lunes, 9 de noviembre de 2009

Río Negro: Los silencios del Ministro Larreguy

Viedma, Río Negro (Agencia Paco Urondo, publicado por La Cantora) Los dichos del alto funcionario, dejaron a las claras, cuales son las líneas de gestión que su cartera impulsa: profundizar la criminalización de la pobreza, impulsar las políticas de mano dura y hacer oídos sordos alas demandas de justicia social y vida digna del pueblo rionegrino. Un recuento de las barbaridades y silencios del Ministro; y algunas sugerencias sobre el final.

Poco salió a la luz de las declaraciones del Ministro de Gobierno de la Provincia de Río Negro realizadas en Radio Noticias de la ciudad de Viedma, el viernes pasado por la mañana. Sólo algunos comentarios sobre la mala y escandalosa relación que el alto funcionario estaría teniendo con la Defensora del Pueblo, Ana Piccinini, trascendieron en los medios. Sin embargo, la clave de la nota pasó por otro lado. Los dichos del Ministro en torno a los efectos del delito en la provincia, su postura ante los mecanismos institucionales, y sobre la práctica y ejercicio de la democracia, responden a líneas de pensamiento bastante lejanas a los postulados que tanto la Constitución nacional como provincial pregonan en sus párrafos. La situación de agrava, cuando recordamos además que Larreguy es un hombre “del Derecho” y de extirpe justicialista.

Los dichos

Consultado durante la audición por los periodistas Sale y Gorosito acerca del recrudecimiento del delito tanto en Viedma como en el resto del territorio provincial, el Ministro Larreguy afirmó que “en Río Negro está instaladísimo el robo calificado”, resaltando que desde su gestión lo están combatiendo fuertemente, pero que cuesta erradicarlo. Además destacó, que si hasta el momento no se han consignado muertes en los hechos, tal fenómeno se debe a una cuestión tan azarosa como la “suerte”. En el plano de las medidas impulsadas por su gestión para tratar la problemática, Larreguy insistió que está “trabajando en el fortalecimiento de los Consejos de Seguridad en materia de prevención y participación comunitaria”; y destacó seguidamente, que la Policía de Río Negro, “trabaja a destajo y haciendo un trabajo de prevención, esclarecimiento y detención” sin precedentes. Sin embargo, lamentó el funcionario, “el delito está instalado en Río Negro”.

Así, el Ministro se explayó sobre el trabajo en conjunto que está llevando adelante con el Poder Judicial y el Instituto de Asistencia a Presos y Liberados de la provincia, para reacondicionar las cárceles y recibir a menores adultos. Además destacó que avanza sobre el fortalecimiento del Patronato, haciendo hincapié en que sólo veinte personas que trabajan dentro de esa institución, no pueden satisfacer la demanda de asistencia de los 730 tutelados que tiene la provincia. Para reforzar su alegato, el Ministro instruyó con estadísticas y porcentajes. Por una parte, afirmó que de los 730 tutelados, “la mayoría” son personas que han estado detenidas por robo calificado, y que tal segmento posee un índice de reincidencia del 90%. Subrayó también, que estas personas fueron liberadas en términos de salidas transitorias, libertad condicional y asistida.

Promediando la entrevista, y antes de interpretar el triste folletín que aludía a la Defensora, Larreguy dio una clase de Derecho Constitucional. Comenzó afirmando que mientras él fuera ministro no se cansaría de decir que “el Estado es uno solo”. Que el mismo está dividido en tres poderes. Por tanto, y a propósito del problemática del delito, hay leyes que dicta el Congreso Nacional que “obliga a los jueces a liberar a personas que han robado a mano armada en la calle”, y que luego los “deposita en el Poder Ejecutivo” para que los controle. Si bien, se encargó de aclarar que no quiere “que todo el mundo vuelva a la cárcel”, llamó a la comunidad a “ser realista”, y entender “que con toda esa gente en la calle, el Estado no da abasto para reinsertarlos”. Pero como el Congreso genera esta situación. Es por ello que desde su gestión, ha establecido líneas de trabajo con el Poder Judicial para palear esta situación.

Las Barbaridades

Los contenidos del discurso de Larreguy, enmudecen. Primero, porque provienen de un Ministro. Segundo, porque son los dichos de un hombre formado en el ámbito del Derecho. La gravedad de algunas afirmaciones son significativas por la liviandad con la que fueron enunciadas. Que al supuesto alto índice de robos calificados se le agregue el comentario de no hay muertos “de suerte”, habla de latiguillos propios de la crónica roja policial o de la opinión de “Doña Rosa”, pero suenan poco serios en boca de un estadista. Por otra parte, el Ministro pone sobre la mesa información falaz. Según cifras del Instituto de Asistencia a Presos y Liberados de la Provincia de Río Negro, para mediados del año 2008, más del 60% de los tutelados atendidos por el organismo, estaban condenados a “probations”. Es decir, personas que habían cometido delitos menores, excarcelables, a las cuales se les asigna una tarea comunitaria o institucional para “pagar” su pena.

