La Pobreza, sus Causas y la Intervención del Estado, por Jorge Tribó

Mar del Plata (Agencia Paco Urondo)

Se observa a simple vista, que existe una sensible correlación entre los modelos económicos neoliberales aplicados en el país a partir del año 1955, basados principalmente en el endeudamiento externo, la destrucción o privatización de empresas estatales, eliminación de las empresas privadas nacionales vinculadas al mercado interno, la concentración monopólica de la propiedad de la tierra y los medios de producción (y la creciente extranjerización de la propiedad), todo ello, acompañado de un fuerte despliegue del aparato represivo del estado, a efectos de consolidar el disciplinamiento social en el marco de la profundización de la brecha de la desigualdad social por un lado y el aumento creciente de la pobreza, la desocupación y el delito, por el otro.

Si hacemos memoria, luego del golpe del 76, la deuda externa crece exponencialmente, si partimos desde fines de 1975, cada habitante de la Argentina debía al exterior, en promedio, U$S 320, durante el Gobierno de Videla, Viola y Gualtieri, se inicia el endeudamiento externo masivo, a la par, que se destruyen las economías regionales, la deuda externa no deja de aumentar, urgida por desequilibrios fiscales y comerciales.

En el año 1976 las empresas de los grandes grupos económicos privados (muchas de ellas, pertenecientes a multinacionales extranjeras) son alentadas por el gobierno de facto, a tomar créditos internacionales y años más tarde, en 1980, Domingo Caballo, en su calidad de presidente del Banco Central, estatiza dichas deudas privadas.
La deuda externa argentina aumentó de 7.875 millones de dólares en 1975 a 45.087 millones en 1983, o sea que, a fin de 1983 cada habitante argentino debía al exterior U$S 1.500, la dictadura, la aumento en un 500% aproximadamente (al momento del golpe militar, se debía 8.045 millones de dólares)

Cabe destacar, que los pagos anuales, más los intereses usurarios de esta deuda, le quitan recursos presupuestarios (generado por el trabajo del pueblo argentino) a áreas tan prioritarias como educación, salud, vivienda, estimulo a la producción, etc., siendo este despojo de la plusvalía social, la Causa fundamental de la pobreza, al respecto cabe recordar las exigencias del FMI, de recorte permanente del gasto social en el presupuesto nacional, para honrar la “cínicamente” llamada deuda soberana.

Cabe recordar aquí, que si entendemos por delito, el quebrantamiento de la ley, nos topamos con el problema de que, los que detentan el poder del mundo (el imperio), son los que hacen la ley y a su vez, ellos son delincuentes de hecho, aunque no lo sean de derecho.

Ya sea por sangrientos golpes de estado, o por el fraude discursivo y la manipulación mediatica, los personeros locales que responden a los intereses monopólicos, suelen hacerse con los poderes del Estado y desde ahí, establecer una legalidad que legitima el saqueo y el robo del patrimonio generado por el trabajo del pueblo argentino, negándole a este, la necesaria satisfacción de sus necesidades básicas, adecuadas a la dignidad humana que legítimamente le pertenece.

Una prueba contundente, del carácter corrupto y fraudulento del sistema financiero mundial y sus instituciones, la podemos ver en una célebre entrevista de Amy Goodman, locutora del programa “Democracy Now” (Democracia Yá !) del National Public Radio en Estados Unidos, a John Perkins, quien confesó lo que todos sospechaban pero nadie había querido creer.

Lo que sigue son algunos párrafos extractados de esa extensa entrevista, traducida por Michael Sondow -Periodista.

El libro de John Perkins, se titula “Confessions of an Economic Hit Man” (Confesiones de un Sicario Económico), y fué editado en San Francisco, California por Berrett-Koehler el 2004. Veamos algunos párrafos de la entrevista:

P.- Explíquenos qué quiere decir sicario económico.

–Básicamente, lo que nos enseñaron a hacer es reforzar el imperio estadounidense. Crear situaciones donde el máximo número de recursos naturales fluyan a este país, a nuestras corporaciones y nuestro gobierno, y en efecto hemos tenido mucho éxito.
Construimos el imperio más grande de la historia. Esto se logró durante los últimos cincuenta años, desde la Segunda Guerra Mundial, con muy poca intervención militar.

Es sólo en casos como Iraq donde lo militar entra como último recurso.
Este imperio, a diferencia de cualquier otro de la historia, fue constituido principalmente a través de la manipulación económica, de la estafa, el fraude, la seducción de la gente por nuestra manera de vivir, y a través de operativos económicos. Estuve muy involucrado en todo eso.

P.- ¿Cómo llegó a eso? ¿Para quién trabajaba?

