martes, 16 de junio de 2009

Discurso del presidente del PJ, Néstor Kirchner, en el encuentro “Las pymes y los candidatos”

Vicente López, Buenos Aires (Agencia Paco Urondo, realizado el 10-06-2009) Es un espacio ideal para que podamos generar una serie de reflexiones entre ustedes y nosotros, que nos permitan ir visualizando, como decía Osvaldo, la posibilidad de encontrar la nueva síntesis que la Argentina necesita.

Yo les puedo asegurar que de aquel sueño que siendo gobernador, tuve para llegar a la presidencia de la Argentina, que por esas cuestiones de la historia, desde un lugar muy chiquitito, me tocó el alto honor de poder presidir nuestra querida Patria, siendo un presidente que me tocó asumir con el 22,7 por ciento de los votos, como dice la actual Presidenta que les hace llegar un fuerte saludo a todos ustedes, con más desocupados que el porcentaje de votos, fruto de una Argentina absolutamente anarquizada, quebrada, con los sueños perdidos, con la posibilidad de creer en un futuro distinto y mejor prácticamente sepultado, es decir, una Argentina y argentinos que habíamos quebrado y habíamos quebrado nuestras ilusiones de lucha, esas ilusiones de construir un destino distinto.

Siempre me voy a acordar cuando recorría la Argentina del año 2002-2001, yo venía de una provincia que tenía sus necesidades básicas insatisfechas prácticamente solucionadas; venía de una provincia donde no teníamos problemas de desocupación, solamente el 1,2 de indigencia, de pobreza; venía de un Sur que con todo lo que sufría siendo la parte trasera de Argentina, había compatibilización estructural en lo que era el marco de la sociedad para poder afrontar los duros problemas que se vivían. Pero les puedo asegurar que, a partir del momento en que me tocó recorrer el Conurbano Bonaerense y el interior de la provincia y hacia el Norte que fue el lugar más golpeado conjuntamente con el Conurbano por la crisis, me encontré con un país desgarrador; productores con sus campos en remate, productores que no podían mover ni tenían estructura o infraestructura para hacer producir sus campos; industriales que no estaban, empresas de familias históricas que iban desapareciendo o eran absorbidas por grupos concentrados de la economía, en esa visión de los ´90 de querer construir un país de servicios, y todo aquello que era industria, todo aquello que era producción, todo aquello que era investigación, porque producción, industria sin investigación, evidentemente no es posible, porque la forma de perfilar y consolidar la producción, la industria y el trabajo es con la investigación y el estudio en la Argentina, estaba prácticamente desaparecido o por desaparecer. Millones de argentinos que habían trabajado en distintas empresas, habían perdido hasta el derecho a jubilarse, se habían privatizado hasta en el sistema jubilatario la administración de los fondos. Los fondos siempre van a ser de los argentinos, nunca van a hacer ni de los privados llámense AFJP ni del Estado, porque los fondos en sí son la naturaleza jurídica de todos nosotros, de todos los argentinos. Allí, muchos, votamos con mucha esperanza en el año ´89; muchos también creímos el nacimiento del uno a uno como un arma antiinflacionaria podía ser el freno de las desgarradoras crisis que había vivido la Argentina en el ´88, en los ´90 donde allí apareció la primera confiscación de depósitos con el Bonex. Sin embargo, cuando vimos la concepción, la filosofía neoliberal, el desprecio por lo argentino y el querer colocarnos en la división del trabajo mundial como un país de servicios, entramos a alertarnos fuertemente.

Uno tiene siempre que tener una alta capacidad de autocrítica, y siempre, donde voy, le digo a todos los argentinos que lamento profundamente que la estructura, el nombre de la estructura partidaria en la cual milité toda la vida, haya servido de puente en los ´90 para llevar adelante un proyecto neoliberal que fue un modelo de exclusión y de quiebre de la industria, de la empresa y el comercio nacional. (APLAUSOS)

Siento profundo dolor, pero tenemos que asumirlo porque así fue, para no volver a repetir ese tipo de historias, porque no importa cómo se pueda llamar o que nombre pueda tener en cada circunstancia o en cada momento histórico, lo importante es que sea nacional, esto es lo central. (APLAUSOS).

