viernes, 7 de mayo de 2010

Romper con la fisiocracia argentina

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, en el Buenos Aires Económico) La fisiocracia fue una escuela económica fundamentalmente francesa de mediados y fines del siglo XVIII. El principal autor de la fisiocracia fue François Quesnay, médico de Madame de Pompadour y Luis XV. Quesnay intentó analizar la fisiología interna de la sociedad de Francia para así de esta manera articular su análisis económico, filosófico y sociológico en un sistema teórico omnicomprensivo. Para esto dirigió gran parte de sus investigaciones hacia la explicación de la creación de la riqueza y el modo como ésta circulaba por las diferentes clases sociales.

Todo esto para poder comprender la manera de incrementar la prosperidad de Francia y sacarla de su estado de subdesarrollo, sobre todo en comparación con Inglaterra. La idea fundamental de Quesnay, y de toda la fisiocracia en general, era que se podía realizar distintas políticas para impedir el empobrecimiento permanente del país. Detrás de Quesnay se encolumnaron un grupo amplio de autores, como el Marqués de Mirabeau, quien trabajó junto a Quesnay y lideró la escuela luego de su muerte; Mercier de la Rivière, Letrosne, Baudeau y Du Pont de Nemours.

Según los fisiócratas, la riqueza consistía en los bienes producidos con la ayuda de la naturaleza, como por ejemplo, los productos generados en las actividades tales como la agricultura, la pesca y la minería. En este sentido, el análisis fisiocrático de la riqueza es imperfecto al restringirlo a la producción de la agricultura, excluyendo al conjunto de bienes producidos por la industria. Con esta concepción de riqueza elaboraron el concepto de producto neto, es decir, el excedente disponible por arriba del costo necesario para poder producir. Los fisiócratas pensaban este excedente como el diferencial entre los valores de uso que se habían consumido en la producción y los valores de uso que se habían producido, es decir, el producto neto consistía en la riqueza material concreta de bienes útiles.

Uno de los objetivos principales de los fisiócratas consistía en establecer las causas básicas que determinan el nivel general de la actividad económica. El producto neto se transformó en la variable principal en el esquema teórico de los fisiócratas, al considerarlo el factor básico causante de la expansión o contracción del nivel de actividad. Todo lo que incrementa el producto neto generará, según los fisiócratas, una expansión de la actividad y, por el contrario, cualquier factor que lo reduzca provocará una disminución. Por lo tanto, el objetivo principal de cualquier país sería incrementar el producto neto.

Junto con el concepto de producto neto, los fisiócratas desarrollaron la doctrina de la productividad exclusiva de la agricultura, es decir, para los fisiócratas, el sector agrícola es el único capaz de proporcionar producto neto. De esta manera, la agricultura es la única actividad económica capaz de generar un excedente disponible por encima de sus costos necesarios para producir.

En cambio, la industria, entre otras actividades, para la teoría fisiocrática era incapaz de generar un producto neto o excedente. En el sector industrial los trabajadores producen una cantidad de producto similar a los costos de producción, esto es, los bienes consumidos por los productores más las materias primas necesarias para fabricar las mercancías.

De esta manera, uniendo las diferentes partes del sistema teórico fisiocrático, queda claro que para esta escuela el nivel general de actividad económica de un país se encuentra determinado por el nivel de producción agrícola, el cual genera el producto neto. Es así como se pueden producir los círculos virtuosos o viciosos en una economía para los fisiócratas: si aumenta la producción de la agricultura se incrementa el producto neto, lo quepermitirá volver a aumentar el nivel de actividad del sector agrario; contrariamente, si se reduce la producción agraria disminuye el excedente disponible, lo cual conduciría a una nueva reducción del nivel de actividad de la agricultura y de la economía en general.

De esta concepción se desprende que para la fisiocracia las personas que trabajan en el sector industrial dependen claramente del producto neto que generan los trabajadores de la agricultura. En otras palabras, todos los individuos que viven en un país y que no trabajan en la agricultura dependen de la cantidad de bienes que los que trabajan la tierra puedan obtener por encima de su propia necesidad.
Ahora bien: el gran problema de la agricultura francesa, según los autores de esta escuela, era la falta de riqueza invertida en el campo. Por lo tanto, su mayor preocupación era eliminar los diversos factores que obstaculizaban el flujo de capital hacia la agricultura.

Así, las principales medidas propuestas por la fisiocracia tenían la intención de eliminar estos obstáculos para incrementar la productividad agrícola y con esto aumentar la producción de la agricultura. Las recomendaciones más importante de los fisiócratas para incrementar la producción de la agricultura a través de una afluencia de capital hacia este sector tenían que ver con la función del Estado y, muy relacionado a esto, con la configuración del sistema tributario. Los fisiócratas eran partidarios de la constitución de un Estado liberal. Para ellos la pobre situación de la agricultura francesa se debía en gran parte por el intervencionismo del Estado.

