martes, 11 de agosto de 2009

Hugo Moyano: "Los trabajadores organizados queremos el libre acceso a los partidos televisados"

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, en Abran Cancha) Fue el primero que le tendió la mano cuando el conflicto con la televisión estaba en pañales. A cambio, le habría pedido una condición: que llevara al extremo la situación de tensión con la televisión. Julio Grondona escuchó detenidamente y, con el transcurso de los días, cumplió su misión. Después de todo, el hombre que le había dado la mano era tan poderoso como él: Hugo Moyano, secretario general de la CGT y uno de los lobbistas de la Casa Rosada en la crisis del fútbol.

Ayer, el matrimonio entre el sindicalista más poderoso del país y el jefe del fútbol se corporizó en un comunicado: "Los trabajadores organizados consideramos que la solución a alcanzar debe contemplar necesariamente el libre acceso del pueblo argentino a los partidos televisados. Si para ello es necesaria la acción reguladora del Estado, ¡bienvenida sea!", pudo leerse en el texto firmado por Moyano, su secretario de Prensa –Héctor Daer– y el secretario de Derechos Humanos de la central obrera, Julio Piumato.

Desde que, hace un mes, el Gobierno firmó con la AFA el contrato por el que la televisión pública transmitirá el Mundial de Sudáfrica, las relaciones entre los funcionarios cercanos a la Casa Rosada y Julio Grondona se aceitaron. Y conforme se fueron rompiendo en cascada los lazos con Televisión Satelital Codificada –TSC, la empresa que tiene los derechos de televisión del fútbol–, los contactos fueron cada vez más frecuentes.

"No escapa a la consideración de nadie que el fútbol representa el deporte más popular de la Argentina y, como tal, el que juegan y siguen la mayoría de los trabajadores a lo largo y a lo ancho del país", continuó el comunicado lanzado por Moyano con el título "El fútbol es para todos". De esta manera, el movimiento obrero tomó partido de lleno en una pelea por 600 millones de pesos –el monto pretendido por la AFA para el próximo campeonato–, que además tiene al Gobierno encabezado por Cristina Kirchner a la espera de la rescisión del contrato que se concretará hoy.

Según la CGT, en los últimos años hubo un avance de grupos económicos "sobre los derechos de la mayoría de los argentinos, a los que se ha privado de acceder a disfrutar gratuitamente de su esparcimiento preferido, el fútbol". Pero para Moyano el fútbol es algo más que un esparcimiento. Además de tener una estrecha y conocida relación con la cocina de Independiente –su hijo Pablo es vocal titular–, también mantuvo acercamientos con el equipo de toda su vida, Alvarado, de Mar del Plata. Su yerno, Claudio "Chiqui" Tapia, es presidente de Barracas Central, un club que actúa en la primera C, que supo tener como auspiciante principal de su camiseta a la Mutual de Camioneros.

Hace unos años, Moyano pudo darse un lujo grande: tener club propio. Con camiseta verde y blanca –en honor a los colores de la línea interna de la CGT que cobijó a los Moyano–, la Mutual de Camioneros se inscribió en la Liga de Luján, que clasificaba a los mejores equipos para el torneo Argentino C.

La semana pasada, luego de los primeros contactos entre Moyano padre y Grondona, en la AFA se sorprendieron por la presencia de Pablo Moyano, quien llegó al edificio de la calle Viamonte acompañado por tres dirigentes del club de los camioneros. Según las explicaciones oficiales –brindadas por el Consejo Federal, que rige el Torneo Argentino–, Moyano hijo concurrió a la AFA para "interiorizarse sobre las reglamentaciones vigentes para construir un estadio". Sin embargo, según algunos trascendidos, Moyano habría consultado acerca de la posibilidad de que el equipo de la mutual fuera uno de los invitados al Torneo Argentino B.

El apoyo de Moyano, comprometido desde hace una semana, llegó el mismo día en que el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió en que la Casa Rosada es sólo un espectador en el conflicto por la televisación de la pelota: "Miramos con muchísima atención, porque el fútbol no sólo es pasión de multitudes, sino una industria que genera muchos puestos de trabajo", detalló Fernández en la radio Millenium. Y proclamó: "Reivindicamos el concepto de fútbol, pasión de multitudes". Fernández también negó que hubiese existido la reunión entre Néstor Kirchner y Julio Grondona. El fútbol no le es ajeno al funcionario: confeso y fervoroso hincha de Quilmes, mantiene una estrecha relación con José Luis Meiszner, secretario general de la AFA y hombre de permanente consulta de Grondona. (Agencia Paco Urondo)

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