viernes, 14 de mayo de 2010

"Cuando la mentira es la verdad" por Melina Perren

Rafaela(Agencia Paco Urondo)(Diario La Opinión 14/05/1)
Sr. Director:
Siento vergüenza e indignación por el comunicado del Círculo de Prensa de Rafaela publicado el pasado seis de mayo.

Me recorre una enorme sensación de impotencia e impunidad que espero pueda hacer pública a través de esta sencilla carta de lectores.

En principio se afirma en el comunicado que "grupos de inadaptados pretenden coartar o limitar la libertad de expresión y de prensa a todos aquellos que manifiestan discrepancias para con los métodos y las formas con las cuales hoy se ejerce el poder en la Argentina".

Bien, no sé si tomar esta declaración como algo inocente o profundamente cargado de intereses.

Decir "inadaptados" ya merece de por sí un análisis semiótico profundo (como el tan recordado "retirate" de Macri a una nena de la Villa 31) que en esta ocasión no pretendo hacer.

Sí quiero hacer un fuerte énfasis en esta idea de "coartar la libertad de expresión y de prensa".

Sin rodeos, es un disparate.

Decir que hoy no hay libertad de expresión es hacer una lectura errada de la coyuntura en la que vivimos.
Quien quiera, cuando quiera, cómo quiera, con los términos que quiera, en presencia o en ausencia del otro, con respeto o sin respeto, tanto en los medios como en la vida cotidiana, cada uno de nosotros puede decir lo que quiera.

Pero lo que no se puede hacer es mentir.

Eso es indiscutible.

El ABC del periodismo.

Avalar a los que dicen tener miedo a represalias para verlos luego despotricar sin respeto ni respaldo en los hechos, es irresponsable e incoherente con la realidad factual.

Ahora bien.

Doña Rosa mira América 24, TN y el programa de Majul.

En su círculo íntimo dice que es una vergüenza como "lapresidénta" (todo junto y con tilde, porque es así como se la llama peyorativamente) quiere que Argentina sea igual a Venezuela, "donde no hay libertad de expresión y se vive como en una dictadura".

Es entendible la postura de doña Rosa.

Accede a información de segunda mano, como todos en la mayoría de los casos, fuertemente manipulada en torno a intereses que casi nunca son los propios.

La capacidad crítica y de lectura de la realidad de doña Rosa le permite hacer ese nivel de análisis.

Pero el Círculo de Prensa llega a las mismas conclusiones.

Eso es alarmante pero sobre todo avergonzante.


Denigra el oficio del periodismo, tan cargado de una fuerte actitud crítica y constructiva, de categorías conceptuales tan ricas.

El periodismo está hecho de letra viva, de nombres, de historias, de ejemplos.

Hace falta saber muy bien quién es quién en el ejercicio profesional de la comunicación:

¿Se puede decir que la prensa es, a la luz de los hechos, el cuarto poder?

¿Qué papel juegan las corporaciones, mediáticas y no mediáticas, en la delimitación de la agenda pública?

Me parece pertinente comentar esta situación: en 1980 la UNESCO publica el informe Mac Bride, dirigido por el Nóbel de la Paz Sean Mac Bride.

El objetivo era analizar la comunicación de masas y la prensa, para sugerir un nuevo orden comunicacional más inclusivo.

En este informe, que a pesar de haber sido elaborado hace treinta años es tan actual como Mafalda, se llega a la conclusión de que existe una excesiva centralización mediática, una fuerte disparidad en la distribución de recursos y una acelerada transnacionalización.

Se afirma que esta situación no permite el ejercicio democrático ni respeta el derecho humano fundamental del acceso a la información.

La reacción de Estados Unidos en 1984, y en plena guerra fría, fue abandonar la UNESCO, por considerar que las conclusiones eran totalitarias y que limitarían la libertad de expresión bajo un fuerte sesgo estatista y con el apoyo de la Unión Soviética (que llevaría al comunismo).

¿A alguien le resulta familiar esta tensión?

¿Sabían del informe Mac Bride, señores del Círculo de Prensa?

Pero hay más: Estados Unidos pasa desde ese momento a ser aliado de la SIP, la Sociedad Interamericana de Prensa (¿Alguien escuchó sobre la SIP en estos días?

¡Sí, es la que denunció a Argentina por ataques a los medios de comunicación!)

En pos de defender la libertad de prensa Estados Unidos se agrupa con los propietarios de medios de comunicación.

¡Claro, esos medios de comunicación centralizados y desiguales a los que se hace referencia en el informe Mac Bride!

En la Declaración de Chapultepec de 1994 la SIP afirmó finalmente: "No hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa.

El ejercicio de esta no es una concesión de las autoridades; es un derecho inalienable del pueblo".

De este modo, los grandes propietarios de medios de toda América pasan a ser también en sus discursos los grandes embajadores y protectores de la libertad de expresión y de prensa.

Hoy, en pleno 2010, ya ha corrido mucha agua bajo el puente pero nos encontramos con periodistas y empresarios que le siguen el juego al doble discurso de la SIP.

Se puede afirmar, incluso, que es el predominante en nuestros días.

Es lo que defiende doña Rosa y los periodistas estrella. Esto hace que cuando se dice tener miedo o se pida mayor libertad de expresión se defiendan intereses económicos y políticos que no son propios.

¿Esto se hace a sabiendas?

¿Se tiene plena conciencia de los mecanismos que se actualizan en el dispositivo de poder con mensajes como el del Círculo de Prensa?

Muchas veces lo dudo.

Pero hay quienes conocemos, afortunadamente, las intenciones no expresas de los grandes medios.

Conocemos sus mentiras disfrazadas de altruismo, su imposición suavizada, sus verdades construidas, sus alianzas, sus negociados, sus crónicas falaces.

Conocemos a los personajes que crean y a los hechos que omiten.

Sabemos que se proponen que se hable de ciertas cosas y no de otras y sabemos también de qué manera lo logran.

Hay quienes sostienen algo muy contradictorio, no sé si inconciente o concientemente.

Por un lado, no hay libertad de expresión, hay miedo, aprietes.

Por el otro, no se necesita una nueva normativa más inclusiva y democrática en materia de medios: Estamos mal pero estamos mejor así, leí una vez en una red social, y me parece que es una frase representativa de esta perspectiva.

¿Quién puede negar a esta altura del partido que se requiera la intervención del Estado?

¿Quién puede oponerse a regular los medios de comunicación para que se democratice el acceso a la información?

¿Quién puede decir que una ley de medios de la dictadura permite el ejercicio pleno de la libertad de expresión?

¿Quién puede decir que la postura de un empresario que defiende, legítimamente, los intereses de su sector es la más beneficiosa para toda una sociedad?

Sí, ya sabemos quiénes.

Que cada uno decida qué pensar pero que sepa qué defiende.

Y en libertad, siempre.(Agencia Paco Urondo)

2 comentarios:

  1. Gracias por difundir la carta de lectores que escribi. Está muy bueno que gracias a los blogs producciones locales o personales puedan llegar tan lejos. Saludos!

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  2. Muy buen análisis Melina. Se la voy a pegar a los gorilas que repiten y repiten la crispación.

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