De Hiprócritas y Fariseos..., por Hugo García

Paraná, Entre Rios (Agencia Paco Urondo) ¿Ustedes se imaginan a Jesús convocando a los poderosos de su tiempo para acordar luchar contra la pobreza y por los desposeidos?

¿Convocar por ej., a los fariseos, al “sanedrín”, a Herodes, a Pilatos, a la “mafia económica” que estaba detrás de los “mercaderes del templo” y los “cobradores de impuestos” a los pobres que eran mayoría?

Nó. Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, encarnado en la historia humana, antes de pronunciar ese hermoso y nunca igualado Sermón de la Montaña, no consultó a los opresores. Para predicar el Evangelio (la Buena Nueva) dirigido especialmente a los pobres y humildes de su tiempo, lo hizo desde compartir y vivenciar sus condiciones de existencia y DENUNCIANDO LAS CAUSAS Y A LOS RESPONSABLES DE LA OPRESION. No hablaba “en abstracto” de la pobreza ni defendía “principios generales” que de tan generales siempre terminan avalando a los poderosos de turnos. Comía y bebía con la gente común, con su pueblo. Y mientras lo hacía, los defendía y denunciaba a los que los explotaban. No decía pavadas ni denunciaba en abstracto, decía cosas muy fuertes, como por ejemplo “Bienaventurados los pobres y humildes, porque poseerán la tierra y de ellos es el Reino de los Cielos” (un reino muy concreto que predicaba la Buena Nueva y el Hombre Nuevo y que comenzaba acá en la tierra); “Es mas fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”. Sus discípulos y apóstoles no provenian del poder económico e imperial de su tiempo. Hoy diríamos no eran grandes productores sojeros, ni gerentes de la Fiat, ni ejecutivos de la UIA ni banqueros… Se cuidó muy bien Jesús para predicar el Evangelio, de elegirlos en lo que hoy los opresores dirian “la chusma”, “los mas humildes”, los que sobreviven el “dia a dia” y cuando un joven rico quiso ser discipulo suyo le dijo que primero tenía que repartir su riqueza y com-partirla, que ésa era la condición .

Digo todo esto para, desde mi humilde condición de Argentino, Peronista y sobre todo Cristiano, interpelar a la jerarquía de la iglesia, al episcopado argentino y particularmente al Obispo Casaretto (y Bergoglio) tan preocupados estos dias por consensuar con los poderosos un documento sobre “la pobreza”, que su intención es la misma que tenian los fariseos y los hipócritas de la jerarquía religiosa en tiempos de Jesús. Que si realmente les interesara combatir la pobreza en argentina, no harian tantos documentos y declaraciones rimbombantes como les gusta hacer y menos convocarian al poder económico y gerentes del imperio (los “herodianos” de hoy) para llevar la Buena Noticia de la Liberación a los Oprimidos. Uds si quieren ser verdaderamente coherentes con el Evangelio debieran sesionar aunque sea de vez en cuando en algún barrio popular de nuestra argentina, rodeados de trabajadores, de madres de plaza de mayo, de abuelas que buscan desesperadamente a sus nietos robados…No debieran tener como asesores a sojeros, banqueros ni a los Ratazzi, ni a los Techint, ni nada de eso.

Porqué cuando hablan de “la pobreza”, no denuncian claramente QUIENES DESDE EL PODER ECONOMICO se oponen a la liberación de los pobres y oprimidos? Porque no dicen de que no existe hoy ninguna causa para que haya inflación y sin embargo los “formadores de precio” que tienen nombre y apellido (y Uds nunca los nombran) “inflan” los precios para “ganar más, produciendo menos” y para que las políticas de inclusión social y universal que ha posibilitado nuestro actual gobierno, se hagan añicos?. Ya lo dijo también Jesús “No se puede servir a dos señores…” “No se puede servir a Dios y al dinero”. Cuándo nos enteraremos los argentinos y cristianos “de a pié” que Uds han hecho una verdadera y evangélica autocrítica de su histórica relación con los poderosos y los genocidas en nuestro País y han decidido “conducir como pastores al Pueblo de Dios, desde una auténtica OPCION ¿POR LOS POBRES? El Bicentenario que estamos celebrando sería una buena ocación, ¿No les parece?

(Agencia Paco Urondo)