Luego del despido de dos empleados de Canal 7 de Bahía Blanca, se supo que las autoridades de la emisora habían puesto cámaras y micrófonos ocultos para espiar lo que se hacía y se decía en las instalaciones de la emisora televisiva.
El camarógrafo Ángel Juan y el locutor Gustavo Daich detectaron los aparatos hace un mes aproximadamente. “Los echaron porque fueron los trabajadores quienes denunciaron ante el gremio que había cámaras ocultas en los paneles del control central, en la zona de audio y en el estudio”, detalló a Política&Medios el secretario general bahiense del Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid), Octavio Alvarado.
El gremialista agregó que una vez que tomaron conocimiento de lo que pasaba dentro del canal del Grupo Clarín, realizaron la denuncia en la Subsecretaria de Trabajo de la provincia de Buenos Aires para que se constatara el espionaje interno.
Alvarado repudió los mecanismos “invasivos de la privacidad de los empleados” y denunció otras violaciones: “Han ejercido una presión física y psicológica, y también han tenido una serie de actitudes discriminatorias para con el trato con nuestra gente”.
Pero también destacó el “trasfondo político” del tema. “El Grupo Clarín ha decidido enfrentarse con los empleados agremiados a este sindicato. Éste es un golpe bajo ante las presiones gremiales por una mejora salarial”, señaló Alvarado al considerar que “Clarín viene por los puestos de trabajo”.
Las autoridades del canal, sin embargo, minimizaron los hechos, cuando fueron consultadas por P&M. El responsable del departamento de administración de la emisora, José Luis Ferrer, dijo que “esto sólo es un conflicto gremial, y nada más” y que “las cámaras no son ocultas como pretende hacerlo ver” el sindicato.
“Se trató negociar millones de veces por distintos motivos, pero nunca quisieron. Hay un sinfín de cosas por limar entre las partes y no solamente toca el tema salario”, sino que también hay diferencias en el plano “operativo”, dijo Ferrer.
En un comunicado difundido este viernes, Satsaid responsabilizó a la máxima autoridad local de Canal 7: "Evidentemente, las cámaras fueron colocadas por orden del actual gerente Simón Roitman, sin que el personal fuera notificado de tal determinación, en una clara violación a la intimidad”.
"Desde la llegada de este nefasto personaje a la gerencia del canal se sucedieron los agravios a sus trabajadores, violando sistemáticamente, toda la legislación laboral existente, de lo que, este último capítulo es la confirmación más aberrante", agrega el documento para luego afirmar que "no vamos a deponer nuestra lucha para recuperar la legalidad perdida en esta empresa del Grupo Clarín".
Por lo pronto, los trabajadores dispusieron un paro total de actividades a partir de este viernes en Canal 7 y el estado de alerta en las demás televisoras de la ciudad, tanto de aire como de circuito cerrado. Otros sectores gremiales, como la UOCRA, respaldaron la medida de fuerza con protestas en la puerta del medio. (Agencia Paco Urondo)
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