Capital Federal (Agencia Paco Urondo) El viernes pasado, la presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Cienfíficas y Técnicas (CONICET), Dra. Marta Graciela Rovira, realizó un balance de la gestión anual del organismo. Estuvieron presentes el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, autoridades de la cartera y notables personalidades de la Ciencia argentina. Los datos que brindó la funcionaria son contundentes. Entre 2003 y 2009, el CONICET aumentó su presupuesto en un 500 %. Este año el presupuesto fue de $ 997.265 millones. Para 2010 será de 1.275.863 millones.
La Dra. Marta Rovira, presidente del directorio del organismo, brindó un certero informe acerca de las actividades del CONICET, ente autárquico en la órbita del Ministerio de Ciencia y Tecnolgía que conduce el Dr. Lino Barañao. Las políticas del organismo, enfatizó, priorizaron tres ejes: la jerarquización de los recursos humanos, la consolidación de una red institucional y la mejora continua de la gestión. Esto se tradujo en acciones como la creación de Centros Científicos Tecnológicos (CCT), con 5500 becarios. En 2010 habrá 6800 investigadores activos, 583 nuevos investigadores y 93 investigadores repatriados. Los becarios activos alcanzan 8200, en tanto los puestos de trabajos a crear serán de 100 personas, entre profesionales y técnicos.
Asimismo, mencionó la funcionaria, se avanzó en proyectos y convenios con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Cornell University, entre los más destacados.
Las becas, en tanto, se incrementaron en forma notoria: externas para jóvenes científicos que están en el exterior, becas de reinserción y por convenios con entidades nacionales. Otro aspecto fue el rubro I + D (Investigación más Desarrollo): 1777 proyectos en funcionamiento con 3140 investigadores involucrados, entre ellos 1800 correspondientes al CONICET, y otros 1000 en etapa de evaluación.
En cuanto a la infraestructura, realizada con presupuesto propio, la inversión fue de casi $ 25 millones en 2009 contra $ 5 millones en 2008. Los programas globales que jerarquizó la institución, de acuerdo con los lineamientos del Ministerio, fueron: Biodiversidad, Cambio Climático, Ciencias Sociales, Mar argentino (llevado a cabo por el buque oceanográfico Puerto Deseado en tres campañas junto al Servicio Hidrográfico Naval ) y Desertificación. Un lugar importante ocupó la modernización institucional mediante la expansión de la firma digital (10.000 dictámenes se hicieron con este recurso lo que significó un ahorro equivalente a 10 kilometros de papel), el apoyo al sistema electoral para implementación del voto electrónico y la plataforma virtual para capacitación del personal.
Otras acciones estuvieron dirigidas a la vinculación CONICET y la sociedad, como el convenio con Chemotécnica para fabricar productos contra las larvas y mosquitos portadores del dengue; Laboratorio Gador, para la elaboración de medicación antidepresiva; PAMI, para control y asesoramiento de calidad en el proceso de compras de insumos; Justicia Nacional, para la capacitación de peritos forenses y la empresa de capital nacional Maglione, para utilzación de cáscara de maní en la composición de ladrillos. Un crucial paso se dará con la firma de un acuerdo con la prestigiosa entidad Pierre Auger Laboratory para montar un observatorio en Salta, hoy con actividad en Malargue (Mendoza), dedicada al estudio de la ultra alta energía de radiación cósmica.
La digitalización del organismo, por otra parte, ha conformado una base de datos de acceso gratuito ("open access") con casi 550.000 documentos almacenados hasta la fecha. Algunos de los proyectos en el mediano plazo son la creación de CCT en áreas de vacancia geográfica, lo que implica la federalización y la creación de polos de investigación en zonas de baja densidad poblacional. La vinculación con las empresas es otro de las grandes desafíos del ente, avanzando actualmente con la siderurgia, informática, alimentos e industria farmacéutica. También se emprendió el camino para articular políticas con el INTA y el INTI, dos organismos estatales que brindan notorios servicios a la industria y a la actividad agropecuaria, respectivamente.
La integración tanto física como simbólica de las instancias que componen el núcleo de la Ciencia y Tecnología argentina comenzará a verse a fines del 2010 cuando se inaugure la primera etapa del complejo que se está contruyendo en las ex-bodegas Giol, en Palermo, donde estarán en el mismo predio, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y el Instituto de Investigaciones Internacionales Integradas. Es de destacar que en lo referente a la difusión de la actiividad del CONICET, el área de Prensa y Comunicación del organismo informó que tuvieron más de 900 entradas en medios gráficos, además de medios radiales, televisión, revistas y medios digitales. Próximamente ampliará el informe dado a conocer el pasado viernes, por lo que haremos una nueva reseña.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas es el principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Su objetivo es fomentar y subvencionar la investigación científica y tecnológica, y las actividades de apoyo que apunten al avance científico y tecnológico en el país, al desarrollo de la economía nacional y al mejoramiento de la calidad de vida, considerando los lineamientos establecidos por el Gobierno Nacional.
El CONICET fue creado por Decreto Ley N° 1291 del 5 de febrero de 1958, respondiendo a la percepción socialmente generalizada de la necesidad de estructurar un organismo académico que promoviera la investigación científica y tecnológica en el país. Su primer Presidente fue el Dr. Bernardo A. Houssay (Premio Nobel 1947), quien, junto a su impronta fundacional, le infundió una visión estratégica expresada en claros conceptos organizativos que mantuvo a lo largo de más de una década de conducción.
Instituido como organismo autárquico bajo dependencia de la Presidencia de la Nación, se lo dotó entonces de una amplia gama de instrumentos que se juzgaban adecuados para elevar el nivel de la ciencia y de la tecnología en la Argentina al promediar el siglo y que aún hoy constituyen el eje de sus acciones: las Carreras del Investigador Científico y Tecnológico y del Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo, el otorgamiento de becas, el financiamiento de proyectos y de Unidades Ejecutoras de Investigación y el establecimiento de vínculos con organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales de similares características.
Tras cuarenta años de existencia, el CONICET constituye uno de los activos más importantes del capital nacional en materia científica y tecnológica. (Agencia Paco Urondo)
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