Gildo Onorato: “No soy más del Movimiento Evita”

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Gildo Onorato, tiene 31 años y hace ya una década que comparte su vida con Soledad. De esa relación, nacieron Camilo de 3 años y medio y Catalina, en su primer año de vida.

Agencia Paco Urondo: ¿No estás más en el Movimiento Evita?

Gildo Onorato: Sí, desde hace unos meses. Ahora, junto a otros compañeros, estamos construyendo una herramienta que tiene como objetivo crecer con los sectores del peronismo que defienden este modelo, por dentro y afuera del Partido, y con los nuevos emergentes del kirchnerismo, dándole unidad conceptual y práctica a los cuadros y militantes que despliegan esta construcción. Y centralmente estamos en la provincia de Buenos Aires y Capital.

El proyecto en el que estamos trabajando busca producir un quiebre generacional. Quienes nacimos en los 70 o en la dictadura hemos visto pasar gobiernos y dirigentes que defienden la democracia, que hablan de Justicia Social y se dicen peronistas o “nacionales y populares”, y la verdad es que… ellos han tenido sus oportunidades, han logrado llegar hasta este lugar y construir esta gran oportunidad, pero (desde los 70 hasta acá) hay profundos cambios socioeconómicos, culturales y comunicacionales, que requieren emergentes políticos más novedosos. Creo que los compañeros más grandes deben propiciar y acompañar este proceso desde otro lugar. Muchos no nos expresan y si no nos alientan, lamentablemente se convierten en un obstáculo y le hacen daño a este proceso de cambio: evitan darle al kirchnerismo trascendencia histórica.

APU: ¿Por qué te distanciaste de la conducción del Movimiento Evita?

GO: Primero porque, como acordamos todos los militantes, el 28 de junio cambió la etapa política en Argentina. Las tareas no cumplidas se hacen más evidentes, como por ejemplo la ausencia de una construcción de masas con perspectiva estratégica, sobre el despliegue de las políticas coyunturales. Y, no se puede buscar un resultado distinto con la misma fórmula, un poco por lo mencionado en la pregunta anterior. El Movimiento Evita fue una gran experiencia pero ha encontrado límites para superarse, al menos desde mi perspectiva, Emilio (Pérsico) es un enorme militante y un gran compañero pero nunca encontramos respuestas a nuestros planteos. Entonces no quedaba salida para mis ideas. Las políticas en las que creo no se negocian, no tienen precio. La JP Evita también fue una gran construcción, pero chocó con la falta de autonomía para desarrollar la construcción en su sector particular. Siempre se subordinó a la política y no a la realidad de los pibes. Y eso demostró ser un error, los que la conducíamos tenemos responsabilidades.

APU: ¿Cuál es la lectura política que hacés de las formaciones juveniles actuales?

GO: Primero con respecto a la etapa anterior, creo que nos faltó madurez y capacidad para comprender la oportunidad que teníamos. La JP Evita y las otras agrupaciones, podíamos haber construido una gran JP Unificada con Juan Cabandié a la cabeza, pero los celos, el ombliguismo, la búsqueda de la referencia personal produjo una enorme pelea entre compañeros. Nos quedamos en intentos. Hoy no hay mucho para reivindicar, el compañero más sólido y serio, y al que más respeto es (el flamante candidato a concejal) Eduardo Toniolli del Frente para la Victoria de Rosario. Con respecto a las formaciones actuales me parece que hay una pose “setentista” que intenta reivindicar la lucha de los compañeros que dieron su vida. Pero… “del Perón o Muerte” ni noticias. En la práctica se ve: “cargos, contratos y candidatos o Muerte”.

Las agrupaciones más auténticas y sanas me parecen la JP Liberación Nacional, la Juventud Nacional y Popular y la JP Descamisados, que se fueron construyendo en el marco de la pelea contra las patronales del campo, y eso de por sí define el perfil de la construcción. Hoy, para mí, la Juventud es historia, cuando yo me levanto a llevar a mis hijos al Jardín, los pibes de 22 o 23 años vuelven a su casa. Existe una distancia que hay que reconocer y no hay que atarse al pasado, hay que ser honestos políticamente. Ya no vivo la realidad de los pibes. Al menos en ese aspecto de lo cotidiano, y eso es importante para comprender que se siente y se vive.

APU: ¿Hacia donde ves que evoluciona este proceso político? ¿Cómo ves el 2011?

GO: Primero, los que dan por agotado este proceso se equivocan, porque los cambios generados, las transformaciones producidas están presentes en la realidad del Pueblo, que eso no se haya plasmado en términos políticos electorales, no solo es por la acción de los medios, sino es la falta de organización y construcción de esas conquistas en una fuerza política social sólida. Creo que la inclusión Social, el trabajo, los DDHH, la Soberanía Nacional y la Unidad Latinoamérica, han calado muy hondo en la sociedad mas allá de las elecciones, hoy la Sociedad Rural para hacer oposición tiene que hablar de pobreza, y eso es un logro de este proceso, significa que la gente no va aceptar ir hacia atrás. El piso es mucho mas alto que en el 2003. Pero falta construcción, y no es hacia el progresismo y la centroizquierda la salida, sino por el contrario, la respuesta a esta situación hay que darla desde el reagrupamiento de fuerzas desde el peronismo hacia los sectores nacionales y populares.

Entregar el peronismo a los grupos concentrados de la economía es suicida, es rendirse antes de la pelea y nosotros no lo vamos a permitir. Tenemos que encontrar nuevas interlocuciones con el pueblo, mejorar nuestra organización, y no ceder ante los poderosos. A veces el látigo de la contrarrevolución es el mejor correctivo para nuestros errores. Respecto del 2011 falta mucho, nosotros tenemos que concentrarnos en desarrollar dos tareas, una es mantener la gobernabilidad, y ese rol centralmente lo tiene que cumplir el Poder Ejecutivo, por intermedio del diálogo, el fortalecimiento de los ámbitos institucionales y la rediscusión parlamentaria. A nosotros, nos toca la militancia política, y tenemos que concentrarnos en la tarea de sostener las conquistas, en producir una acumulación que tenga como objetivo darle a estos años de avances populares un lugar fundante en la Patria.

Tenemos que llegar al Bicentenario con objetivos claros. Si las instituciones democráticas actuales frenan la redistribución del ingreso y el desarrollo de un proyecto Soberano, entonces no sirven. Con participación y protagonismo democrático del Pueblo fundaremos nuevas instituciones, si lo hacemos desde el peronismo, podemos sufrir golpes, pequeños retrocesos, pero seguiremos siendo una alternativa, aún no ganando las elecciones. Si logramos una democracia protagónica y participativa para el pueblo por sobre las corporaciones y refundamos el peronismo, no nos detiene nadie. Creo también que hay que buscar alternativas, un Proyecto Nacional y Popular, en este contexto regional, sin articular con el ALBA es inviable, pero esa es otra discusión. Para otro café de dos horas. (Agencia Paco Urondo)