miércoles, 8 de abril de 2009

Córdoba: Un censo con sabor a poco, por Emilse Diani

Córdoba (Agencia Paco Urondo) El censo realizado por la provincia de Córdoba generó más inconvenientes de lo previsto. Inseguridad, desajustes, retrasos organizativos y ausencias de preguntas claves en el cuestionario fueron algunas de las dificultades constantes que se repitieron a lo largo del fraccionado censo.

El director de estadísticas de la provincia, Hector Conci, comunicó que no se pudo completar el censo por lo que el 10 % de la población que no fue visitada por el censista podrá llamar al 0800 y solicitar la entrevista.

La demora se originó debida a que los censistas encontraron más viviendas de las que estimaba el Gobierno cordobés. Por ello unas 60 personas completarían el recorrido por el interior de la provincia y la capital cordobesa entre las 8 y las 13 horas del día siguiente al establecido.

Por su parte la directora del doctorado en Demografía de la Universidad Nacional de Córdoba, Dora Celton, consideró que el operativo local “fue bastante bien trabajado, a pesar del poco tiempo que hubo para prepararlo”.

Las mayorías de las quejas estuvieron basadas en los cuatro hechos delictivos que se produjeron como consecuencia de la simulación de ser censistas y de ese modo ingresar a las viviendas para robarlas. Los ancianos fueron los elegidos en tres de los cuatro casos, los cuales en su mayoría sufrieron no solo perdida económica sino fuertes golpes físicos.

El operativo de seguridad que implementó el gobierno de Schiaretti, no fue suficiente y las credenciales naranjas que identificaban a los censistas resultaron escasas. Esto permitió un mayor desconocimiento por parte de la población, a la hora de reconocer a los encuestadores oficiales. El clima de desprotección también se generó gracias al libre acceso informático del cuestionario que llevarían los encuestadores permitiendo que cualquiera pueda imprimirlo y exhibirlo como siendo parte de la organización del censo.

La mayoría de los comercios y empresas evitó las sanciones y acató la disposición del decreto provincial que dictaminó la obligatoriedad del feriado provincial. Pese a ello varios comercios que ignoraron la medida fueron sancionados con tres días de clausura. Por su parte el ministerio de Industria, Comercio y Trabajo reconoció que sancionó a empresas de la localidad de Freyre que trabajaban como un día normal.

Otro reclamo se basó en el cuestionario desplegado donde brillaron por su ausencia preguntas sobre si la vivienda era alquilada o propia; si cuenta con acceso a la red de gas natural y de agua potable; si la escuela a la que asisten los chicos es privada o publica; y si el trabajo se realizaba en el ámbito público, privado y a cual sector pertenecía ese trabajador, industrial o de servicios.

Todos estos datos quedaron afuera de la encuesta y teniendo en cuenta el costo que se emplea para realizar un censo, es un desatino la falta de este tipo de información. Es sabido que el interés del gobierno provincial es de actualizar los datos de la cantidad de habitantes y así actualizar la coparticipación entre los municipios. Pero contar con más información permite mejorar las estrategias desarrollista de una comunidad seria.

La madre de las encuestas recorrió Córdoba a medias y ni la paralización de todas las actividades fue suficiente para conocer detalladamente un retrato de si misma que a la hora del análisis final es seguro dejará puntos en blancos. (Agencia Paco Urondo)

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