lunes, 23 de noviembre de 2009

Garré subrayó el objetivo de formar un “ciudadano funcionario público de profesión militar”

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, entrevista en la revista “Acción”) La ministra de Defensa, Nilda Garré, repasó algunos puntos de su gestión y partió de considerar el cambio necesario en las Fuerzas Armadas para lograr el objetivo de formar un “ciudadano funcionario público de profesión militar, en ese orden”.

Garré subrayó que “la planificación de las Fuerzas resulta fundamentar para desarrollar un cambio profundo, y para no volver a cometer errores pasados, como lo fue, por ejemplo, la derrota en la guerra de Malvinas”, y que ha sido política del Ministerio “planificar qué clase de Fuerzas Armadas queremos, para qué, con qué diseño, con qué organización y con qué medios”. Hasta hace poco tiempo, cada una de las Fuerzas realizaba la compra de material de manera independiente de las necesidades concretas, y de un planeamiento adecuado entre las tres armas. Por ello, la ministra explicó que “no queremos que el ciclo de planeamiento salga del capricho de una Fuerza. Uniendo las hipótesis de conflicto que podemos tener, si las tenemos, veremos qué elementos son necesarios comprar”.

Así, el análisis del escenario latinoamericano e internacional resulta fundamental para adecuar a las FF. AA. a los requerimientos de la Nación. Dado que la Ley de Seguridad Interior establece que las FF. AA. sólo pueden actuar en caso de agresión estatal externa, la planificación de las mismas requiere otra organización, otro despliegue y otros medios materiales que los del pasado, porque en el mediano y largo plazo no existe hipótesis de conflicto con otras Naciones. “Pero tenemos que estar preparados -dijo Garré- para defendernos de cualquier ataque y debemos tener capacidad para defender nuestros recursos naturales, que son muy codiciados en el eventual caso de que tengamos algún tipo de intento de limitar nuestra disposición de ellos”.

En lo concerniente a los países vecinos, “en la región hay un proceso de cooperación y de integración bastante significativo”, explicó la ministra. Así , las Fuerzas Armadas chilenas y argentinas conformaron la Fuerza de Paz conjunta “Cruz del Sur”, para actuar en operaciones de paz; y lo mismo se está desarrollando con Perú. Además, indicó Garré, “Chile y Argentina tienen un sistema de aviso cuando van a comprar algo, porque hay medidas de confianza mutua desarrolladas, que queremos desarrollar en toda la región”. “Cierto es -aclaró la ministra- que hay reclamos territoriales pendientes. Concretamente Bolivia que reclama su salida al mar, y Chile y Perú tienen disputas costeras. Pero Argentina no tiene problemas limítrofes. Nuestra definición es defensiva, por lo cual muchas armas que son claramente ofensivas no entrarían en el diseño de nuestras Fuerzas Armadas. Esto no quiere decir que no tengamos que considerar alguna renovación, como los aviones Mirage, cuya vida útil está por vencer y entonces hay que sacarlos de servicio en poco tiempo más”.

Garré también se refirió a los proyectos que se están desarrollando en colaboración con los países de la región. “Tenemos un patrullero oceánico, que es un diseño conjunto que se hizo con Chile. Lo hicieron ingenieros de las Fuerzas Armadas de los dos países”, indicó Garré, y continuó: “los chilenos hicieron la ingeniería básica, que se la compraron a los alemanes y nosotros hemos comprado a Chile esa ingeniería de detalle para el año próximo comenzar a producir el primero de esos patrulleros”. La ministra explicó además que el INVAP (empresa propiedad del Gobierno de Río Negro y de la Comisión Nacional de Energía Atómica) está desarrollando el primer radar militar producido en la región, “porque necesitamos tener radares y aviones para controlar el espacio aéreo y patrulleros, que no son buques de guerra, para mostrar claramente nuestra voluntad de ejercer nuestros derechos soberanos sobre las aguas oceánicas”.

En cuanto a la dificultad más grande aún pendiente en la gestión, la ministra consideró que es la de “producir cambios estructurales, profundos, cuando hay un esquema de valores, de principios, de objetivos que van un poco a contramano de lo que son los valores de la sociedad. Creo que hay una gran cantidad de oficiales que aceptan este desafío y que entienden que tanto en el tema de derechos humanos, como en modernización de la educación, como en análisis de los nuevos temas, como en pautas culturales, es fundamental ir en paralelo con la sociedad. Pero está todavía un grupo que se resiste a esto”.

En este sentido, se realizaron cambios en la educación de los militares, acompañadas por cursos y debates organizados por el Ministerio de Defensa y por las Fuerzas. Garré señaló que la Marina, por ejemplo, “invitó a Adolfo Pérez Esquivel con todo el almirantazgo y estuvo también Stella Calloni, que escribió el libro sobre el Operativo Cóndor, nada menos, y Horacio Ravena de APDH, y se fue dando una charla que comenzó siendo durísima. El clima se cortaba con una tijera, pero después de que se expusieron las cosas, el diálogo duró como cinco horas. Cada uno se habrá llevado su pedacito de verdad, que no era la verdad total, pero por lo menos se escuchó al otro”.

En cuanto al rol de las mujeres de las Fuerzas, Garré también mencionó que se lograron grandes cambios: “Hemos solucionado medidas claramente discriminatorias para la mujer, como por ejemplo, las guardias. Una mujer embarazada tiene que tener una limitación en el horario de guardia por la naturaleza de su situación. Estamos haciendo un plan nacional para instalar jardines maternales, que lo hacemos, en general, en convenio con las autoridades educativas de la jurisdicción”.

Finalmente, Garré habló sobre las cuestiones pendientes en materia de educación de las Fuerzas, y comentó la necesidad de articulación entre las tres armas. Por ello, contó que se está construyendo un centro educativo que juntará a todas las Escuelas Superiores de Guerra en una suerte de Ciudad Universitaria en el predio en donde funcionaba la Escuela Superior de Guerra del Ejército, en la Av. Luis María Campos. “Es muy difícil -explicó la ministra- una acción conjunta si los oficiales no se conocen. En educación estamos viendo las experiencias de otros países, pero Argentina llevó siempre la delantera en la región en cuanto a fortalecer la autoridad civil, los ministerios de Defensa. Creo que el sistema de justicia militar lo hicimos superando los estándares de Naciones Unidas”.

La ministra de Defensa hizo estas declaraciones a la revista “Acción”, órgano del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. (Agencia Paco Urondo)

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