martes, 14 de julio de 2009

El actor de Terminator y gobernador de California lanzó unos bonos por la situación financiera

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado en Revista 23) Coletazos de la crisis en Estados Unidos: Los patacones de Arnold.



Finalmente, a Terminator parece haberle llegado la hora de acabar con el mundo tal como lo conocemos. Bueno, maticemos: por ahora, comenzará destruyendo a la economía de California. El gobernador Arnold Schwarzenegger –debido a la profundización de la crisis económica mundial cuyo epicentro se encuentra en Estados Unidos– decidió lanzar los bonos IOU para pagar las deudas a los proveedores del Estado y para devolver a los contribuyentes la parte de sus impuestos que corresponde reembolsar. Los bonos son como los famosos patacones argentinos del 2001, pero poseen una denominación más cool –no podía ser de otra manera en la tierra de Hollywood, el sol y las playas–: se llaman IOU, que fonéticamente suenan como “I owe you”, es decir, “te lo debo”. La primera emisión de estos pagarés alcanza la astronómica cifra de 3.360 millones de dólares sólo en julio. El déficit total de California se acerca a los 24.300 millones. La economía del estado gobernado por el actor que interpretó a Conan el Bárbaro es, por su tamaño, la octava más grande del mundo.

La envergadura de la crisis es tal que el gobernador decidió declarar la emergencia fiscal en California, estado de excepción que le permitió avanzar con una medida en la que la Argentina es precursora. Arnold, un republicano de pura cepa a pesar de su matrimonio con Maria Shriver, miembro del clan Kennedy, vetó la propuesta de los demócratas que apuntaba a subir impuestos o crear nuevos dirigidos a los sectores más elevados de la sociedad. El gobernador prefiere efectuar recortes en los gastos sociales, próximo paso de su polémico plan de medidas para superar la crisis.
Anteriormente, ya había logrado irritar a los trabajadores estatales: les impuso un día más de franco, claro que sin pagarlo. La medida (que en el país impulsa Techint con el simpático mote de “Día Osvaldo” y que difiere radicalmente de aquel día más de descanso que se logró imponer con el gobierno del Frente Popular en Francia en la década del treinta) implica un recorte salarial del 14 por ciento a los 235 mil empleados estatales. Las medidas no acaban allí: a partir del próximo curso lectivo, los alumnos del ciclo primario tendrán una semana menos de clase que, obviamente, no será pagada a sus maestros. La crisis que afecta al estado ha llevado la desocupación por encima del diez por ciento y más de 144 mil californianos han emigrado a otros estados desde 2008. El adiós al “sueño americano” y al “american way of life” comienza a corporizarse en el estado que más difundió ese mito del imaginario social estadounidense a través de la fábrica de sueños llamada Hollywood. Donde, hay que recordar, comenzó su carrera el hoy ajustador Arnold.

La profundización de la crisis está cambiando el paisaje del gran país del norte de un modo que, cada vez más, se acerca a las postales de la crisis de 1929. Según los medios norteamericanos, cada vez son más las personas con estudios superiores que acuden a solicitar trabajo en cadenas de comida rápida. Otra vez precursores, los argentinos inauguraron la era del arquitecto manejando el taxi en la década del noventa.

La alarma no se cierne solamente sobre las fronteras estadounidenses. En España, donde la crisis se hace sentir cada vez más, se estudia también la posibilidad de emitir monedas que acompañen al euro. La crisis llegó para quedarse. Habrá que ver si, luego de los patacones y como en la Argentina, a Terminator no le llega su propio 20 de diciembre. (Agencia Paco Urondo)

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