son los defensores de los grupos de poder, la Sociedad Rural y de las empresas más grandes. No pueden unificarse a pesar de asumirse enemigos manifiestos del proyecto nacional y popular.

RE: ¿Y Carrió?

RB: Es una persona que ha in-vo-lu-cio-na-do desde su progresismo inicial. Ya sabemos donde termina ese progresismo como el Frepaso o el PI. También es defensora de esos grupos concentrados y gorilas. Está alineada a la jerarquía eclesiástica, que podemos como ver como juega políticamente en las declaraciones del juicio a Von Wernich.

RE: ¿Por qué te parece que el kirchnerismo ganará las elecciones?

RB: El proyecto nacional ganará porque aglutina lo mejor del peronismo, porque CFK es la continuación de Kirchner y porque representa la defensa al campo popular: la baja del desempleo, del trabajo en negro y de la pobreza. De todos estos elementos ignorados por los grandes medios de comunicación.

RE: ¿Qué reflexión te despierta CFK como persona?

RB: Representa la consolidación de un modelo. Trabaja al lado de Kirchner, tiene una gran gimnasia política por todas las funciones públicas que ha ejercido. Viene a profundizar el modelo.

RE: ¿Qué rol desempeñará Kirchner durante la presidencia de CFK?

RB: En mi opinión, sería interesante si Kirchner trabaja para afianzar una nueva estructura política con los cuadros necesarios para profundizar este proceso.

RE: ¿Qué pensás de la gira internacional que está haciendo Cristina?

RB: Está dentro de lo esperable en un mundo globalizado. Lo que importan son los hechos. No hay que negar la dependencia a intereses foráneos, de lo que se trata es que no se lleven la parte del león y nos hagan pagar una deuda ficticia.

RE: ¿Te parece que vamos a imitar al socialismo chileno?

RB: Al socialismo chileno hay que tomarlo con pinzas. El 11 de setiembre, aniversario de la caída de Allende, hubo una pueblada de descontento. Hay mucho cosmético y disfraz. El salario mínimo es de 150 dólares.

RE: ¿Qué pensás de la candidatura de “Pino” Solanas?

RB: Yo tengo mucho respeto por Pino. Ha dado todo por afianzar el campo nacional. Inclusive cuando el menemismo era dueño de todas las voluntades, se levantó en soledad para demostrar el vaciamiento del país. Pero lamentablemente, es una candidatura que termina fraccionando, resintiendo contra el motor de este proyecto que es el Frente para la Victoria. El gobierno no es refractario a los cambios. Está en nosotros apurarnos para que los cambios vengan lo antes posible.

RE: ¿Qué te pareció la conformación de las listas para la elección?

RB: Me dio la impresión que se podría haber abierto más espacio a los cuadros más jóvenes, que están menos contaminados por la vieja política, que creen en las utopías y en el cambio de este sistema por otro nacional y popular. Hay que ir sacando a los políticos que están cerca de Kirchner que tienen un pasado menemista o duhaldista. Sin gente nueva por fuera de la política tradicional no puede haber ningún proyecto serio. Hay que creer en la juventud para salir adelante.

RE: ¿Cuáles son los mayores desafíos que tiene que enfrentar el Proyecto nacional?

RB: Los de siempre: la salud, el trabajo y la educación. Y por supuesto, sostenerlos en el tiempo. Otros problemas secundarios, pero importantes como la seguridad y las drogas dependen de la solución de los primeros. Sin fábricas, el padre se queda en la casa, la mujer trabaja por horas y el chico se pregunta ¿para qué trabajar?, ¿para terminar desocupado? La seguridad no se resuelve con un policía en cada esquina.

RE: ¿Y de los actuales movimientos populares, como el Movimiento Evita?

RB: Hay que entender que la actividad social no puede estar desvinculada de la política, sobre todo porque este es un país dependiente. En la década del 70, una parte de la militancia pastoral se hacía en las villas. Los compañeros allí se dieron cuenta que con lo social no alcanzaba, se dieron cuenta que tenían que insertarse en la política para destruir las estructuras que los mantenían en la marginación. En este aspecto, hoy es lo mismo: hay que agrupar, trabajar y organizar. Hay que construir acuerdos y no fraccionar.

RE: ¿Te parece que hay riesgo de personalismo en las organizaciones populares?

RB: Eso existe desde que la política es política. Están los que sirven a la política y los que se sirven de ella. Estos últimos no le sirven al Pueblo. (Agencia Paco Urondo)

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