La Justicia falló ayer a favor de los 4 delegados gremiales de Artes Gráficas Rioplatenses (AGR), empresa del Grupo Clarín, que habían sido acusados de hurto, usurpación y privación ilegítima de la libertad entre otros delitos durante una huelga.
Tras la absolución, en declaraciones a Radio Gráfica, Luís Siri aseguró que "no hubo delito, ejercimos el derecho a huelga. Ojala que sea el principio de muchos fallos como este y que las empresa entiendan que es un derechos inalienable el Artículo 14 bis de la Constitución".
En el mismo sentido se pronunció el secretario de Derechos Humanos de la CGT y titular del gremio de judiciales, Julio Piumato, quien señaló que "el fallo trasciende a los compañeros afectados, para ellos es una tranquilidad, una satisfacción, una reivindicación moral y gremial, pero si tenía otro destino afectaba a todos los trabajadores argentinos y por eso la trascendencia de que se haya hecho justicia".
En septiembre de 2004 los 300 trabajadores de AGR, donde el Grupo imprime las revistas Viva, Genios, además de folletos y libros, decidieron realizar un paro en reclamo del cumplimiento del convenio colectivo de trabajo, el pago atrasado de horas extras y mejores en las condiciones.
Pablo Vinas, que en ese momento era congresal gráfico por la Lista Naranja, contó a Política&Medios que "el conflicto por el cual se pretendió penalizar a los compañeros se decidió en asamblea por unanimidad de todos los trabajadores de la fábrica. Se ha llegado al absurdo de pretender denunciar a los delegados por privación ilegitima de la libertad, la empresa pretendió decir que los delegados estaban secuestrando a los 300 trabajadores. Al estar los trabajadores de huelga no salían los materiales, entonces pretendieron también que realizaron hurto de materiales".
Según recordó Vinas, en el momento de la protesta se acercaron unos 500 efectivos policiales, con carros hidrantes, helicópteros y hasta un grupo de elite. "No tendría que haber habido ningún policía, porque era una protesta gremial y en todo caso se debería resolver en el Ministerio de Trabajo", aclaró.
Además de la respuesta represiva, la empresa reaccionó con 119 empleados despedidos, que tras la conciliación obligatoria, 48 no fueron reincorporados. De esta forma, desmanteló la cúpula gremial dentro de AGR.
"Esto es una política general del Grupo Clarín que es admitida por el Ministerio de Trabajo. En Canal 13 despidieron a un grupo importante de trabajadores que después de muchísimos años lograron elegir delegados y echaron a los que fueron electos; en la Voz del Interior, la gente de seguridad del Grupo le pegó a los trabajadores que querían hacer una asamblea; en Clarín en el 2000 enviaron a infantería y echaron a 100 trabajadores por una elección de delegados. Clarín habla de democracia en sus páginas pero es una dictadura", denunció Vinas.
Mientras se desarrollaba el juicio contra los 4 delegados, en el juzgado 75 y la Cámara de Apelaciones del Trabajo se sigue un juicio por la reincorporación de los trabajadores echados. "Mi caso y los 4 muchachos que fueron a juicio oral, ellos como comisión interna y yo como congresal de la oposición, reclamamos que fallen de una vez por todas. Desde septiembre del 2004 estamos en juicio, es un juicio sumarísimo que debía durar 6 meses y llevamos casi 5 años. La justicia hace lo que quiere el grupo Clarín, dilata el juicio porque si fallan deben hacerlos a nuestro favor indudablemente", dijo Vinas.
Muerte en AGR. El año pasado, Joana Riboli, que trabajaba como nutricionista del comedor de la planta, murió aplastada por un portón en su horario laboral.
Vinas señaló que "la actitud de la empresa fue ir a la asamblea, decir que el mejor homenaje que se podía hacer era seguir trabajando. La gente se negó, y realizaron un paro de 24 horas en honor a la compañera y en reclamo a mejoras en seguridad e higiene. Después de esto, volvieron a dejar a otros tres delegados fuera de la fábrica por hacer reclamos por seguridad e higiene". (Agencia Paco Urondo)
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