–Inicialmente fui reclutado cuando estudiaba negocios en la universidad en los años sesentas, por la National Security Agency (Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos), la organización nacional de espionaje más grande y menos conocida, pero luego trabajé para corporaciones privadas (continua…).

P.- Bien, ahora explíquenos el trabajo que hizo.

–La compañía para la cual trabajé se llamaba Charles T. Main, de Boston, Massachussets. Éramos alrededor de dos mil empleados y yo era el economista principal. Terminé teniendo cincuenta personas en mi equipo. Pero mi verdadero trabajo fue el de hacer tratos, dar préstamos a otros países, enormes préstamos, mucho mayores de la que ellos podrían devolver.

Una de las condiciones de un préstamo, digamos de unos mil millones de dólares, a un país como Indonesia o Ecuador, era que este país tendría que dar 90 por ciento del préstamo a una empresa estadounidense para construir infraestructura, una Halliburton o Bechtel.

Eran grandes. Esas empresas entonces entraron y construyeron un sistema de energía eléctrica o puertos o autopistas, y estos proyectos básicamente servían sólo a algunas de las familias más ricas de esos países. La gente pobre de aquellos países quedaba clavada con esta asombrosa deuda que no podrían devolver. Un país como Ecuador hoy debe destinar más del 50 por ciento de su presupuesto nacional sólo para pagar la deuda. Y no puede hacerlo. Los tenemos con el agua al cuello. Entonces, cuando queremos más petróleo, vamos a Ecuador y les decimos: “Mire, no pueden pagar sus deudas, pues entréguenos sus bosques amazónicos, que están llenos de petróleo, a nuestras compañías petroleras”. Y hoy estamos entrando y destrozando a la Amazonia, obligando a Ecuador a entregárnosla porque acumuló tanta deuda. Cuando hacemos un préstamo enorme, la mayor parte del cual vuelve a Estados Unidos, el país queda con la deuda más los intereses, y básicamente ellos se convierten en nuestros sirvientes, nuestros esclavos. Es el imperio. No hay que equivocarse. Es un inmenso imperio, y ha sido muy exitoso.

P.- Hablemos del Banco Mundial y el FMI. ¿Con qué proximidad trabajó usted con el Banco Mundial?

–Muy, muy de cerca. El Banco Mundial proporciona la mayor parte del dinero que financia a los sicarios económicos, él y el FMI. Pero cuando ocurrió el 11 de septiembre, tuve un cambio de sentimientos. Sabía que tenía que contar esta historia porque lo que pasó el 11 de septiembre es el resultado directo de lo que están haciendo los sicarios económicos en los países pobres (sigue
(Fin de la cita)

No debemos olvidar que durante los gobiernos de Menem y De la Rua, se desguazaron las empresas estatales y recursos del estado a precio vil, con jugosas coimas, todo con apariencia legal y legitimadas como políticas de estado.

En el gobierno de Menem, en 1992, el ministro Cavallo renegocia la deuda externa y logra ciertas postergaciones de las fechas de pagos y algunas deducciones de montos. Sin embargo, el endeudamiento siguió aumentando en forma galopante, engulléndose de paso lo que se pudo haber obtenido por las privatizaciones de empresas del Estado.

Era la época en que se decía que: Ramal ferroviario que da perdidas se cierra (también se procedió al cierre de talleres ferroviarios, de ramales que daban vida a infinidad de pueblos del interior y que terminaron siendo pueblos fantasmas)

En esta época estaba de moda las políticas de racionalización, léase “eliminación de personal”, la competitividad, entiéndase “baja de salarios industriales y la quiebra de 150 mil pequeños y medianos productores rurales”, (donde estaban y que decían las entidades que representan al campo en esta política impulsada desde el ministerio de economía?), se decía que todo lo que pueda ser administrado en manos privadas, debe ser privatizado porque eran mas eficientes y se eliminaba la corrupción “entiéndase entrega de empresas estatales a manos extranjeras y drástica eliminación de gran parte de su personal”, la entrega de YPF y su consecuencia, los sucesos de Mosconi en Salta y Cutralco, expulsión de empleados, entrega de los servicios públicos (Aerolíneas Argentinas, Agua, electricidad, gas, teléfonos, correos, etc.),saqueo de los recursos energéticos, financieramente se ejecuta el mega canje, el manejo fraudulento de la deuda externa, el corralito bancario, etc., todas escondían políticas macro económicas inmorales impulsadas desde el Estado, que enviaron a la quiebra a millones de argentinos he aquí, la causa real de la pobreza, todos estos delitos quedan en gran parte impunes, hasta el día de hoy, los jueces siguen persiguiendo a los pobres desocupados y los ladrones de gallinas.

