lunes, 3 de agosto de 2009

La zona roja de día es negra, por Hernán Pascua

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Era una de las ultimas noches de julio de 2009, cuando nos alistábamos para salir a recorrer las calles del mítico barrio de Constitución, donde albergan las travestís para hacer su trabajo diario de vender su cuerpo por una módica suma de dinero, éramos 4 los jinetes que nos largamos en esta osadía, Marlene, Patricio, Nico y yo. Salimos, con mucho frió, y muy abrigados, yo le pedí un guante a Nico así podía fumar mientras caminaba, total el lo solucionaba metiendo la otra mano en el bolsillo. Íbamos hablando, riéndonos de las pavadas de siempre, y no divisábamos a ninguno de nuestros objetivos, después de caminar bastante en frente de una plaza, en puerta de un hotel, estaban ellas…una combinación cuasi-mística de secretarias de Sofovich, Moria Casan, Silvia Süller y la mas sufrida de las magdalenas.

Primero hablamos con Pamela, que nos contó que ella no necesitaba ayuda, pero que conocía a varias chicas que si, en eso se interrumpe la conversación, por un grito que la llamaba a Marlene, era otra de las chicas que estaban a 6 metros, y conocía a nuestra acompañante, claro, era la mas experimentada de todas las que estaban ahí. Marlene se va… y quedamos hablando con pamela, luego nos acercamos a las otras chicas, nos presentamos, mariconeamos para entrar en confianza, y porque nos gusta, jajaja, lo de la confianza es una excusa, y entre risa y risa, Cinthia con confiesa que quiere internarse para recuperarse de las drogas, pero no la dejan internarse en ningún lugar de hombres, como tampoco de mujeres, por su condición de Trans, es decir, que le están negando el derecho a la salud. También estaba vicky, que hace 12 años que esta trabajando en la calle, y nos contaba con algo de resignación que ya está cansada. Y la mas chiquita de todas, Luli, cuando escucho su nombre, no puedo dejar de reírme, porque mi sobre-nombre familiar, es ese mismo, Luli, después se enojaron cuando les confesé que era Gay… Bueh, en que estábamos si, en Luli (la chiquita trans) se le notaba que tiene menos de 20 años, que recién estaba empezando, y que día a día es un descubrir para ella. En eso se acerca Sandra (que sino hubiese tenido que juntar el dinero para pagar su alquiler se quedaba en la casa durmiendo) a quien entre saludos y halagos nos caíamos bien mutuamente, ella nos cuenta que en su provincia natal estudiaba Educación Física, y que le encantaría seguir estudiando, y cuando yo le digo con un grito que va a ser la primera Profesora de Educación Física Trans, se le ilumina la cara, con una sonrisa que solo vi en ese instante durante toda la noche. Nos despedimos, previo intercambios de teléfonos, mails y demás cosas para mantenernos en contacto.

Y seguimos nuestro recorrido. Nos encontramos con Marcela, quien la dureza de sus rasgos denotan un pasar para nada envidiable, nos presentamos, y se notaba en mirada cierto escepticismo, por no decir desconfianza, nos piden forros, y le contamos que no pudimos conseguir, porque entre todas las cosas que recorto Macri, una de esas es la partida de preservativos para estos casos. Entre charla y charla nos cuenta que está en situación de calle, yo como un boludo, le pido si tenia un teléfono… estúpido de mi, está en situación de calle¡¡¡, me recrimina Marlene, nos comprometimos a acompañarla para que saliera de esa pesadilla que debe ser no tener un techo donde dormir, un baño adonde hacer pis, una pileta donde lavarse la cara, en fin, lo mínimo indispensable para que un ser humano, se sienta eso, un ser humano y no un animal.

Ya pasaron varios días de este recorrido, lo he contado a varios amigos, y la sensación que me queda, no es fea, tampoco es linda, pero les puedo asegurar que si había una pizca de duda en mí si debía seguir este camino, ahora quedó totalmente despejado el panorama, y me dan muchas mas ganas de trabajar, de ayudar, para que todas las travestís que viven en este país tengan la posibilidad de elegir si quieren otro tipo de vida o no, o si eligen prostituirse lo hagan con todas las seguridades que puedan existir.

Por eso Amigos, no quiero que los colores se confundan, el rojo que no se convierta en negro para las chicas durante el día, que el negro sea solo un contraste del blanco, y por eso vamos a seguir recorriendo y preguntando en que podemos ayudar desde nuestro humilde espacio.

Como siempre, muchas gracias. (Agencia Paco Urondo)

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