sábado, 13 de marzo de 2010

Inflación y después…, por Jorge Tribó

Mar del Plata (Agencia Paco Urondo)

A menudo me pregunto si la inflación puede ser un límite para el actual modelo económico, ya que en los hechos, las grandes compañías formadoras de precio han tomado esta variable de ajuste, como medida re distributiva a favor de los grandes grupos económicos y como forma encubierta de ejercicio de oposición política y de desgaste del gobierno nacional, con miras a la restauración neoliberal.

Resulta obvio que a diferencia de otros gobiernos progresistas de Latinoamérica, en el caso particular de la república Argentina, la oposición neoliberal maneja resortes de poder con capacidad, para condicionar o al menos producir “ruido”, demorar o distorsionar aquellas medidas de gobierno que disminuyan (por mas mínimas que sean) el poder absoluto del que en décadas pasadas los grupos concentrados supieron ejercer.

Desde una mirada común, podemos observar que los pactos o medidas de gobierno tendientes a mantener los precios en límites razonables son asiduamente burlados por los todopoderosos grupos formadores de precio.

Como nuestro modelo económico se circunscribe en el marco de un capitalismo nacional, con intervención estatal en lo referido al ejercicio de políticas re distributivas, frente al sabotaje inflacionario, por la misma concepción de la política que se lleva actualmente a cabo, no podemos hacer lo que hace por ejemplo, el presidente Hugo Chavez en Venezuela, que simplemente “expropia” y paga a precio justo a toda aquella cadena de comercialización de artículos de primera necesidad que aumente los precios de forma indebida y con fines desestabilizantes.

No podemos expropiar, pero algo tenemos que hacer, de lo contrario, seremos nosotros (gobierno y pueblo) los que pagaremos los platos rotos y a quienes se nos endilgará la culpa de lo que otros de manera aviesa, ejecutan.

Creo que frente al límite que el gobierno nacional tiene para controlar esta oposición expresada desde la economía concentrada, aquellos que somos parte de este gobierno desde el llano y/o desde la militancia social, gremial o simplemente como inquietud de vecinos auto convocados, deberíamos organizarnos conjuntamente, para promover en cada ciudad y en cada barrio, la creación de observatorios de lucha contra el agio y la especulación que, pertrechados con listas de precios de referencia (facilitadas por Comercio Interior) para los artículos que componen la canasta básica de los hogares argentinos, puedan ser cotejados con los que realmente tienen en las góndolas de los supermercados.

Todo establecimiento comercial que suba los precios indebidamente, debería responder ante la comunidad en la que halla inserto, por su conducta anti social y ser pasibles de padecer algún tipo de sanción moral, ya sea mediante el bloqueo de sus lugares de acceso hasta que los medios de comunicación locales tomen debida nota de la conducta anti social de dicha empresa, o denuncia ante los organismos de defensa del consumidor, etc.

Creo que esta sería una de las mejores formas de defender al gobierno nacional frente a toda esta estrategia de desgaste pergeñada desde los cenáculos del poder global.

Quiero comentar finalmente, que a través de distintos medios se informó que el mejicano (?) Carlos Slim es el hombre mas rico del mundo, todos los usuarios de la empresa de telefonía celular Claro, sabemos por qué es el hombre de mayor fortuna en el planeta, razón mas que suficiente, para proponerle al gobierno nacional, que estudie la posibilidad de implementar un servicio estatal de telefonía celular, desconozco si nuestro gobierno actualmente tiene a disposición, algún satélite estatal con capacidad para brindar este servicio, con costos accesibles al bolsillo de los sectores más populares.

En caso de que la respuesta fuera negativa, bien podría proponerse a los presidentes Hugo Chávez y José “Pepe” Mujica, que evalúen la posibilidad de crear una empresa multiestatal, que brinde servicios de telefonía celular a través del Satélite estatal Simón Bolívar y en un futuro muy cercano, asociar al gobierno de Evo Morales, a través de los servicios que el futuro satélite Tupac Atari pudiera brindar.