Cuando juré el 25 de Mayo de 2003, me quedé con mis pibes y la actual Presidenta; en ese despacho grande, Osvaldo, Enrique, que carga tantas presiones con las personas que están allá adentro, nos abrazamos fuertemente y les dije a mis hijos y a mi compañera de toda la vida y pensando en el viejo que ya no estaba, que no iba a dejar mis convicciones y mis principios de toda la vida, para tratar de durar de cualquier forma. Les puedo asegurar que al otro día, tuve una Plaza de Mayo llena, una Plaza de Mayo sufriente, donde había miles de trabajadores, seguramente empresarios, comerciantes, industriales y ahorristas argentinos que habían creído en el invulnerable sistema nacional, que habían ahorrado y habían perdido algunos hasta la propia indemnización de su trabajo, o la pensión, o el ahorro que le quedó del familiar fallecido que le correspondía por pensión, por seguro de vida, en un acto de voracidad increíble amparados por el Estado, habían creado ese famoso “corralito” que realmente le pasó, limpió, se quedó con el trabajo, con horas de trabajo de todos los argentinos sin ningún tipo de piedad, en una de las actitudes más irresponsables, impiadosas que hemos visto en la historia argentina, habernos quebrado el sentido de saber ahorrar para invertir, para transformar y cambiar, eso nunca más tiene que suceder en la Argentina. El ahorro argentino y el trabajo argentino deben ser intocables, cualquiera sea el que le toque gobernar esta Patria. (APLAUSOS)

En los primeros días de 2003 las reservas eran de 6.500 millones de dólares y terminamos el año con 14.400 millones de dólares. Llegamos a tener 50.000 millones de dólares y hoy tenemos alrededor de 46.000 yendo para 47.000 millones de dólares. Estamos afrontando una de las crisis mundiales más profundas que se vive desde el año ´30 y algunos entendidos dicen que aún es más profunda que la del año ´30 por la estructuración, por la globalización tecnológica y del conocimiento que ha habido en estos tiempos.

Ustedes saben como empresarios y como comerciantes que el país que si bien no es nuestro principal cliente, tiene el 25 ó el 30 por ciento del Producto Bruto Interno del mundo, que es Estados Unidos, vive la magnitud de la crisis, con gente viviendo en carpas, por darles un ejemplo, cosa que nos parece realmente insólita para nosotros, porque los argentinos lo hemos pasado a cotidiano ese tipo de circunstancias, estamos viendo que se les quebró el sistema financiero más seguro del mundo, según decían, pero evidentemente no podía suceder de otra manera. Nos llamaban nostálgicos a los que decíamos que es imposible que la plata genere plata, solamente la producción, el trabajo y la investigación pueden generar el crecimiento económico y los recursos. (APLAUSOS) Esa producción ilimitada de millones y millones de dólares expandiendo esa emisión en todo el mundo y tratando de contener -que igual la tienen- fuertemente una política inflacionaria, nadie va a dudar cuál era el dólar de hace 30 años y cuál es el valor del dólar que tenemos hoy, pero ese país quedó paralizado, se quedó mirando atónito a sí mismo pero entró a ver algo por lo que algunos nos decían nostálgicos también a nosotros. Yo les hablo con absoluta sinceridad, no creo en el capitalismo de Estado, en absoluto. No somos ni llevamos adelante modelos que respetamos en otros lugares que pueden ser socialistas o de otras características, respetamos las autonomías de todos los pueblos del mundo, porque nos gusta que nos respeten a nosotros, porque es la forma de vivir internacionalmente.

