Capital Federal (Agencia Paco Urondo, gentileza Daniel Chiarenza, publicado por Crítica Digital, por Claudio Zlotnik) El fenómeno ocurre por primera vez en tres años. El público se había sobrestockeado de divisas apostando a una cotización por encima de 4 pesos, ahora vende para consumir. El Banco Central también se favorece. Previsión de más crecimiento para 2010.
Por primera vez en tres años, los bancos les compran a sus clientes más dólares de los que les venden. En la actualidad, las filiales de cada banco líder adquieren entre un millón y un millón y medio de dólares por día de la gente que se acerca a ofrecerles sus billetes verdes para cambiarlos por pesos. El escenario se opone al que existió hasta mediados de año. Entre marzo y mayo últimos, en plena corrida cambiaria, las entidades financieras más grandes vendían entre 10 y 12 millones de dólares cada una.
El cambio de escenario financiero responde a lo que ocurre a nivel internacional. La crisis económica global amainó, al menos en lo referente a las finanzas. El rebote inmediato en la Argentina es que el flujo de capitales que antes no paraba de salir, ahora no sólo se queda sino que además muestra un saldo neto positivo.
De acuerdo con datos que manejan en el Banco Central, al país están entrando entre 60 y 70 millones de dólares diarios de parte de inversores internacionales. El flujo podría incrementarse en las próximas semanas: en los últimos quince días hubo delegaciones de bancos de inversión extranjeros (estadounidenses y europeos) interesadas en volcar dinero a la compra de activos financieros argentinos. Esos financistas tuvieron encuentros discretos con funcionarios del área económica para conocer de cerca la situación de la Argentina.
En el Gobierno están seguros de que la actividad económica tendrá una recuperación relevante en 2010. En el Palacio de Hacienda suponen que el crecimiento excederá el conservador 2,5% planteado en el Presupuesto. Lo mismo va a decir el Programa Monetario del Banco Central, que será presentado antes de que se apague 2009.
La previsión de Martín Redrado es que el Producto Bruto se expandirá alrededor de 4,5% el año que viene, siempre y cuando el Gobierno concrete su objetivo de volver a los mercados voluntarios de crédito. Antes intentará cerrar trato con los holdouts y acercar posiciones con el Club de París. Si, en cambio, Amado Boudou sigue sin poder volver a pedir prestado, la economía tendrá tan sólo un rebote del 2,5% en 2010, dirá el Programa Monetario.
La Argentina necesita unos 4 mil millones de dólares que el mercado le preste en 2010 a una tasa inferior al 10% anual en dólares. Para llegar a cumplir, el ministro de Economía tendrá que lograr la adhesión superior al 60% de los holdouts, tal como él mismo ya lo plantea públicamente. El Gobierno ya descuenta que detrás de la salida al mercado las empresas harán lo propio, conseguirán dinero más barato y a largo plazo, con lo cual se reactivarán planes de inversión que por ahora siguen en el freezer. Bajo ese esquema es que tanto el Palacio de Hacienda como el Central se ilusionan con un crecimiento económico que no sólo recupere lo perdido este año sino que supere esa marca negativa.
La mejora del escenario financiero es la base de todo este programa. El hecho de que se haya revertido la fuga de divisas y que el Central cierre 2009 con el récord de reservas del año (el stock ya está en 47.540 millones de dólares) aparece como la punta para que el público vuelque sus ahorros en el consumo antes que en la compra de divisas. Justamente, el cálculo oficial es que la gente se sobrestockeó de dólares durante la crisis, pensando que la cotización superaría largamente los 4 pesos, y ahora los vende porque desapareció el riesgo de devaluación y prefiere consumir o ahorrar en moneda local. Ése es el motivo por el cual los bancos más grandes de la City porteña compran, en conjunto, entre 15 y 20 millones de dólares cada día a sus clientes.
En los despachos oficiales suponen que la economía global ayudará a la Argentina. Los funcionarios creen que el precio de la tonelada de soja oscilará entre 350 y 400 dólares el año que viene, lo que significará un ingreso adicional de unos 7 mil millones de dólares respecto de 2009.
Si fuera así, está todo dado para tener un 2010 de recuperación, imprescindible para mejorar la situación laboral y social del país. El otro gran desafío es la dinámica inflacionaria. Todavía no está claro cómo el Gobierno atenderá ese capítulo. (Agencia Paco Urondo)
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