Para el año 2.000, durante el Gobierno de De la Rúa, cada habitante debía al exterior U$S 3.800.

En el periodo de De la Rúa, durante el año 2001 se produce un gigantesco fraude financiero, mediante el decreto 648/01, el famoso mega canje, participan de él, su ministro de Economía Domingo Cavallo y parte de su equipo en el Palacio de Hacienda: Daniel Marx, Julio Dreizzen y Jorge Baldrich

Cabe recordar, que el encargado de la negociación del canje fue Daniel Marx, yerno de quien era el encargado de negociar por la parte acreedora, me refiero al banquero Nicolás Brady, el fraude se calculó cercano a los 40.000 millones de dólares.

La fiscalía imputó a los presidentes de los bancos Galicia, Santander, Francés, Credit Suisse First Boston Corporation, HSBC Bank Argentina, JP Morgan Securities y Salomon Smith Barney, que cobraron 150 millones de dólares de comisión para hacer la operatoria, que incluyó "el canje de sus propios bonos".

El entonces fiscal Delgado (pagina12, fecha 12/09/06), afirmó que el "diseño y la implementación" tuvo la "deliberada evasión de los funcionarios y sus consortes privados de toda gama de barreras teóricas y prácticas", cuyas conductas van "mucho más allá del resultado financiero" del "mega canje".

El fiscal sostuvo que se implementó una "misce en scene" mediante la "contratación del grupo de bancos" para hacer un "desplazamiento patrimonial a favor de un agente o tercero" de bienes de la administración pública, lo que configura el "ardid o engaño" al que alude el Código Penal cuando define la estafa

Son precisamente, los responsables de ejecutar estas políticas económicas, que hoy se expresan en esta pesada herencia estructural, y que a su vez trabajaron y trabajan concertados con los actuales, responsables de la crisis económica mundial, que genera la ruina de empresas en todo el mundo, son estos mismos, que sin ningún tipo de rubor y a través de las corporaciones mediáticas que controlan, pretenden confundir a la opinión pública y endosar la crisis residual, al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pretendiendo volver a aplicar este modelo de destrucción económica y social, como solución del problema de la pobreza, apostando a la falta de memoria del pueblo argentino.

Hay crisis sí, hay desocupación si, delincuencia también, pero los principales responsables, debemos buscarlos en la elite económica formadora (y distorsionadora) de precios, En los propietarios de los medios (favorecidos por la dictadura con la sesión de Papel Prensa) y Saúl Menem, con la concesión de los medios y su acumulación con fondos arto dudosos (Manzano, Monetta, Ávila)e n los formadores de opinión, que fueron o son los mismos que tenia la dictadura (Mariano Grondona, Chiche Hemblung, el fallecido Bernardo Neustdat y toda su prole actual) en los responsables de las políticas económicas que, fueron cómplices de la dictadura (los Chicago’s boy, con Martínez de Hoz a la cabeza) y su equipo, Roberto Alemán, Sigaut, Domingo Caballo, José Luis Machinea, los Broda, Ricardo López Murphy, Roque Fernández, etc. , posteriormente esponsoreados a través del financiamiento a sus fundaciones CEMA, Mediterránea, etc., por parte de los grandes grupos económicos.

No debemos olvidar, que en materia económica, la contrapartida del establecimiento de una dictadura militar, fue una feroz apertura comercial y una reforma financiera, conducida por el nefasto Martínez de Hoz, hijo pródigo de una antigua familia de terratenientes, integrante de la Sociedad Rural (cuyo antepasado cipayo y entreguista fue recientemente alabado por el representante de la corporación de los terratenientes Mario Llambias), y fue el encargado de llevar adelante el plan gestado para lograr una “nueva Argentina”, de acuerdo al slogan de la época y que consistía en el famoso “ajuste”, eufemismo aplicado al congelamiento de los salarios de los trabajadores, que quedaron bajo el control de la Nación, que fijó aumentos en forma periódica. “El salario real ha llegado a un nivel excesivamente alto con en relación con la productividad de la economía”, afirmó el ministro Martinez de Hoz, en 1976.

El golpe que Martínez de Hoz le dio al salario real determinó que el ingreso de los trabajadores nunca vuelva a recuperarse: entre 1976 y 1980 cayó un 40 por ciento. Los más perjudicados por esta caída fueron los obreros industriales, que sufrieron en sus bolsillos el derrumbe de la industria nacional.

Son sus políticas, con sus secuelas de desocupación, las que generaron el caldo de cultivo de la delincuencia social, tal como lo demuestran los datos estadísticos y sin ahondar, en el mundo gris que, en el sistema neoliberal, aceitan el financiamiento de las cajas negras de la corrupción.


(Agencia Paco Urondo)