“Ni un día más” debería ser la consigna de cualquier demócrata que reuniera dos condiciones básicas: inteligencia y honestidad. Ni un día más con una ley de radiodifusión de la dictadura militar más genocida que haya gobernado este país, y que después fue retocada (para mal) en la Segunda Década Infame, la del neoliberalismo menemista. La que permitió que hoy el poder financiero internacional sea el dueño hoy de la construcción de la realidad a través del monopolio de la palabra en los medios de comunicación.
Ni un día más porque es una vergüenza para la sociedad argentina, pero sobre todo para los diputados y senadores de la Nación, sean del partido que sean, que sigamos teniendo dos leyes fundamentales para el funcionamiento democrático, como las de radiodifusión y la de entidades financieras, al servicio de la oligarquía y en contra del pueblo. Es así de simple, así de cortito, y no por casualidad, son esas dos leyes, porque hoy los medios son del poder financiero. Antes, para bien o para mal, las empresas periodísticas eran de familias, de personas de carne y hueso (los Noble, los Mitre, los Remonda, los Calle, los García Hamilton, etc). Hoy son de grupos de inversión, es decir, de especuladores que ni siquiera son argentinos. Decir que el Grupo Clarín es argentino es por lo menos inexacto, sabiendo quién es Goldman Sachs por dar un ejemplo. Esto vuelve el poder mediático un apéndice del poder financiero internacional, un poder cada vez más oculto, cada vez más anónimo y por lo tanto, cada vez más fuerte y más antidemocrático.
Por todo esto, cada día que pasa con la ley de la dictadura que sigue permitiendo eso, y al mismo tiempo impidiendo que en un pueblo o ciudad donde están estos vampiros de la comunicación no pueda una cooperativa o un movimiento social instalar su canal o su radio, es simplemente una vergüenza.
Sin embargo, es cada vez más sorprendente la capacidad camaleónica de los diputados nacionales (sobre todo los de Córdoba, que es lo que nos ocupa en esta columna) para buscar argumentos que los justifiquen en elegir la vergüenza en contra de la dignidad que sería votar YA una nueva ley que seguramente no será perfecta, y que luego se podrá modificar y reformar con esta o con la próxima conformación del Congreso Nacional.
La semana pasada y ésta fueron decisivas porque hablaron los diputados y también la gente que se acercó a las audiencias públicas. Sin embargo, la sociedad viene debatiendo este tema desde hace cinco años, cuando en 2004 se conformó la “Coalición por los 21 puntos”. Eran 21 puntos porque en ese momento la vergüenza llegaba a 21 años, desde 1983 cuando recuperamos la democracia. Hoy la vergüenza llega a 26 años y encima.
La intención del gobierno nacional es que este proyecto se trate en el pleno de Diputados el miércoles que viene (23 de setiembre) para que luego pase al Senado. Y a pesar de que todo indica que sería aprobado en la Cámara baja, la vergüenza se multiplica en el caso de los cordobeses, porque todo hace prever que la mayoría de nuestros representantes votarán en contra. Por supuesto, no tendrán la valentía de decir que están al servicio de los intereses de los poderosos, y buscarán argumentos falaces y hasta infantiles.
Las excusas de la vergüenza son dos principalmente: que no se ha discutido lo suficiente y que lo tiene que discutir el próximo Congreso.
De los 18 diputados cordobeses, sólo cinco votarían a favor de la nueva ley: Patricia Vaca Narvaja, Nora Bedano y Alberto Cantero (Frente para la Victoria), Cecilia Merchan (Libres del Sur), Francisco Delich (Frente Cívico y Social), y hay que ver todavía Griselda Baldata (ARI), que se había comprometido pero por ahora no ha hablado.
A los que no se les ha escuchado ni un suspiro es a Beatriz Halak y Jorge Montoya (PJ), Mario Ardid (Frente Cívico), Silvia Storni, Heriberto Martínez y Héctor Del Campillo (UCR) y César Albrisi (de Rodríguez Saá).
Pero los que ya han anticipado sus críticas al proyecto o al momento, son Arturo Miguel Heredia (PJ), Norma Morandini (Frente Cívico), Juan Carlos Vega (ARI), Laura Sesma (socialismo) y Oscar Aguad (UCR).
Veamos con qué argumentos:
Arturo Miguel Heredia: desaprovechó todo el tiempo que tuvo en el debate de comisiones (televisado el jueves de la semana pasada) pavoneándose, diciendo que todos los gobernadores cordobeses lo habían querido y felicitado cuando era periodista. Claro, si nunca incomodó a nadie. Reconoció que fue un pilar de Cadena 3, una de las empresas periodísticas más concentradas, lo cual en sí mismo lo debería invalidar (al menos moralmente) para intervenir en la discusión del tema. Pero lo peor fue cuando en diálogo con Jorge Martínez (Radio Mitre/ Grupo Clarín) llegó a decir textualmente: “Tendremos que decidir acá en el Congreso, porque todos esos foros que se hicieron fueron truchos. Lo repito por si alguien no escuchó: fueron truchos”. Esta sin dudas es la ignominia más grande de los últimos tiempos, la falta de respeto más grande de un político para con sus representados. En este caso, Heredia (una vergüenza igual ahora como político que lo que fue en su tiempo como periodista) insultó a miles y miles de argentinos que vienen participando de los foros por una ley de radiodifusión de la democracia, desde 2004: políticos, sindicalistas, estudiantes, expertos en comunicación, movimientos sociales, cooperativas, organismos de derechos humanos y militantes de lo más variado. Debería pedir perdón señor Heredia, por semejante barbaridad que dijo. Pero no lo va a hacer porque lo peor es que lo piensa.