Nosotros creemos sí en el Estado, un Estado que proteja al empresario, al productor frente a la concentración económica y frente a la voracidad del Estado. ¿Qué pueden hacer ustedes o qué pueden hacer los trabajadores argentinos solamente frente al mercado? Necesitamos un Estado que sea articulador entre lo público y lo privado, pero que evite y contenga esos desequilibrios que tantas veces hizo que el trabajo argentino vaya a remate y que tantas veces hizo caer industrias que venían de tantos años de lucha y que quedaron desamparadas solas ante la voracidad del mercado. Sé que se van a volver a enojar, hay gente que conozco personalmente pero esto no es una cuestión de personas determinadas, pero sé a mi juicio personal y estoy seguro que es el juicio que tiene la Presidenta, cómo debe funcionar el sistema financiero argentino. Nuestra Presidenta está dando una batalla y va a lograr los resultados que tiene que lograr. El sistema financiero argentino ganó en el año 2008 1.780 millones de pesos con tasas absolutamente desmedidas, que rondan a veces el 26, el 30, ni hablar los descubiertos, ni hablar lo que eran los cheques a fecha o diferidos, como se llaman ahora, ni hablar que ahora han bajado un poquito pero evidentemente ellos tienen que entender y se tienen que reunir con el empresariado nacional argentino, para tener tasas que le den rentabilidad pero que a su vez le den la posibilidad a que nuestros comercios, nuestras empresas y nuestras industrias tengan la competitividad necesaria interna y externa de poder funcionar. (APLAUSOS)

Fíjense ustedes la renegociación de la deuda que hicimos nosotros; ahorramos 70.000 millones de dólares en la renegociación de la deuda interna privada. A mí me tocó ir a España apenas empecé el gobierno, me dicen, se enoja, no se enoja. Cuando usted está ante semejantes intereses o defiende a la Argentina o la entrega a la Argentina, es decir, no hay alternativa de tener un pie en cada lado. (APLAUSOS) Se imaginan ustedes, me senté allí y había un empresario de España que falleció lamentablemente, el señor Cuevas y me dijo: la verdad es que nosotros de educados lo atendemos señor presidente, porque usted recién empieza, pero el default, la situación en que se encuentran nuestras empresas en la Argentina después de las inversiones que han hecho. Y yo que recién empezaba la gestión le dije, discúlpeme señor Cuevas, presidente de las entidades empresarias españolas, pero ustedes nunca ganaron tanta plata en la Argentina como cuando se remató el patrimonio nacional. (APLAUSOS) Ustedes transferían con el uno a uno, ustedes lo saben bien, rentabilidades todos los años, un peso un dólar en el exterior no dejando un solo peso de inversión en la Argentina, por eso se cayó Aerolíneas, por eso se cayó Aguas Argentinas, por eso se cayeron varias de las empresas de servicios, casi nos quedamos sin línea de bandera, pero la Presidenta decidió poner en marcha Aerolíneas Argentinas; no es, como dicen algunos, si perdemos un peso más o un peso menos, gracias a Dios ya se están comprando aviones nuevos, lo fundamental, ustedes que son empresarios de toda la Patria saben que la tarea fundamental de una línea de bandera es la conectividad, unir desde Jujuy a Tierra del Fuego para que pueda funcionar toda la estructura institucional, social y económica del país. Esa es la rentabilidad que queremos los argentinos, porque esa rentabilidad permite funcionar el país, me lo decían los intendentes de Mar del Plata, de El Calafate, de Iguazú que garantizados los vuelos rápidamente se entra a repotenciar toda la cadena turística que es central y esencial.

El mercado interno, Osvaldo, los argentinos hemos crecido un 66 por ciento, los ofrecimientos más importantes de los últimos 200 años. ¿Saben cuánto de ese 66 por ciento se debe al mercado interno? El 43, 44 por ciento, el resto a las exportaciones que también son muy importantes y son necesarias para la Argentina, pero el 43 por ciento se debió al mercado interno y esto es central. Ahora ese mercado interno, esa Argentina, tiene que lograr un equilibrio, tiene que consolidar un empresariado nacional, necesitamos urgentemente a los empresarios nacionales, porque acá cuando a veces dicen que faltan ideas en la Argentina, seguramente que faltan muchas ideas y que a algunos les interesa llegar a la conducción del Estado de cualquier forma, pero también le faltan ideas a sectores del periodismo y también es necesario que aparezca definitivamente aparte de la estructura de los trabajadores argentinos que volvieron a aparecer con la aparición del trabajo, que definitivamente tengamos centrales empresarias nacionales grandes y plurales que tiendan a fortalecer un proyecto nacional que vaya más allá de coyuntura histórica o el tiempo partidario. (APLAUSOS)

