El juez Madueño era el encargado de rechazar los hábeas corpus presentados por los familiares de los secuestrados, entregarles los cadáveres ametrallados o calcinados, ordenar seccionar las manos de los supuestos NN para luego simular su identificación y por fin sobreseer y archivar en tiempo record las causas por los fusilamientos que las Fuerzas Armadas difundían como enfrentamientos. Esta colaboración lo convertía junto con el diario naval de Diana Julio de Massot en un eslabón fundamental de las operaciones psicológicas que Vilas.
Sus secretarios de juzgado la doctora Gloria Girotti, y el doctor Sierra (actualmente profesor de la catedra de Derecho de la Universidad Nacional del Sur), sospechosamente se han negado a colaborar con la causa detrás de la excusa de no saber lo que pasaba en el juzgado con relación a estos hechos, cuando todo el mundo sabe que son los secretarios de cualquier juzgado los mejores conocedores de TODO lo que allí sucede.


(Agencia Paco Urondo)
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