Formosa: represión por partida doble, por Joe Cornejo

Formosa (Agencia Paco Urondo) Benigno López es el responsable del Frente Nacional Campesino de Formosa. Le toca la durísima tarea de coordinar la resistencia del campesinado provincial contra la expulsión territorial. Esta es una época donde el precio de la soja expande la frontera agropecuaria, a pesar de las lágrimas de cocodrilo de los Buzzi y De Angeli. En consecuencia, dudosos inversionistas claman por la propiedad de los campos. Esto ha desatado una feroz ofensiva de grupos armados contra quienes ancestralmente habitaron las tierras y son su único medio de sustento. La reciente represión wichi se enmarca en este diagnóstico. Agencia Paco Urondo: ¿Qué pasó en Ingeniero Juárez?

Benigno López: El intendente local, Cristino Mendoza, construyó con recursos nacionales un complejo de 50 viviendas sobre tierras históricas wichi, expulsándolos. Como suele ocurrir, fraguaron la propiedad de los terrenos. Estos se rebelaron y desde hace 20 meses tomaron el complejo habitacional. Mendoza inició acciones legales contra los wichi. La causa cayó en el Juzgado de Prevención y Correccional de Las Lomitas (el pueblo más importante del occidente formoseño), a cargo del juez Schaefer. Éste finalmente pide el desalojo del complejo habitacional, dando plazo hasta el jueves 16 de octubre.

APU: ¿Qué ocurrió entonces?

BL: El lunes 13, desde la madrugada, comenzó una represión feroz contra una comunidad wichi, que duró hasta la mañana del martes. Actuaron durante el feriado (ese lunes lo era) para que no haya periodistas. Querían silenciar la represión. Pero los wichis resistieron, casa por casa. Hubo muchísimos heridos en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. En total, fueron cuatro embestidas policiales, todas repelidas por indígenas. El martes se refuerza el cerco policial, estuvieron alrededor de medio millar de unidades de caballería e infantería. Hacia el mediodía se despeja el cerco.

APU: Con la llegada de los medios, ¿la policía se retira?

BL: No, una parte de los efectivos se retira a la ciudad de Ingeniero Juárez, donde son alojados en el Centro Cultural del Pueblo y en el Ateneo Parroquial.

APU: ¿La Iglesia presta logística a la represión?

BL: Sí, allí está a cargo el padre Basilio.

APU: ¿Pero la represión termina?

BL: No, en realidad se traslada a otro sitio, a un paraje llamado La Florencia. Fueron a reprimir a un grupo de campesinos criollos (no - indígenas), a 40 kilómetros de distancia. La Florencia es un predio de 60 mil hectáreas, supuestamente propiedad de Sociedad de Parques SRL, cuya titular sería una mujer alemana. Su representante local es un empresario bonaerense llamado Belsolá.

APU: ¿Supuestamente? ¿No hay un catastro donde se sepa la propiedad de las tierras?

BL: La situación legal es extremadamente informal en Formosa. Supuestamente el predio fue adquirido en 1903 y, siempre hipotéticamente, tuvo como dueños a los Bunge y Born y a los Martínez de Hoz. Acá vienen con un papel escrito con birome y reclaman la propiedad. Eso sí, ninguno puede demostrar que paga los impuestos de las tierras que reclama.

APU: ¿Cómo se desata esta segunda represión?

BL: La segunda represión empieza hace dos semanas. En La Florencia hay muy pocos pozos de agua. Es una zona muy árida. Esos reservorios no tienen alambrados, son de propiedad comunitaria. Belsolá instaló una bomba para sacar agua del reservorio, para regar un vivero que acababan de instalar. Los que descubren esta situación es la familia Albornoz, que es expulsada del ojo de agua por un grupo de civiles armados conducidos por un policía de apellido Sosa.

APU: Poniendo en riesgo la vida de toda la comunidad.

BL: Poniendo en riesgo la vida de toda la comunidad. Así que las mujeres de la comunidad rompen el cerco del vivero y desconectan la motobomba. La patota de Sosa reinstala la bomba y amenaza a toda la comunidad escolar de Campo Grande, cercana al pozo. Hace dos domingos, Belsolá, Sosa, y su pandilla, destruyen el hogar y el corral de los Torres, rociando con nafta el resto de las pertenencias. La familia perdió todo. Eso ocurrió en el Paraje La Bolsa Chica.

APU: ¿La policía no hace nada?

BL: Sí que hace. Hace 15 días, el dirigente campesino Gabriel Pérez fue a hacer un trámite en la comisaría y fue detenido sorpresivamente por “atropello de domicilio”. No es todo: golpean a los pobladores y no toman las denuncias.

APU: O sea, perdieron el reservorio de agua.

BL: No. El lunes, los criollos destruyeron un cerco que cortaba el acceso al agua y a un camino importante. Nuestra gente son agricultores y ganaderos sobre la costa, y pequeños ganaderos (chivo y cerdo) al interior. Necesitan el agua. Además, en su indignación quemaron la casilla de Sosa, donde guardaba armas de fuego. Belsolá los vuelve a denunciar. Ahí es cuando entran en escena los efectivos acantonados por el conflicto wichi. Se realizaron razzias de pobladores buscando a diez dirigentes. El martes por la noche detuvieron a Luis Miguel Montes, sin ninguna orden de arresto. Le inventan una causa por daños. Hasta el jueves seguía detenido, acusado de tener armas de fuego. El miércoles detienen a dos dirigentes más, David Pérez y Dalmacio Albornoz, ambos trasladados a Las Lomitas. Quedaron incomunicados un día entero. Hasta fines de esta semana, la policía requisando e intimidando a la población.

APU: ¿No existen canales de diálogo con el gobierno provincial?

BL: La verdad, estamos sorprendidos por la profundización de la violencia contra campesinos e indígenas. A los productores bananeros también los garrotearon.

APU: ¿Puede el gobernador Gildo Insfrán no saber lo que está ocurriendo?

BL: La cantidad de efectivos traídos desde la capital formoseña indica que es una orden de magnitud provincial.

APU: ¿Qué explicación les da a esta ferocidad represiva justo cuando la presidenta viene a legalizar la situación de 500 productores? (La entrevista fue realizada este fin de semana)

BL: La verdad que es muy raro. Yo hipotetizo que son sectores que no quieren que la presidenta se entere de la compleja situación por la que atraviesan los productores de Formosa occidental. Creo que buscan mostrar excesiva violencia para que Cristina no venga. (Agencia Paco Urondo)