Un tema que es central es el tema del valor agregado. Ojalá haya mucha producción primaria en la Argentina y mucha rentabilidad, pero es muy importante que esa producción primaria tenga elaboración, tenga investigación, tenga trabajo, tenga conocimiento y tenga trabajo argentino de nuestros pibes y pibas. A veces algunos no lo entienden pero voy a tratar de ser lo más explícito posible. En el año 1910 Argentina estaba en estado de sitio, éramos grandes productores del mundo, había un grupito de argentinos que vivía muy bien y el resto estaba muy mal y los que protestaban contra el sistema estaban detenidos. Nosotros queremos un Bicentenario donde aparte de esa producción primaria, haya gran parte de la producción primaria que tenga valor agregado para que podamos exportar al mundo valor agregado, trabajo argentino. Porque si no ¿saben lo que pasa? Si nosotros sólo exportamos la producción primaria, después terminamos importando trabajo argentino, dando trabajo afuera y sacándole trabajo a nuestros pibes y pibas. Es central el desarrollo industrial y no es contradictorio con el desarrollo armónico que debe tener con las otras actividades de la producción.

El tema de las AFJP, siempre digo que ese tema fue uno de los grandes desastres nacionales, miles de millones de dólares que nadie sabe cómo se invirtieron, cómo terminaron, dónde fueron desde 1994 a la fecha. Brasil, cuando hablan de Brasil, tuvo la visión de sus gobernantes de crear el BNS donde van todos los aportes de los trabajadores brasileros, que promueve el desarrollo de la industria y empresa brasilera y genera trabajo y todas las centrales obreras brasileras lo apoyan fuertemente, porque saben igual que las empresarias. Acá en la Argentina nosotros vivimos y tuvimos la posibilidad en algún momento de tener el Banco Nacional de Desarrollo, y lamentablemente por esas cosas de la historia o por las picardías de tres o cuatro sinvergüenzas destruyeron un instrumento que era vital para el desarrollo económico argentino.

La recuperación de la administración de los fondos de nuestros jubilados, de los fondos de los argentinos tienen que tender a cuidar esos fondos, a darle rentabilidad pero a no generar un mercado de capitales para servir a inversiones que no tienen que ver globalmente y realmente con la Argentina, a crear un mercado de capitales interno que paulatinamente vaya promocionando con un crédito barato la actividad económica, comercial e industrial de nuestra Patria y de nuestra querida Argentina.

Dios quiera que con la evolución de la ANSES, con el manejo correcto de estos fondos en el tiempo a través del Consejo Económico Social o lo que acuerden señores empresarios con la Presidenta, podamos convertir definitivamente esa administración de esos fondos en un BNS como en Brasil, que nos permita desarrollar con fortaleza, con decisión, con capitales que nos abaraten absolutamente el crédito, el desarrollo de nuestra industria nacional. La industria nacional es fundamental, porque nosotros con memoria hablamos de dónde estábamos, hablamos de lo que hicimos. Cuando uno camina las calles sabe perfectamente que falta muchísimo por hacer, pero también es muy importante reflexionar cómo tenemos que hacer, qué tenemos que hacer y cómo hacer lo que viene en la etapa que fundamental y central, para aprender la lección de la historia que nos devuelva la construcción definitiva de la clase trabajadora, una clase media con movilidad ascendente y un empresariado nacional que sea el vértice junto a la clase dirigente argentina, política y de todos los sectores, de la investigación, de la intelectualidad que puedan dar las respuestas al modelo evolutivo que es un modelo evolutivo permanente. No tenemos que ser dogmáticos, el mundo evoluciona permanentemente.

Fíjense ustedes, así como digo que Cristina tiene en claro que le toca profundizar el modelo, que tiene en claro que tiene que profundizar la inversión, en la conducción de la industria nacional, en la distribución del ingreso, en que no se consolide la concentración económica en la Argentina. Siempre digo que ella no ha tenido la suerte que tuve yo de tener un vicepresidente que me ayude permanentemente, pero va a tener la suerte de tener un presidente de los Estados Unidos como Barack Obama que tiene una comprensión del mundo diferente y eso para los argentinos es muy importante. Por lo menos a mí me da muchísimo optimismo, porque nuestro problema no es con Estados Unidos sino con las políticas que se implementaban allí. Creo que Barack Obama entiende el proceso evolutivo del mundo y nos coloca a los argentinos ante una oportunidad excelente de tener una relación muy importante con el primer país del mundo, para construir el crecimiento económico en la región y en la Argentina. (APLAUSOS)