Si este emprendimiento fuera factible, los pueblos de Latinoamérica tendríamos una empresa con capacidad de incidir en la regulación de los precios de la telefonía móvil a favor de nuestros pueblos.

(Agencia Paco Urondo)

RESPUESTA AL COMENTARIO:


Anónimo dijo...
Jorge A. Tribó, parece usted olvidar que la presidente hace más de 2 años que gobierna y su marido lo hizo durante los 4 años anteriores.

Seis años son más que suficientes para desactivar las alteraciones del mercado que permiten a los grandes actores económicos torcer el curso de la micro-economía a voluntad.

El sistema financiero sigue siendo privilegiado por el gobierno de diversas maneras. Los grandes monopolios (Repsol, Telecom, Telefónica, sólo por dar algunos ejemplos) siguen actuando sin que el gobierno haga nada para desactivarlos o exigir el cumplimiento efectivo de sus obligaciones contractuales (que han incumplido reiteradamente).

Las empresas que conforman oligopolios siguen configurando los precios de forma corporativista e incluso quitando mercaderías de las góndolas para elevar precios. Un factor importante que colabora a explicar por qué la inflación es mayor sobre los productos de la CBA, es que existen unas pocas grandes cadenas de hipermercados (oligopolio) que pueden fijar precios a su antojo.

Sr. Anónimo:
Lo que usted quiere ver, no le permite ver las razones por las que el kirchnerismo consiguió enemigos tan formidables como la Sociedad Rural, el radicalismo en su peor version (Cobos, Morales) sectores del partido justicialista que se hallan identificados con el neoliberalismo, que en realidad, en su esencia es antiperonismo) y sectores extrangerizantes de la Union Industrial Argentina, por solo mencionar a algunos de la larga lista de representantes de la larga noche neoliberal
Desgraciadamente, los Kirchner no vienen de las FFAA como Hugo Chavez, si hubieran hecho alguna de las medidas de alta profundidad que hizo este, hace rato que hubiera ocurrido aquí, lo que recientemente ocurrió en Honduras.
De todas maneras, si usted me entendió bien, lo que propuse, es que el pueblo tome el tema de la inflación en sus manos, más allá del gobierno y hasta usted puede participar, pero no tirando piedras al gobierno, sino movilizándose contra los oligopolios que practican la usura. ¿acaso usted cree que el gobierno es tonto y en vísperas de un año electoral, le interesa atentar contra el poder adquisitivo del pueblo trabajador? ¿A quien le conviene la inflación desestabilizante?


Continua usted:

Además del petróleo, muchos otros recursos naturales se siguen regalando al sector privado multinacional sin siquiera exigir que las empresas que los explotan aporten al estado un porcentaje razonable de sus ganancias (minería, pesca...).

Sr. Anonimo:
Desconozco cuanto aportan actualmente las empresas petroleras por regalías en la Argentina, de todas maneras, me siento identificado como uno mas de los cientos de miles de kircneristas que planteamos profundizar el actual modelo, si por mi fuera, estatizaria al menos el 51% de los activos en hidrocarburos y minería, estudiaría el modelo aplicado por Evo Morales, Rafael Correa, Ignacio “Lula” da Silva y Hugo Chavez en esta materia y trataría de adecuarlo a nuestra realidad, pero para que ello sea posible, el pueblo argentino tiene que estar organizado y movilizado a efectos de poder sustentar estas políticas.

Usted continua:

Los impuestos distorsivos siguen vigentes y la tan mentada reforma fiscal nunca llega (y mire que la política impositiva constituye una herramienta increíblemente efectiva para llevar a cabo una justa distribución de la riqueza). Mientras todos el que tiene una vivienda se ve obligado a pagar impuestos (y no se salvan ni siquiera quienes tienen ingresos que ni siquiera le alcanzan para sobrevivir) y los argentinos indigentes y pobres pagan 21% de IVA igual que los ricos, hay grandes empresas argentinas y multinacionales que no pagan impuesto alguno.

