viernes, 28 de agosto de 2009

El gobierno, un fallo y una ley, por Emiliano Gareca

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) El fallo que impide la punición de quienes tienen y consumen estupefacientes (cualquiera sea la sustancia, no sólo marihuana) mientras se mantengan en un ámbito de intimidad y no molesten a terceros es de una gran trascendencia en la consolidación de la democracia, el estado de derecho y la lucha contra el narcotráfico. Es tiempo de perseguir penalmente a quienes manejan el negocio del tráfico ilícito de sustancias, las investigaciones deben enfocarse a los niveles más altos de las organizaciones criminales y no sobre el adicto. La adicción es una enfermedad y quienes la padecen son víctimas de un sistema cuya última respuesta debe ser la punitiva para dejar paso a la acción social, educativa y sanitaria.

El fallo va acompañado por las propuestas del Ministerio de Justicia, Seguridad y DDHH de la Nación, más precisamente del equipo conducido por Mónica Cuñarro, quienes trabajan en un plan integral de políticas públicas acordes a los paradigmas de tolerancia al adicto y lucha contra el narcotráfico, saneando los mecanismos de control y persecución. Los organismos de seguridad tienen funciones superpuestas a nivel federal y local. Hay poca exigencia en la etapa de la investigación preliminar. Los datos y estadísticas a veces son omitidos, falseados o no se comparten entre los cuatro actores que intervienen en el problema: fuerzas de seguridad, poder judicial, ministerio público y el sistema de coerción penal. Los datos no son creíbles. Los fiscales desconfían de las fuerzas. Las fuerzas, de los fiscales y de los jueces. Los jueces desconfían de las fuerzas, etc. Es aquí donde el gobierno apunta los cañones, correctamente.

Ambos poderes trabajan para resolver el problema de la droga en el mismo sentido y con los mismos objetivos: ayudar a la víctima enferma y terminar con la corrupción y el narcotráfico organizado, respetando el derecho a la libertad y las garantías constitucionales. El estado de derecho, agradecido.

Mientras esto sucede, los argentinos seguimos viendo en la televisión que la respuesta a la inseguridad es más represión, mano dura, más policías y menos garantías. El gobierno nacional sigue su rumbo sin dejarse tentar por el manejo irresponsable de los medios de comunicación, poniendo por encima de todo el respeto a la constitución y los derechos humanos. No es fácil, los mecanismos que permiten que el “paco” siga en las villas, se mantienen firmes a pesar de las medidas mencionadas. Son estructuras complejas dentro de un sistema que no se dejará sanear sin antes pelear con alma y vida.

El gobierno sigue adelante con su compromiso ante la sociedad. Al frente, el Fino Palacios “renuncia” a su cargo luego del repudio generalizado por parte de toda la sociedad y el macrismo lo reivindica como un hombre de honor mientras critica el fallo de la Corte. La derecha muestra la hilacha, la izquierda observa atenta. Ahora llega el turno de la Ley de Medios Audiovisuales…

¿Vos? ¿De qué lado vas a estar?

El autor es abogado (Agencia Paco Urondo)

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