Fíjense ustedes, lo que decía Osvaldo, necesitamos un Ministerio de la Producción y de la Industria que siga haciendo lo que está haciendo. Nosotros tenemos que proteger nuestra industria nacional, pero no desde el viejo sentido que les quieren dar algunos proteccionistas ineficientes. Duele de algunas escuelas económicas que tengan este desprecio por la mano de obra y la inteligencia argentina respetada en todo el mundo que tratan de despreciarla para obtener rentabilidades que no corresponden. Nosotros, fundamentalmente, esencialmente tenemos que avanzar en esta etapa evolutiva en la construcción de la estructura industrial argentina. Estamos contentos con todas las inversiones industriales que han llegado, pero quienes han venido y vendrán a invertir en la Argentina van comprendiendo, comprenden y van a comprender porque lo hemos conversado muchísimas veces con ellos, que acá definitivamente, para dar un ejemplo, es necesario en esta etapa, Osvaldo, Enrique, consolidar la industria del autoparte argentino que es central en trabajo, en producción y en el crecimiento de nuestro Producto Bruto Interno, de nuestra industria, para que de una vez por todas lo que podíamos haber tenido hace 30, 40 ó 50 años lo tengamos y podamos construir un automóvil argentino con trabajo argentino, inteligencia argentina y autopartes argentinos para que definitivamente no tengamos que importar más lo que podemos producir en la Argentina. (APLAUSOS)

Tenemos que activar nuestra fábrica de aviones en Córdoba; está la posibilidad de hacer un trabajo de asociación con Embrear de Brasil que nos permitiría importar tecnología, recuperar el tiempo perdido y empezar a desarrollar la industria de la aviación donde la Argentina hace muchísimos años era punta en Latinoamérica y por ese desprecio a la industria llegamos a donde llegamos; esto es central y fundamental. Tenemos que crear funcionamientos de la relación de consumo, venta, compra y funcionamiento estructural de la economía y de la industria argentina adecuados a la etapa en que estamos; pasado todo este tiempo electoral, hay que sentarse a conversar cómo vamos a hacer funcionar definitivamente en esta etapa, porque siempre hay que acompañar los espacios evolutivos, todo el sistema estructural, institucional y normativo que hace al desarrollo del trabajo, de la industria, del comercio, de las empresas, que se adecuen al fortalecimiento de nuestras pymes que son las grandes generadoras de trabajo en la Argentina, de nuestras pymes que muchas de ellas durante mi gestión -espero que este proceso de regularización ayude- generaban y producían trabajo y quedaban en negro por toda la historia anterior, por lo que había pasado, por las famosas impugnaciones que se hacían porque tenían tal crédito, debían tal tema, tienen tal u otro tema, es decir, la imposibilidad de poder salir del negro para desarrollarse cuando tenía toda la potencialidad. Tenemos que terminar dándoles la posibilidad de que puedan trabajar en blanco y que tengan posibilidades de rentabilidad para generar trabajo, empleo y ser poleas claras del modelo productivo con inclusión, como no gusta llamar nosotros a este modelo que llevamos adelante.

Hay que llevar adelante la ley de ART, pero esta es una responsabilidad institucional, se ha avanzado bastante entre el Estado y los grupos empresarios. Es muy importante también la funcionalidad de la Justicia, para que nadie se encuentre después con una ley RT que no sirve para nada; tiene que ser una ley de ART que cuando sale, nadie se encuentre después con una sorpresa extraña, porque las normas se interpretan de una manera distinta a lo que quiso sancionar el legislador. (APLAUSOS) Es muy importante, la Presidenta está avanzando en este tema; también la opinión con claridad que tienen otros poderes del Estado para que esa ley de ART termine con las angustias o la posibilidad de que un determinado hecho los termine quebrando, como explicaba recién nuestro presidente.