Norma Morandini: no sabernos si piensa igual que Heredia, pero dijo algo parecido aunque en forma menos grotesca. En diálogo con Radio Nacional Córdoba se despachó con un argumento similar: “Este proyecto ha andado por todo el país menos en el ámbito natural donde se debe discutir que es el Congreso de la Nación, donde estamos los representantes del pueblo”. Está claro cuál es el concepto de democracia en este caso, una democracia delegativa y representativa y un profundo desprecio por la democracia participativa.
Juan Carlos Vega: dijo a La Voz del Interior que “el proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual que impulsa el kirchnerismo incluye un artículo que abriría la puerta a una eventual extranjerización de los medios”. Vega dijo que en la última parte del artículo 14 del proyecto figura una cláusula que establece excepciones a las restricciones que hoy se imponen para otorgar licencias de explotación de medios a empresas que tengan más del 30 por ciento de su capital en manos extranjeras. Según Vega, si el proyecto de ley se aprueba con ese artículo como está, “quedará abierta la puerta para que empresas extranjeras de lo que fuere puedan venir a la Argentina y apropiarse del mensaje comunicacional y hacerlo de manera monopólica”.
Varias respuestas: sin dudas que ese punto se debe revisar, ahora o en el futuro, pero eso no invalida a la ley en su totalidad. Además, habría que avisarle a Vega que ya existe monopolio de la información y la comunicación en la Argentina y que, como decíamos más arriba, Goldman Sachs y otros dueños de los medios argentinos no son argentinos.
Oscar Aguad: “Si la Presidenta respeta la democracia y la calidad institucional, debe respetar el nuevo Congreso. La ley de radiodifusión es muy importante como para que sea tratada por un Congreso cuya composición fue cambiada por una inmensa mayoría el 28 de Junio. El Parlamento que asumirá el 10 de diciembre es el que representa la voluntad popular mayoritaria y ese debe ser el que sancione esta ley”. Un pensamiento rayano con el golpismo. ¿Es actual parlamento no representa la voluntad popular? ¿A quién representa? Con el pensamiento de Aguad, que se cierre el Congreso hasta el 10 de diciembre, o que el gobierno se vaya ya, como está acostumbrado él a hacer (lo hizo en dos oportunidades a nivel nacional y en una a nivel provincial). Pero no es así, los gobiernos y los legisladores tienen que cumplir su mandato, y trabajar hasta el último día, en representación de quienes los votaron.
“El radicalismo viene presentando distintos proyectos desde el año 1983”, agregó Aguad. ¿Y entonces por qué no la sacaron en alguna de las tantas oportunidades que tuvieron mayorías en las cámaras? ¿Será que no hubo real voluntad política?
Laura Sesma: “Es trascendental la discusión, por lo cual es importante que esa tarea sea encarada por el Congreso que quedará conformado en diciembre próximo, una vez que asuman los legisladores elegidos el pasado 28 de junio”. El mismo argumento de Aguad. Para todos los que piensan esto, sería interesante proponerles que presenten un proyecto para reformar el sistema político hacia un sistema parlamentarista como en Europa. Porque lo que ellos están queriendo es que cuando un gobierno pierde las elecciones legislativas de mitad de mandato, no gobierne más. Recordemos que les pasó a Alfonsín en 1987 y a Menem en 1997.
Por último, algo más para recordar: hace casi un año, el viernes 26 de setiembre de 2008, en la sala Regino Maders de la legislatura de Córdoba, se realizó un Cabildo Abierto sobre este tema. El encuentro fue organizado por el Foro de Radios Comunitarias (Farco), Radio Nacional Córdoba, Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA), la Escuela de Ciencias de la Información (ECI), FM Milenium, FM Sur, las revistas Umbrales y La Esquina y la delegación del Comfer local, entre otras.
Fueron invitados legisladores nacionales y al final del encuentro tres de ellas (Baldatta, Vaca Narvaja y Merchán) firmaron un compromiso público con los contenidos de los 21 puntos básicos elaborados por la Coalición por una Ley de Radiodifusión Democrática, que agrupa a más de 100 organizaciones sociales y debaten este tema desde 2004.
Laura Sesma y Norma Morandini enviaron cartas de adhesión. Será cuestión de echarle la culpa al correo de la distancia entre esas cartas de adhesión y sus actuales posicionamientos.
De cualquier modo, el próximo viernes 18, ellas y el resto de nuestros representantes, tendrán la posibilidad de debatir y dar sus posiciones de cara al pueblo. A las 20, en la Sala de las Américas del Pabellón Argentina de la ciudad universitaria, la Universidad Nacional de Córdoba y la Coalición por los 21 puntos, organiza un foro debate especialmente para los 18 diputados y tres senadores nacionales por Córboba . Ojalá se animen a ir.
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