Capital Federal (Agencia Paco Urondo)
Como podemos observar, el titulo utilizado para este escrito, nos abre un panorama amplio, nos persuade e invita a realizar una reflexión clara, transparente y profunda, sobre cual es el rol de la universidad dentro de la comunidad donde se encuentra.
Afirmar que la universidad, es una institución meramente educativa y que la misma se encuentra alejada de los sucesos sociales, políticos, económicos, etcétera, seria caer en un error grave. Y esto se debe, ni más ni menos, al contexto en el cual se desarrolla. Así mismo, los sujetos que conforman las diferentes facultades, son parte de la sociedad, por lo cual, no podemos separar una institución situada dentro de un espacio común.
Ahora bien, aquellos que cursamos en las distintas universidades del país, observamos en la cotidianeidad, que muchos estudiantes que “hacen” política en la universidad, no suelen tener en claro su objetivo. El porque hacer política, y de que manera, no son interrogatorios para estos estudiantes, que claramente, su preocupación principal, se traslada a cuantos pares, regalar el cd contenedor del discursito reiterativo de “izquierda socialista”, o cuantos votos necesitan para ganar el buffet, o que importante seria ganar las fotocopias, y ni hablar del centro de estudiantes. Este pensamiento mediocre, aparece constantemente en las agrupaciones de “estudiantes independientes”, y de otras agrupaciones “obreras”, obsecuentes a un grupo de iluminados catedráticos.
Pensar en la universidad, como guarida o recipiente, de cuestionamientos firmes a la “realidad” impuesta por la “educación SUPERIOR”, es algo sumamente utópico y alejado a nuestros tiempos. Esto es principalmente producto de un sistema universitario, que no enseña a pensar hacia abajo, sino contrariamente hacia arriba, hacia la “superación intelectual” a servicio del empresariado que ofrezca, en termino social y económico, mayor “estatus” social y rentabilidad. Es por esto, que un sin fin de miradas masivas, multitudinarias se resisten a ver los tiempos que aventuran a nuestra coyuntura social, política, educacional, entre otros aspectos de la realidad cotidiana.
Para la mayoría de los estudiantes es más importante un titulo sellado por diplomáticos, que el aprendizaje de herramientas transformadoras que nos permitan subvertir la mentira y engaño, así como también, nos faciliten generar el ingreso de los sectores populares, postergados históricamente. Claro esta que no debemos generalizar, ya que un sector minoritario, y casi inexistente, logra encontrar y/o profundizar su conciencia popular, federal y revolucionaria.
No se mide en términos igualitarios, no se piensa en criticar el pensamiento euro centrista, liberal, y anti popular de los docentes encargados de “transferir sus conocimientos”, como dice Paulo freire, educación bancaria. Pues claro, confrontar a quienes “evalúan nuestra capacidad” de repetir y asumir como propios los hechos históricos de quienes cuenta su “verdad”, por supuesto, la de los vencedores, seria atentar contra uno mismo.
Mientras la elite política, o el club de chicos ricos que hacen política universitaria, se disputan espacios de poder dentro de las facultades, miles y miles de chicos asisten a escuelas primarias y secundarias con la única finalidad, en principio, de poder alimentarse.
Nuestra idea de una universidad es una a la cual las mayorías puedan acceder, y así representar a los sectores más humildes, ausente históricamente en las universidades, exceptuando la gloriosa etapa del peronismo.
Estas palabras tienen como fin que reflexionemos, que universidad tenemos, y cual es aquella que anhelamos. De que manera podemos subvertir el orden, con que herramientas contamos y cuales podemos generar.
Seamos utópicos, pongamos las instituciones educativas al servicio de la liberación nacional y latinoamericana. No dejemos pasar los aires de cambios que se respiran en nuestra América Latina, Con Chávez, con Correa, con Evo, con Cristina.
Aportemos a la disputa nacional, o estamos del lado del pueblo, o estamos con la SRA , la derecha oligarca y la embajada norteamericana.
Cuestionemos a los docentes que nos intentan imponer su verdad, esa que sacan de los libros europeos, que señalan como próceres a Mitre, Roca, Sarmiento. Nosotros sabemos, que existe otra realidad, que se escribe con barro, la que se lee en las paredes, la que cuentan los perdedores. Entre mate y biscochos intercambiemos ideas, experiencia, sueños.
Nuestra principal arma, la del pueblo, siempre fue y será, la capacidad de soñar. Porque nosotros soñamos de a millones, y nuestra felicidad es la de nuestros hermanos, la de los humildes, la que se construye con transpiración, con dolor, con sacrificio.
Que cada aula sea una trinchera de lucha por los más humildes.
Porque nosotros sentimos el alma atravesada cada vez que vemos la injusticia presente en cualquier ámbito social.
Es por eso que dar la lucha no es una tarea sencilla, pero es nuestra causa noble, por la cual vamos a dejar nuestros últimos suspiros.
Universidad popular, federal y revolucionaria.
Mauricio Benitez.
Agrupación Juan Manuel de Rosas- UBA-DERECHO.
JP DESCAMISADOS.
contacto@jpdescamisados.com.ar
mauriciobenitez@jpdescamisados.com.ar
agrupacionjmderosas@hotmail.com
(Agencia Paco Urondo)
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Compañero Mauri!!! Ante todo lo felicito por el escrito y por la realidad que reflejo en el, muy buen asintesis de lo que ocurre actualmente en casi todas las universidades y lo que pasa con los muchachos / as que se creen muy vanguardista e iluminados por haber leido dos libros mas que todo el mundo. Igual hay una parte en la que decis que en su gran mayoria son nenes de mami y papi militanto de lugares de izqierda, hay algunos chicos qe no tienen la misma suerte que los otros no metamos a todos en la misma bolsa.
ResponderEliminarPero al escrito te lo re bancooooo!!!
Gracias Lucila por participar (continuadamente) en La Paco!
ResponderEliminarEste opinión que les hago llegar como aporte a la nota que comparto plenamente también lo hice en la nota de lo ocurrido en la Facultad de Medicina (mas acotada)y que como todo hecho no es aislado es una parte del todo en la que la Universidad no es ajena a la realidad política y social que estamos atravesando, no se debaten los contenidos políticos ideológicos que contengan la pregunta de que educación queremos para quienes se forman en la Universidad Pública.
ResponderEliminar"El acto de educar nunca es neutral, es un acto político, educamos para la liberación o para el sometimiento" Pablo Freire, esto es lo que se debe debatir.
Lo ocurrido en la facultad de Medicina es una muestra de la voluntad antidemocrática que también se expresa en la oposición política que compone el Congreso Nacional.
Nuevo Espacio (diría viejo espacio reciclado de la ex Franja Morada = radicalismo) y los estudiantes agrupados en la Izquierda (PO, MST, Etc.)son la expresión de los que usan la Universidad Pública que se sostiene con el aporte económico de todo el Pueblo Argentino para que el medio pelo (Jaureche)acceda a una educación libre y gratuita y desde allí hagan lo que mejor saben hacer, patotear, estafar, fraguar padrones, etc.para sostener el statu quo.
Antidemocráticos son y serán siempre, lo que no pueden con ideas lo imponen con acciones "non santas",es lamentable y no escapa a la general, el claustro académico está ligado también a la construcción política que ha dejado el neoliberalismo y defienden esos intereses, por eso es mas importante el buffet, la fotocopiadora,etc., que debatir la contradicción principal, Universidad Nacional y Popular o Universidad al servicio de los intereses foráneos.
Mónica.