Mesa Ejecutiva de la CP17: definiciones, política de masa, unidad de las organizaciones

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Las elecciones del 28 de junio nos dejan muchas cosas para analizar. En primer lugar pareciera que el Gobierno Nacional salió debilitado, según el análisis general, y se abrió una etapa de transición para los opositores. Para nosotros, en cambio, lo que sucedió fue un reacomodamiento de las fuerzas partidarias y la clase política, ya que si bien los medios masivos buscan destacar una derrota del Gobierno Nacional, ninguna fuerza opositora asomó la cabeza, es decir no existió un absoluto ganador en las elecciones.

Creemos que, como con el No Positivo del inservible Cobos, la fuerza kirchnerista entró en crisis y fiel reflejo de esto es el proceso de cabildeo de las organizaciones sociales que buscan renovar su práctica política. Pero ¿se está debatiendo lo profundo o estas asambleas-actos no son sino nuevas puestas en escena para próximos armazones vacíos?

Desde esta pequeña organización venimos discutiendo en diferentes ámbitos la necesidad de profundizar el debate acerca de las formas de construcción y la estrategia a seguir.

Las grandes organizaciones sociales se han dedicado estos seis años a engordar a base de recursos del Estado, pero no han acumulado poder, porque no pudieron reconstruir un programa propio acorde al proceso abierto en el 2003.

El movimiento obrero, es entonces, la fuerza social que se afianzó en estos últimos años y es claramente el sostén del momento político actual. Luego del conflicto por las retenciones la Unión Industrial Argentina, principal aliado del Gobierno en el período 2003-2008, giró hacia el posicionamiento de la Sociedad Rural. La CGT de los trabajadores quedó entonces como único sostén, como única fuerza capaz de movilizar y luchar con fortaleza para que no se reimplante la noche neoliberal.

Por su parte la oposición política está frágil por eso la Mesa Campestre, como representante del bloque dominante tiene que salir a exponerse en toda su dimensión, y a reivindicar sin tapujos a los Martinez de Hoz en la Rural.

Hoy el país se encuentra en tiempos de definiciones. Mientras para la partidocracia lo que importa son las elecciones del 2011, para la militancia revolucionaria debe primar la convicción de construir una fuerza capaz de empujar el proceso político.

En el rol de profundizar juega un rol estratégico el movimiento obrero. La disputa entre un país sojero para 10 millones, o un país con industrias para 40 millones, es la que debe entender el conjunto del pueblo. Para esto es necesario comunicar la política, y esto sólo se logra con organización de base, con el fortalecimiento de la conciencia del pueblo.

Cómo puede ser que las obras de infraestructura del conurbano hayan sido identificadas por sus pobladores más con la intendencia que con la política del Gobierno Nacional. Cómo puede ser que los pibes de los barrios populares hayan votado a De Narvaez por el personaje de Tinelli.

El rol de los medios populares y públicos es entonces fundamental. En este sentido vemos imprescindible que antes del 10 de diciembre el Ejecutivo presente el Anteproyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La campaña “Queremo la Ley de Medios de Comunicación”, es para nosotros un ejemplo de cómo hay que empujar desde abajo, sin esperar ninguna orden de arriba.

Porque los discursos políticos de la dirigencia nacional revelan un vuelo que no tiene correlación por abajo. La construcción de poder popular desde los territorios debe plantearse expulsar las prácticas planeras que achatan la organización. Porque es vital recrear una política de masas, que impulse el protagonismo popular con la unidad de las organizaciones.

Somos la 17 de Agosto, y nacimos con la aspiración de dejarlo de serlo en poco tiempo. Para superarnos rápidamente en una organización que nos aúne a más compañeras/os. Pero sin debate de fondo creemos que sólo se busca la reproducción de la militancia rentada que vive del café, discutiendo la nada.

Construir una organización revolucionaria es la meta que debemos encarar como mujeres y hombres del pueblo comprometidos con el proceso continental que muestra hoy ,también, momentos de definiciones. (Agencia Paco Urondo)