Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado por Redacción La Cantora) Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, acaba de designar como Jefe de Policía a quien desde hace tiempo había marcado como su candidato, el Comisario Mayor (hoy retirado) Jorge Alberto Palacios, alias “Fino”.
Es público que Palacios fue Jefe de la División Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas, más tarde del Departamento Unidad Investigación Antiterrorista (DUIA) y luego de la Dirección General de Terrorismo Internacional y Delitos Complejos.
Según el currículum vitae que aparece en uno de sus libros, “se desempeñó en un amplio abanico de áreas, desde la investigación antiterrorista (DUIA), operacional y de inteligencia, incluyendo la especialidad de drogas y del delito económico; y la faceta administrativa de finanzas y personal, hasta la de enseñanza profesional y la correspondiente a comisarías”.
La hoja de vida narra también, que recibió “los premios del Banco de Boston y de American Express Argentina S.A.; la Medalla de Oro y Pasador Walter Scott y la medalla de la empresa ATACYC” y “varios representantes extranjeros resaltaron el accionar del Oficial Superior”.
Si bien su semblanza oficial no lo indica, funcionarios estadounidenses de la DEA, la Embajada y el FBI, fueron siempre sus poderosos defensores; cosa que se hiciera pública cuando Palacios fue pasado a disponibilidad y luego a retiro.
Más allá del currículum, Palacios ha sido cuestionado por su actuación en la investigación referida a la voladura de la AMIA, a pesar que se afirme que su desempeño en ella fue distinguido “de manera superlativa” por “entidades de la comunidad judía (AMIA, DAIA, HACOAJ)”.
Otros datos: existe documentación que junto a otros oficiales superiores de la fuerza, actuó en la zona de la Plaza de Mayo durante la represión del 20 de diciembre de 2001. Según el comunicado difundido por la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (CADeP) y por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), también se lo vincula por su relación con un reducidor de autos robados, al caso de Axel Blumberg.
Además de estos graves antecedentes que han sido publicados por algunos medios de prensa, el “Fino” Palacios es autor de un libro relativamente reciente titulado “Terrorismo en la Aldea Global”, que desnuda la ideología del jefe policial macrista, partidario apenas disimulado de la última dictadura militar.
Su obra fue publicada como volumen 349 de la Editorial Policial e impreso en Buenos Aires en junio del año 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner. Ese libro fue editado oficialmente por la P.F.A. y, según su autor, “los datos recopilados” allí están destinados “con afán docente, para que constituyan un conjunto de utilidad para cada integrante de la Policía Federal y que sirva como una herramienta más de instrucción y capacitación de los nuevos miembros”.
El contenido general de este libro guarda honda coincidencia con las posturas oficiales tradicionales de los gobiernos de EE.UU., país con el cual el citado oficial superior tenía una especial relación. El capítulo 4, “América del Sur. Un subcontinente que sufrió más de dos décadas de guerrilla marxista”, comienza con el tratamiento del “terrorismo” (siempre según el Comisario Mayor Palacios) en Argentina, con el expresivo subtítulo “Guerrilla marxista en los 60 y 70. Blanco de dos atentados terroristas en los 90”.
Expresamente en la página 185, Palacios asegura que “la Argentina era el teatro de operaciones de los revolucionarios marxistas que sembraron violencia y terror en la ciudadanía”. Tras un párrafo referido a la sucesión presidencial, sigue otro donde el flamante jefe categóricamente afirma que “La guerrilla no decrece y un nuevo movimiento militar toma el poder (Proceso de Reorganización Nacional), durante el cual el combate contra la guerrilla se intensificó.”
Lejos de la teoría de los dos demonios, utilizada por diversos sectores como tibia justificación del accionar criminal del Estado terrorista, queda claro que para Palacios existió un “único demonio”: la guerrilla. En su libro no hay referencia alguna al terrorismo de Estado; el jefe de policía elegido por Macri ni siquiera intenta articular la famosa excusa de los pretendidos “errores y excesos”, ya que nada objeta a la dictadura genocida.
Más allá de sus antecedentes, el “gran Jefe”, según Mauricio Macri, apresta sus pertrechos para dar una nueva envestida. (Agencia Paco Urondo)
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El "Fino" (o el grueso) Palacios, es el sucesor del Comisario Villar y Margaride, lo peor de la Federal en toda su historia, diría yo. El resurgimiento de la Triple A está en marcha en la Ciudad Pro(ceso). Se vienen tiempos muy duros y difíciles con estos tipos manejando a piacere el Estado porteño. Hay que andar con pie de plomo, cumpas, y como decía el Carlón Eduardo Pereyra Rossi, "hay que putear a los hijos de puta".
ResponderEliminarTiempos pesados se nos vienen Eduardo. Gracias Pino por ayudar a la derecha en su victoria venidera!
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