Tenemos que desarrollar integralmente la Argentina, pero acá ustedes tienen un rol central y fundamental. Yo no tengo nada contra ninguna entidad empresaria, pero es fundamental que la misma democracia que se necesita para funcionar institucionalmente el país, que se tenga en el campo empresario. No puede ser que las voces más fuertes muchas veces sean de aquellos que más poder y más fuerza o más desarrollo económico han tenido por las distintas circunstancias de la Argentina. Necesitamos con fuerza poder hablar con dirigentes de centrales empresarias como lo estamos haciendo hoy, que en forma democrática y amplia en la Argentina puedan expresar la voz y el sentir de todos los sectores del país, sin que por allí pequeños sectores traten de utilizar las estructuras empresarias para consolidar espacios pequeños de poder o para tratar de obtener o consolidar el marco de la concentración económica. Porque es muy importante tener en claro que -yo digo- cuando se vota se eligen quienes gobiernan, cuando se ejerce el periodismo con pluralidad y crítica constructiva, es para ayudar al funcionamiento de la democracia, pero no para tratar de ser un elemento de presión para gobernar como pueden creer ciertos sectores que pueden ejercer la prensa en la Argentina. Por el contrario, es muy importante que sea plural, amplio y que todo el mundo se pueda expresar, los que piensan igual, diferente y demás pero que no haya que pasar por el visto bueno de aquellos que más poder puedan detentar en la prensa para poder ejercer determinadas circunstancias y situaciones, por eso es muy importante tener una amplitud democrática muy fuerte.

Y también, a los sectores empresarios que son sectores de intereses como los de los trabajadores, es muy importante una vez que se votó en la Argentina, el rol institucional que tienen, pero no el rol corporativo, sino el rol de poder combinar la creatividad, la imaginación, el trabajo, la visión y la inversión de la empresa con el trabajo y el Estado, para construir un modelo nacional que nos contenga a todos. Ese es el gran desafío que nosotros tenemos que lograr y es lo que la Presidenta permanentemente ha tratado y lo seguirá haciendo buscando un espacio, un lugar, como se llame, se le dice Consejo Económico Social o como se le diga, pero que definitivamente tengamos como tienen los países del mundo que funcionan, un lugar que después de las elecciones se va discutiendo permanentemente el funcionamiento del país para tratar de cometer la menor cantidad de errores y entre todos sintetizar la mayor cantidad de aciertos. (APLAUSOS)

Por eso, esto hay que abrazarlo con una gran pasión. Yo les puedo asegurar que si voy a la Cámara de Diputados de la Nación, voy con una clara vocación de defender estas ideas. Lo hice desde que me tocó ser intendente, cuando me tocó ser gobernador o presidente, lo hice con la misma fuerza que lo quiero hacer desde allí. Les puedo asegurar que creo profundamente en la democracia, creo en la institucionalidad del país, sueño con se califique y mejore día a día, pero sé que no va a haber democracia permanente, instituciones permanentes y mejoramiento permanente, si no consolidamos un modelo de desarrollo nacional productivo con inclusión, que nos de la posibilidad de construir un capitalismo con decisión nacional que nos permita a los argentinos realizarnos en nuestras posibilidades, en nuestras ilusiones y en nuestras visiones que tenemos de este país. Ese es el camino que tenemos que vivir, integrados a Latinoamérica, no caer en visiones retrógradas por problemas que puedan existir, por problemas que aún teniendo la razón se puedan tener, porque alguien pueda tener un problema pedir que alguien sea excluido de algún lugar. Fíjense que desde 1962 Cuba no estaba en la OEA y ahora vuelve a la OEA. Tratar de sacar a alguien de un lugar porque en un tema no se puede estar de acuerdo, me parece que es una decisión absolutamente retrógrada. (APLAUSOS)

Hay que respetar las autonomías, consolidar el diálogo con Estados Unidos. Dios quiera que le vaya muy bien al señor Presidente de los Estados Unidos; reiterar un diálogo maduro y distinto con la Unión Económica Europea y consolidarnos en nuestra relación con los países emergentes, pero no regalando nuestro mercados, nuestro mercado interno. Tenemos que tratar y ganar fortaleza interna y seguir con el trabajo que están llevando ustedes con el Ministerio de Producción, porque cuando nos descuidamos nos quieren llenar de chucherías el país y eso no puede ser. Nosotros tenemos que cuidar la industria nacional como corresponde, la industria textil, la industria del autoparte, el espacio de nuestros comercios, y los consumidores argentinos aprender. Cuando nos venden algo barato que ni siquiera cubren los costos, empieza el principio del fin; creemos que estamos haciendo un gran negocio, porque a veces nos llevan a un nivel de individualismo que nos hace perder la solidaridad, pero después cuando vemos lo que pasa que ese producto barato va terminando la producción y el trabajo de fábricas y de empresas argentinas, es empezar a perder el propio trabajo; creer que uno está haciendo un ahorro comprando algo que no puede costar lo que cuesta, es no darse cuenta que viene de lugares donde no se respetan a veces ni las más mínimas normas laborales. Acá en la Argentina paulatinamente, gracias a Dios lo vamos haciendo entre todos a pesar de toda la crisis que tuvimos.