Entre las políticas económicas del Estado a las cuales se enfrentaron podemos mencionar ciertos privilegios exclusivos para ciertos establecimientos manufactureros, en especial a la industria productora de bienes de lujo. Estos privilegios generaban en opinión de los fisiócratas una desviación artificial del capital desde la agricultura hacia el sector industrial.

También criticaban, debido a que generaban el mismo efecto que la política anterior, las subvenciones otorgadas por el Estado a ciertas industrias, las cuales eran pagadas como resultado de una extracción del excedente generado por el sector agrario.

Ante esta situación los fisiócratas reclamaron la constitución de un Estado liberal para acabar con todos los obstáculos impuestos por el sector público que no permitían la afluencia de capital hacia la agricultura. En otras palabras, había que desmantelar todas las políticas e instituciones que implicaban una desviación artificial del capital hacia las actividades improductivas como la industria en lugar de dirigirse al sector agrícola. Por tal motivo, los fisiócratas proclamaban el laisser-faire, laisser passer (dejar hacer, dejar pasar), que se convirtió en su grito de guerra.

Estrechamente relacionado con la función del Estado, se encuentra el tema del sistema tributario, pues el instrumento más poderoso de intervencionismo estatal. Dicho de otro modo, junto al problema de la fuerte intervención estatal a través de las políticas e instituciones, existía en Francia una fuerte presión tributaria durante la época en la cual escribían los fisiócratas, como por ejemplo, bajo los reinados de Luis XIV, Luis XV y Luis XVI.

Esto también obstaculizaba, según esta escuela, la afluencia de capital hacia la agricultura, pues era este sector económico el que se veía cargado crecientemente por una multitud de impuestos con el objetivo de poder cubrir los gastos de la corona debido a que el Tesoro de Francia se encontraba en bancarrota como resultado de las distintas guerras coloniales, los extravagantes gastos de la corte y el mantenimiento de las diferentes políticas e instituciones intervencionistas del Estado.

Ante esta situación, el sector público francés se veía forzado a adoptar nuevos procedimientos de financiación del déficit, donde el más común era el incremento de la presión tributaria y especialmente sobre el sector agrícola, que además era un sector económico que se encontraba poco desarrollado y, por lo tanto, con poca capacidad de pago. Por lo tanto, la reducción del Estado permitiría la disminución de los impuestos pagados por el sector agrario, lo cual se traduciría en un aumento de la inversión agraria, del producto neto y de la economía en general.

Con el conflicto agrario desatado a partir de la resolución 125 que establecía las retenciones móviles para los productos agrarios las entidades agropecuarias desarrollaron un discurso fuertemente fisiocrático. En primer lugar, la convicción en la centralidad de la actividad agropecuaria en la economía y la idea de que la Argentina debe ser “el granero del mundo” como en el modelo agroexportador (1880-1930). En segundo lugar, el discurso fisiocrático de las entidades agropecuarias se desarrolló en torno de la visión del Estado. En efecto, para las entidades agrarias, como para los fisiócratas, el Estado es visualizado como una carga y una traba para el crecimiento económico. En tal sentido, los representantes del “campo” reclaman la reducción en la intervención estatal para retornar al libre funcionamiento de las fuerzas del mercado.

Sin embargo, para comprender la elaboración de la doctrina fisiocrática hay que volver nuevamente al contexto en el cual la fisiocracia elaboraron su cuerpo teórico. En el momento que esta escuela construía su esquema de conceptos, Francia era una economía básicamente agrícola y donde el sector industrial era fundamentalmente obra de artesanos. Los métodos de producción capitalistas sólo se aplicaban en algunas parcelas de tierra en el norte del país.

En este contexto francés, donde el sector industrial estaba todavía organizado en su mayor parte sobre bases no capitalistas, en pequeña escala y sólo una proporción muy reducida de los que trabajaban en la manufactura obtenían un excedente por encima de su subsistencia, se comprende la idea de la esterilidad de la manufactura según los fisiócratas. Por lo tanto, es entendible que esta escuela haya podido visualizar un excedente, tanto en términos físicos como en valor, únicamente en la producción del sector agrícola.

Por lo tanto, es justificado el discurso de los fisiócratas ante el contexto de Francia en el siglo XVIII. Sin embargo, es poco entendible el discurso de las entidades agrarias argentinas luego de siglos de desarrollo capitalista y la demostración de que los países centrales se han especializado en la producción manufacturera.

Economista del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP); www.geenap.com.ar (Agencia Paco Urondo)

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