¿Qué te pasa Clarín con la JP descamisados?

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Clarín vuelve a mentir. No es cierto que en una sola hora a la noche del 13 de mayo de 2009 escrachamos una docena de receptorias de Clarín. Fueron más de veinte y no sólo en capital y en el gran Buenos Aires. También en Córdoba, Río Negro, Neuquén y Mar del Plata. Pero sobre todo, y lo que Clarín oculta es que también pintamos a varias de las múltiples sedes de las empresas que controla ese grupo económico. La que nos secuestra los goles todos los fines de semana hasta fútbol de primera y que nos impide ver a nuestros equipos. Las dos con las que monopolizan prácticamente el sistema de cable. La señal de televisión con la que todas las noches denigran a la mujer, tratándola como un objeto. La misma que trata de dar una mirada Todo Negativa de lo que ocurre en la Argentina.

Prefieren victimizarse diciendo que atacamos a pymes. No se equivoquen. No vamos contra las pymes; vamos contra ustedes, contra los Grupos Económicos, contra los enemigos del Pueblo, contra los oligopolios que manejan la información y nos quieren decir que tenemos que pensar, contra los que demonizan la política y subordinan a muchos políticos a ser sus lamebotas, contra los que defienden la ley de medios de la dictadura genocida de la que fueron beneficiarios.

Ya se habían victimizado hace poco diciendo que su señal satelital había sido interferida. En esa ocasión preferimos contestarle en joda. Rescatamos así las enseñanzas del comandante Bombita Rodríguez, quién en la Telescuela Técnica Montonera, nos había enseñado como interferir unas antenas satelitales de última generación con una percha y una budinera. Así su mentira victimizante quedó al desnudo cuando se comprobó que la interferencia venía de Centroamérica…

Siempre y en todos los casos la sospecha es que los supuestos victimarios son agentes, títeres sin cabeza, mandados por el gobierno.

A nosotros no nos manda nadie. Somos jóvenes de acción. Decidimos colectivamente que hacemos y estamos organizados. No pedimos permiso. No queremos que nos aplaudan los enemigos de la Patria, si así fuera nos preocuparíamos. Si los monopolios mediáticos elogiaran lo que hacemos, revisaríamos nuestros actos.

Que la embajada norteamericana y la SIP (uno de sus múltiples voceros) repudien nuestra acción nos llena de orgullo. El imperialismo norteamericano y los Grupos Económicos Transnacionales son nuestros enemigos. Tienen que entender que las relaciones carnales jamás van a volver y que no van a decirnos lo que tenemos que hacer desde el Norte. El neoliberalismo se acabó en casi toda nuestra Patria Grande Sudamericana.

Los liberales que se valen del peronismo para trepar en las estructuras del Estado también salen a pegarnos. Los que acompañaron al menemismo sin ponerse colorados, hoy se rasgan las vestiduras por lo que hacemos. Toman los argumentos del propio Clarín para repudiar nuestros actos. Tampoco nos preocupan sus críticas. No les debemos nada. No somos lo mismo.

Nosotros nos reconocemos en la historia de lucha de nuestro Pueblo. Somos nietos de las montoneras federales y los descamisados de Evita. Somos parte de la historia del peronismo revolucionario. Nos reconocemos en la resistencia peronista que fue intransigente con la dictadura fusiladora. Que no estaba preocupada por que iba a decir la prensa seria ante sus acciones, a las que registraba como actos de vandalismo e intolerancia mientras hacía un guiño al régimen militar vandálico e intolerante. Nos reconocemos en las organizaciones revolucionarias del peronismo que pelearon con armas en la mano contra la oligarquía encaramada en el poder del brazo del partido militar. Organizaciones que en sus acciones de lucha no esperaban el elogio de sus enemigos. Aquella juventud que fue artífice -peleando en la calle- del retorno del General Perón. Organizaciones a las que el mismo Clarín llamaba subversivos y BDT (Banda de Delincuentes Terroristas), cuando era genuflexo con la dictadura de Videla mientras nos desaparecían 30.000 compañeros. Clarín acompañó la dictadura genocida con silencios cómplices y elogios desmedidos que les valieron suculentos negocios (concretamente a través del reparto de Papel Prensa).

Nos reconocemos en la juventud que peleó contra el menemismo, cuando desguazaba el Estado Nacional, hambreaba a nuestro Pueblo y nos ponía de rodillas ante el Imperio. Clarín no escatimó palabras para defender el modelo económico neoliberal y ayudó a maquillar sus consecuencias nefastas: la exclusión de miles y miles de compañeros. Tampoco escuchamos ni a la SIP ni a la embajada Yanky hablar contra la concentración monopólica de la economía en general y de los medios en particular que sucedió en aquellos años. ¿O acaso Clarín salió a denunciar como aquel modelo económico destruyó a cientos de miles de pymes que empleaban a millares de trabajadores?

Nos reconocemos en los excluidos que salieron a cortar rutas, peleando por su dignidad. Que cuando fueron reprimidos y asesinados, Clarín tituló “la crisis se cobró dos nuevas víctimas” y a repetir la versión oficial duhaldista que hablaba “una disputa entre piqueteros”.

Nos reconocemos en los trabajadores que de la mano de movimiento obrero, que no resignaba sus banderas históricas, se movilizó contra la flexibilización laboral. Clarín jamás se privó gastar ríos de tinta de criticándolos. Pero no leímos ninguna investigación periodística seria sobre la famosa “Banelco”.

Fuimos paridos por la lucha. No por las roscas y los escritorios. Por eso nos da risa cuando dicen que nos mandan a hacer lo que hacemos. Los monopolios mediáticos sólo pueden imaginar una juventud que esté idiotizada frente al televisor mirando los culos que nos pone en los ojos Tinelli. Jamás se ocurre que existen jóvenes que piensan y deciden sus propias acciones. Ellos no toleran que existan jóvenes que nos organizamos, que militamos, que empleamos gran parte de nuestro tiempo no para correr tras el dinero, sino para reconstruir el tejido social desde los barrios más humildes. Jóvenes que desde la periferia al centro vamos cercando a aquellos que se sienten dueños de nuestro país, aquellos que, como Clarín, nos siembran el escepticismo diciendo que la justicia social, la independencia económica y la soberanía política son tan sólo utopías irrealizables. Pero a nosotros, como a tantos otros miles de compañeros, no nos engañan porque nos formamos y sabemos leer las enseñanzas de la historia de nuestro Pueblo.

Y estamos dispuestos a defender nuestras convicciones con la acción, en la calle, convencidos como decía el General de que “siempre el peronismo ha tenido su mejor expresión en la calle y no en los bufetes de los políticos”.

No nos asusta la noche como a ellos. Sabemos que la noche es más oscura cuando está por amanecer.

JP Descamisados. contacto@jpdescamisados.com.ar (Agencia Paco Urondo)