Por eso, qué hicimos, qué hacemos, qué tenemos que hacer, cómo tenemos que sintetizar la verdad relativa de cada uno para encontrar la verdad superadora que nos contenga; cómo tenemos que plasmar un proyecto plural, no sectario y no dogmático, cómo tenemos que entender la dirigencia política que cuando se discuten las elecciones, se discute la iniciativa política pero después hay que sintetizar al país real, porque si no ahí empieza la desconexión entre el país real y la dirigencia política que cree que el solo hecho de ganar una elección, le da la posibilidad de creer que desde el punto de vista de la adicción sectaria que se puede tener, olvidarse de los sectores de la inteligencia, del conocimiento y de la producción. En este país de servicios que se quiso construir se le llegó a decir a una científica argentina que vaya a cocinar, en un acto de machismo insostenible pero también en un acto de daño moral e intelectual para la Argentina, se le dijo que se colocara un delantal, con todo el respeto por los delantales y por la tarea que podamos realizar nosotros o nuestras compañeras o nuestros hijos en la cocina, se le dijo despreciativamente que vaya a la cocina y que deje de estudiar e investigar por la Argentina. Hay que poner dinero en la investigación e investigar, porque cuanto más investiguemos más vamos a tener una industria de punta.

Yo les quiero agradecer profundamente esta posibilidad. Creo que la Argentina tiene que tener coraje y decisión. Creo que hay que proteger, clarito esta palabra que a tantos les molesta, pues a uno lo acusan de proteccionista, esto no…no…hay que proteger y ustedes entienden bien la palabra del diccionario “proteger” al trabajo, a la producción, a la industria, a la empresa nacional y a las pymes definitivamente con acciones reales y concretas. (APLAUSOS)

Seguramente ustedes van a tener la oportunidad de poder tener una asamblea de este tipo con la señora Presidenta para profundizar este tema y para avanzar en lo que ella está absolutamente decidida a hacerlo, en la construcción de ese capitalismo inclusivo, con decisión nacional, con visión industrial.

Qué alegría cuando uno visita una industria nacional, una empresa nacional, cuando se va levantando, se va construyendo, qué alegría la del empresario que dice: estoy recuperando la empresa del viejo o de la vieja, porque hay muchas empresas de familias que han vuelto a recuperar su historia. Esto es tremendamente importante, son satisfacciones muy grandes. (APLAUSOS)

También hay que entender que somos seres humanos; vivimos, lloramos, sufrimos y gozamos, no somos seres extraterrestres; acertamos y nos equivocamos; seguramente de cada diez cosas, en seis nos equivocamos; a veces nos cuesta entender la proyección, la perspectiva, el tiempo que viene. Por eso quien se dedica a esta actividad lo tiene que hacer estudiando permanentemente, reflexionando y escuchando pero también defendiendo con pasión las ideas, porque tampoco, entre comillas se va a defender la Argentina siendo lo que para algunos es lo que se debe ser, políticamente correcto. La Argentina se cansó de tener hombres muy prolijos y mujeres muy educaditas, pero se inclinaban cada vez que tenían que defender los intereses argentinos.

Yo le pido disculpas al país; yo muy prolijito no soy, políticamente correcto no soy, es así uno es como es, pero les puedo asegurar que mientras tuve que representar a mi Patria y defender los intereses de la Argentina, nunca incliné la bandera ni el corazón de los argentinos. Siempre puse lo que tenía en mis manos para defender los intereses de la Patria.

Muchísimas gracias, muchas gracias por compartir este momento, con fe, con esperanzas, con ilusiones en el trabajo y en la industria nacional, en la pluralidad, en la visión de ideas. Gracias. (APLAUSOS) (Agencia Paco Urondo)

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