viernes, 16 de abril de 2010

Recalde quiere que Aerolíneas obtenga ganancias antes de 2012

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado en El Cronista.com) Perderá u$s 480 millones en 2010 pero espera recuperar pasajeros, frecuencias y devolver aviones. En marzo obtuvo la mejor facturación de su historia.

El presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, no esboza sonrisas cuando habla sobre el estado en que el Gobierno encontró, según su descripción, a la compañía luego de la expropiación a Marsans. Reconoce que el Estado deberá seguir aportando ingentes fondos al menos hasta 2012 para que la línea aérea de bandera continúe funcionando. Pero toma una gruesa carpeta que tiene sobre un escritorio de las oficinas de la calle Bouchard, que contiene su plan de negocios, y con el índice sobre el papel avisa: “En 2011 queremos tener algún mes con resultados positivos. Si es antes de las elecciones, mejor”.

El número uno de la empresa reconoce que se trata de una frase cargada de optimismo. De acuerdo con los números que maneja la compañía, este año tendrá un déficit de u$s 482 millones y un rojo de u$s 200 millones en el promedio del año que viene. En 2012, la proyección le indica que le quedarán al menos u$s 40 millones, u$s 92 millones en 2013 y hasta u$s 180 millones en 2014. Claro que el cálculo puede fallar: “Nuestros números no contemplan una nueva crisis financiera ni una epidemia de gripe porcina”, se resguarda Recalde. Asegura, sin embargo, que los ingresos que le genera al país la existencia de Aerolíneas superan con creces el rojo de estos años. Según calcula, equivale a una facturación de u$s 8.000 millones anuales en turismo.

La empresa responde a una curiosa denominación: es una compañía en vías de estatización, en concurso, gerenciada por el Estado. Recalde, que en abril cumplirá un año al frente de la aérea, se enoja por la manera en que le “pegan los diarios” a la empresa. Se esfuerza en hacer notar que las críticas (viajes de ocio en aviones de la compañía, envíos de naves a reparar a Brasil y supuestos sobreprecios en la renovación de la flota) no tienen fundamentos y, además, “no están vinculadas con la operación diaria de Aerolíneas”.

Recalde asumió la conducción cuando dejó el puesto Julio Alak, hoy ministro de Justicia. Tiene en la memoria una batería de argumentos de defensa a la gestión de la empresa: “En el peor momento de Aerolíneas tenía un 55% de participación en el mercado de cabotaje. Hace un año tenía un 64% y hoy estamos en un 71%”, resume. En sus registros figura que en marzo de este año pasaron por sus asientos 140.000 pasajeros más que en el mismo período de 2009, que equivalen a una suba de un 30 por ciento. Y la facturación del tercer mes del año creció de manera interanual un 46 por ciento. Fue, en dólares, la más alta de toda la historia de la empresa.

Cuando el gobierno de Cristina Fernández decidió estatizar la compañía, en julio de 2008, tenía la intención de “ponerla en valor”, como se denominó en aquel momento, y luego encontrarle un socio privado que la gestione. Esos planes quedaron hoy en el olvido. “Nadie está pensando en buscar otro socios. Esperamos quedarnos al frente de la gestión durante muchos años más”, reconoce Recalde.

Lastre en tierra

Aerolíneas muestra un extraño equilibrio: tiene casi tantos aviones en vuelo como en tierra debido a problemas técnicos o falta de repuestos. De acuerdo con documentos del área de programación técnica, al 30 de marzo disponía de 54 unidades, la mayoría alquiladas. De ese total, 30 se encuentran en condiciones de volar, mientras que otras 24 están fuera de servicio. De manera que sólo un 56% de su flota está en condiciones de cumplir con su función.

Recalde promete que a más tardar en 2013 la empresa habrá devuelto todas las aeronaves que no utilice, en paralelo con la renovación de la flota. Esa tarea también le trae el agrio recuerdo de Marsans. “Para devolver las naves hay que repararlas, y eso cuesta mucho dinero. Los españoles preferían extender contratos antes que devolver aviones. Algunos, incluso, nunca volaron”. No es el único dolor de cabeza que puede llegar desde la península ibérica. Los ex dueños de Aerolíneas reclamarán a ante el CIADI el reembolso de u$s 1.500 millones por la expropiación. (Agencia Paco Urondo)

1 comentario:

  1. Carlos Eduardo Fernández20 de abril de 2010, 9:40

    Así debe ser, el Gobierno debe demostrar a la estupidez neoliberal, que las empresas del estado son viables. Lo único que no es viable es este estúpido liberalismo económico, que hará que el planeta Tierra tenga en 50 años, 6 grados más de temperatura ambiente, y que, aunque saben que es suicida para la especie humana, igual no quieren renunciar ni a un centavo de las ganancias de hoy para que ello no ocurra...

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