Ni los índices ni los datos han variado demasiado a esta parte. Lo mismo sucede con la asistencia a quienes cometieron “robos calificados” como afirma el Ministro. Múltiples son los casos que ha recopilado La Cantora –sólo en Viedma- de liberados que viven en situación de indigencia, con secuelas graves –tanto físicas como psíquicas- de los años pasados en prisión. El Patronato no responde ni humana ni institucionalmente a las necesidades post-detención de los liberados. Tampoco lo hace con los detenidos que logran acceder a los derechos libertad transitoria, condicional o asistida, después de ver pisoteadas todas sus garantías legales y constitucionales en cuanto a plazos y condiciones de detención, por parte de los Poderes Ejecutivo y Judicial que el Ministro Larreguy tanto pondera. Sin embargo, basta con pisar la vereda de la cárcel para que el aparato represivo del Estado caiga sobre el liberado, sea para hambrearlo, humillarlo o volver a detenerlo.

Los olvidos

El Congreso Nacional desde hace más de ciento cincuenta años, dicta leyes que han obligado solamente a los pobres a cumplirlas. El Ministro, como buen justicialista heredero de la derogada Constitución de 1949, debe saberlo aunque es evidente que lo ha olvidado. Los ídolos que poblaron sus ideales de adolescente, han sido barridos por los años de dictaduras y el despojo sistemático en el que han incurrido tres generaciones de funcionarios en el ejercicio del poder político nacional y provincial. Los resultados de este proceso pueden observarse diariamente: el enriquecimiento desmedido de la clase política, en contraste con el desastre estructural que nuestro pueblo padece en todas las áreas de la vida social. Eso también se le pasó al Ministro. Según estadísticas oficiales, cerca de 220 mil niños de 0 a 18 años, están en situación de riesgo en la Provincia de Río Negro. Muchos de ellos probablemente delincan ahora o en el futuro. Sin embargo, no hay detenidos ni se criminaliza a quienes desmantelaron la estructura del Estado. No atenta contra la sociedad para el Ministro, que se están destruyendo los recursos naturales de la provincia en manos extranjeras.

Tampoco lo hace -para el funcionario- la destrucción y concentración de la estructura productiva del pueblo rionegrino, que deja como resultado, miles de trabajadores en la calle, y condiciones laborales de extrema precariedad. Sin embargo el Ministro no reflexiona al respecto. No hay detenidos por la causa Flavors. Pero los niños que se criaron con esos alimentos, diariamente son perseguidos, estigmatizados, marginados e incluso asesinados en el territorio de la provincia. Larreguy, también se olvidó se esto. Según se denunció meses atrás, la provincia posee 91 asesinatos sin esclarecer, en los cuales se observó –sino la autoría- cierta vinculación directa con las fuerzas de seguridad. Recordaremos solo tres de los más recientes: David Moyano y Atahualpa Martínez en Viedma, y Pablo Torres en General Roca. Otro olvido.

Doña Rosa ataca de nuevo

Pisoteados los principios justicialistas, y con la suerte echada sobre las expectativas hacia cualquier síntoma de reflexión sobre los padecimientos y crisis por las que atraviesan las mayorías rionegrinas, le proponemos al Ministro, algunos “ayuda memoria” para seguir velando por los intereses de sus pares:

1. Velar, proteger, impulsar y afianzar diferentes políticas públicas destinadas a cumplir con los derechos y garantías de todos los ciudadanos expresados en los artículos 14, 14 bis y 75 inc 22 de la Constitución Nacional. De instrumentarse tales iniciativas, es probable que la vida de los trabajadores, los pobres y los niños que usted criminaliza, pueda dignificarse a largo plazo. Su figura, será homenajeada por las generaciones próximas con un busto.

2. Impulsar la creación de Juzgados de Ejecución Penal en las reuniones de trabajo que está manteniendo con los jueces. Con las reglas claras, la persona que por consecuencia de la pobreza, incurra en delito y llegue a la cárcel, sabrá al menos a quién reclamarle cuando se vea saturada su capacidad de soportar los consecutivos agravamientos de sus condiciones de detención. No como ahora, que tal derecho, queda sujeto a una arbitrariedad semejante al desconcierto.

Debemos advertir al funcionario, que de tomar estas sugerencias, será profundamente cuestionado. “Doña Rosa”, lo condenará a la hoguera por haber impulsado desde la provincia, reformas estructurales que fomenten la contención y desarrollo pleno de derechos de la niñez y adolescencia -y sin mover un solo peso del presupuesto-, y no apoyar la baja en la edad de imputabilidad. Además, ella invitará a los buenos ciudadanos, a patearlo en el cadalso, luego de instrumentar planes, estrategias y recursos que refloten la estructura productiva de la provincia, que dejarán de lado las medidas de sacar más cantidad de policías a las calles, cada vez más armados y más violentos. Por último, “Doña Rosa” arrastrará su cadáver político por las arterias principales, al ver que sus sueños de mano dura, son derribados por políticas sociales dirigidas a democratizar los tres poderes del Estado, y donde se puedan debatir los intereses y necesidades de nuestro pueblo. Brava “Doña Rosa”. No se preocupe Ministro, como siempre, le pondremos cara fea.

Contactos: Diego Candia: 02920 - 15 - 628352, Pablo Casals: 02920 - 15 - 550196 (Agencia Paco Urondo)

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