Sr. Anónimo:
Seria bueno que diga quienes son los evasores, yo los desconozco, pero recuerde que pasó cuando el gobierno quizo aplicar una política impositiva re distributiva a través de las retenciones.
Usted continua:

El gobierno K decidió subsidiar a las empresas que proveen servicios públicos en vez poner ese dinero en el bolsillo de la gente. Es evidente el toma y daca, el gobierno otorga subsidios de varios millones por varios años a determinadas empresas y éstas le pasan las valijas rebosantes de dólares a los funcionarios designados para realizar esas transacciones.


Estimado:
No se si es una diferencia de concepto o mala leche, Gracias a los subsidios, muchos sectores populares pueden desplazarse, productores rurales conseguir gasoil a costo competitivo, y mucha gente pudo pagar los servicios públicos que de otra manera no se hubiera podido hacer, muchisima gente pudo tener acceso a una vivienda, educación o a coberturas de seguros que de otra manera hubiera sido imposible y conste que mas allá de esto, creo que hay que auditar las cuentas de dichas empresas para ver hasta que punto, algunos no se han pasado de vivos, habría que ser bien estrictos en el tema.

Usted continúa:
Las sucesivas devaluaciones colocaron en situación de indigencia o pobreza a millones de argentinos para sostener la rentabilidad de las empresas y facilitar las exportaciones.
Sr. Anónimo:
No mezcle el agua con el aceite, ahora esta hablando de Videla, Alfonsin, De la Rua, Duhalde, Cavallo, Fernandez, Lopez Murphy, etc.

Continua:
Esto es muy claro, las devaluaciones implican que la competitividad de las empresas exportadoras se basa en la mano de obra barata (que se paga en pesos) de los cabecitas negros argentinos, en vez de basarse en la eficiencia de las empresas, en la innovación tecnológica, en la inversión, y en el conocimiento.

Disculpe amigazo, pero ya empezó a hablar al pepe:
Durante décadas, el G7 compitió con nuestras exportaciones agropecuarias y mandó a la ruina a cientos de miles de pequeños productores, mediante el subsidio a su propia producción agropecuaria (la de los países del primer mundo) para transformarnos en un desierto sojero, mientras la dirigencia utilizaba los argumentos que usted esgrime.
Como usted sabe, China, el gran motor de la economía mundial, creció a tasas chinas, porque mantuvo devaluado el Yuan y así aumentó su competitividad, lo que hay que aclarar, es que usted puede ganar U$S 50 al mes, pero puede vivir bien, si se vive bien con U$S 40 y puede ahorrar U$S 10, precisamente, lo que quiere el guitarrero de Angeli, es todo lo contrario, atar los precios del mercado interno al mercado internacional.

Continúa usted:

Las devaluaciones junto a las evidentes alteraciones en el mercado (que debería tender a ser un mercado de "competencia perfecta") y la corrupción explican la mayor parte de las expectativas inflacionarias.

Sr. Anonimo:
Supongo que usted llama “devaluaciones” a la inflación generada por las grandes corporaciones formadoras de precio, la corrupción está en la usura y esa es la causa de las expectativas inflacionarias impulsadas por los grupo Clarín y Nacion.

Continúa:
Paradójicamente este sistema permite que el gobierno goce de una macro-economía relativamente saludable y, en consecuencia, de ingresos fiscales que le permiten sostenerse y solventar sus políticas de auto-sustentación.

