jueves, 21 de mayo de 2009

Natalucci: “La política tiene un fuerte componente destituyente”

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, Servicio Sudamericano de Noticias) En la presentación del libro, La Comunicación como riesgo: sujetos, movimientos y memorias, su editora Ana Natalucci aseguró que “la política tiene un fuerte componente destituyente, en relación a que puede cuestionar el orden de lo social que ha sido sedimentado, pero también instituyente en la medida que puede repensar proyectos alternativos de lo social”.

Consultada sobre las posibilidades de que exista una transformación social en Argentina, Natalucci dejó caer un contundente sí. Aunque descartó que estos movimientos se equiparen a la manera en que se pensaba la transformación social en los años 60’ o 70’.

“Me parece que mientras exista la política, como potencialidad de cambio es posible pensar en ellos. La política tiene un fuerte componente destituyente, en el sentido que puede cuestionar el orden de lo social, que ha sido sedimentado. Y esta dimensión cobró mucha centralidad en los últimos años”, expresó la editora.

“Sin embargo- agregó la escritora – está ausente otra dimensión fundamental de la política que es la capacidad instituyente, es decir la posibilidad de pensar e implementar otro orden de cosas, de repensar el mundo en que vivimos. Y esa dimensión, que creo que está en vías de instauración, no necesariamente va a cobrar las formas conocidas. Creo que la sociopolítica de la acción colectiva debe pensar en ese proceso”.



¿Cuál es la propuesta central del segundo volumen de la colección?

Por una parte quise conjugar una serie de capítulos de investigadores que venían trabajando en esta perspectiva teórica, con diferentes orígenes y trayectorias, entonces la intención fue poner en discusión algunos de sus aportes. Por la otra, la clave fue pensar en términos de la intersubjetividad, es decir la relación con el otro. No ya respecto del cuerpo, como lo fue en el primer volumen de la colección, sino en clave política. Este libro no es producto del trabajo colectivo de un equipo, sino la articulación de diferentes trabajos que invitan a reflexionar sobre el carácter destituyente e instituyente de la política.

En la presentación de libro insistieron en el sentido de la intervención de los sujetos colectivos como algo específicamente político ¿En la actualidad cree que existe alguno que pueda modificar el orden vigente?

Lo específicamente político de los movimientos tiene que ver justamente con reconocer la autoría de los sujetos en la construcción de lo social. En consecuencia, si pueden construirlo también pueden subvertirlo.

Mónica Gordillo y Waldo Ansaldi, quienes estuvieron a cargo de la presentación del libro, pusieron sobre la mesa de debate las nociones que se proponen para la categoría de “movimiento social” ¿Podría describirnos a su entender, qué puede ser considerado un movimiento social y por qué?

Para abordar la noción de movimiento social es necesario tener presente que existe una controversia respecto de su especificidad conceptual. Por mi parte, me parece que ese concepto confunde para pensar los fenómenos actuales. Coincido con Wando Ansaldi (uno de los presentadores durante el lanzamiento), en que fue elaborado para pensar en el movimiento obrero, y que a veces se usa para explicar otros procesos, en contra de su eficacia conceptual. Incluso en el capítulo que desarrollo junto a Germán Pérez, adherimos al concepto de sujetos políticos y todo el capítulo, que es una reflexión teórica, se dirige en ese aspecto. Asimismo, yo relacionaría la idea de movimiento social desde una perspectiva pragmática, en el sentido de pensarlo como ideas, corrientes, más que “cosificarlo” o “esencializarlo” como un actor. De alguna manera, esta discusión queda expresada en el libro, como el capítulo de Daniel Cefai y el de Danny Trom. Tal vez Karina Bidaseca sea quien mejor retoma esta idea. De igual manera, creo que es una discusión abierta que necesita de espacio para el debate.

Autores

El libro que presenta Ana Natalucci, en palabras de los mismos autores, surgió como iniciativa de un equipo de investigación de la Universidad Nacional de Córdoba, preocupado por los cambios culturales y políticos de fin de siglo. Desde este grupo se convocó a Daniel Cefaí y Danny Trom investigadores del Instituto Marcel Mauss del Centro de Estudios de los Movimientos Sociales de la Ècole des Hautes Études en Sciencies Sociales de París; al doctor en Ciencias Sociales Julián Rebón; la doctora en Ciencias Sociales, Karina Bidaseca; Claudia Ortíz, investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba; el politólogo Germán Pérez y lso sociólogos Rodrigo Salgado y Laura Tottino, todos del Instituto de Investigaciones Gino Germani.

Por su parte, la editora, es licenciada en comunicación social, magíster en Ciencias Sociales y becaria del doctorado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el marco del cual realiza su tesis sobre movilización social en la Córdoba finisecular. Además, es coordinadora del Grupo de Estudios sobre Protesta Social y Acción Colectiva (GEPSAC), del Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). (Agencia Paco Urondo)

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