En definitiva, si existen sectores de la economía que son muy poderosos es porque en seis años no hicieron nada para equilibrar un mercado argentino que está lleno de vicios y no lo harán nunca porque en ello está su negocio. El gobierno se queja de ellos ahora, sólo porque algunos se les han vuelto en contra.
Sr. Anónimo,
En que quedamos, ¿ahora resulta que la política macro económica la dicta el sistema y no el gobierno?, ¿entonces, por qué el sistema no permitió una economía saludable para Alfonsin y De la Rua?
¡Que poca memoria tiene usted!, ¿se olvida que pasó cuando quisieron redistribuir el ingreso mediante la aplicación de la 125? o la contraofensiva mediática a partir de la ley de medios?, estos dos hechos serían suficientes para la reflexión
Jorge Tribó

2 comentarios:

  1. Jorge A. Tribó, parece usted olvidar que la presidente hace más de 2 años que gobierna y su marido lo hizo durante los 4 años anteriores.

    Seis años son más que suficientes para desactivar las alteraciones del mercado que permiten a los grandes actores económicos torcer el curso de la micro-economía a voluntad.

    El sistema financiero sigue siendo privilegiado por el gobierno de diversas maneras. Los grandes monopolios (Repsol, Telecom, Telefónica, sólo por dar algunos ejemplos) siguen actuando sin que el gobierno haga nada para desactivarlos o exigir el cumplimiento efectivo de sus obligaciones contractuales (que han incumplido reiteradamente).

    Las empresas que conforman oligopolios siguen configurando los precios de forma corporativista e incluso quitando mercaderías de las góndolas para elevar precios. Un factor importante que colabora a explicar por qué la inflación es mayor sobre los productos de la CBA, es que existen unas pocas grandes cadenas de hipermercados (oligopolio) que pueden fijar precios a su antojo.

    Además del petróleo, muchos otros recursos naturales se siguen regalando al sector privado multinacional sin siquiera exigir que las empresas que los explotan aporten al estado un porcentaje razonable de sus ganancias (minería, pesca...).

    Los impuestos distorsivos siguen vigentes y la tan mentada reforma fiscal nunca llega (y mire que la política impositiva constituye una herramienta increíblemente efectiva para llevar a cabo una justa distribución de la riqueza). Mientras todos el que tiene una vivienda se ve obligado a pagar impuestos (y no se salvan ni siquiera quienes tienen ingresos que ni siquiera le alcanzan para sobrevivir) y los argentinos indigentes y pobres pagan 21% de IVA igual que los ricos, hay grandes empresas argentinas y multinacionales que no pagan impuesto alguno.

    El gobierno K decidió subsidiar a las empresas que proveen servicios públicos en vez poner ese dinero en el bolsillo de la gente. Es evidente el toma y daca, el gobierno otorga subsidios de varios millones por varios años a determinadas empresas y éstas le pasan las valijas rebosantes de dólares a los funcionarios designados para realizar esas transacciones.

    Las sucesivas devaluaciones colocaron en situación de indigencia o pobreza a millones de argentinos para sostener la rentabilidad de las empresas y facilitar las exportaciones. Esto es muy claro, las devaluaciones implican que la competitividad de las empresas exportadoras se basa en la mano de obra barata (que se paga en pesos) de los cabecitas negros argentinos, en vez de basarse en la eficiencia de las empresas, en la innovación tecnológica, en la inversión, y en el conocimiento.

    Las devaluaciones junto a las evidentes alteraciones en el mercado (que debería tender a ser un mercado de "competencia perfecta") y la corrupción explican la mayor parte de las expectativas inflacionarias.

    Paradójicamente este sistema permite que el gobierno goce de una macro-economía relativamente saludable y, en consecuencia, de ingresos fiscales que le permiten sostenerse y solventar sus políticas de auto-sustentación.

    En definitiva, si existen sectores de la economía que son muy poderosos es porque en seis años no hicieron nada para equilibrar un mercado argentino que está lleno de vicios y no lo harán nunca porque en ello está su negocio. El gobierno se queja de ellos ahora, sólo porque algunos se les han vuelto en contra.

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