viernes, 29 de enero de 2010

Inversión Pública y Desarrollo, por Andrés Quintana

Formosa (Agencia Paco Urondo) La editorial del día 26 de enero del corriente año del diario www.prensaformosa.com.ar describió la necesidad de la inversión pública, en el mencionado caso en infraestructura como condición necesaria para el desarrollo sustentable, en orden a dicha editorial me pareció oportuno ahondar un poquito más sobre el tema de la inversión pública. La mencionada inversión en infraestructura forma parte justamente de un concepto más amplio que es el de la inversión pública. Se ha discutido mucho tanto desde el punto de vista teórico, como de los resultados de la práctica de la política económica, como rama de la ciencia política la función de la inversión pública en el desarrollo.

Las pruebas empíricas han demostrado que haber aplicado el consenso de Washington en los países latinoamericanos con distintos niveles o gradaciones, ha reducido el desarrollo de largo plazo de la región (traducido fundamentalmente en aumento de la pobreza, dada la caída en la inversión en agua potable, comunicaciones, salud, educación, etc.). El Consenso de Washington entre uno de sus postulados mencionaba la necesidad de reducir el gasto público sin diferenciar entre gasto corriente e inversión pública, con el supuesto objetivo de generar, desde el frente fiscal, los recursos para hacer frente al pago de la deuda externa.

Está demostrado que la disponibilidad de agua reduce en un 55% la probabilidad de mortalidad infantil, y los caminos pavimentados aumentan significativamente la asistencia escolar, además del aumento del producto bruto. Estudios recientes en América Latina han comprobado que la falta de inversión pública en infraestructura en la década de los 90, ha reducido el aumento del PBI entre 1 y 3% por año dependiendo del país de que se trate. Así en nuestro país, Brasil y Bolivia se redujeron la tasas de crecimiento del PBI en un 3% por año. En tanto que en Chile, México y Perú la tasa de aumento del PBI se redujo entre el 1,5 y el 2%.

Además se ha demostrado que la falta de inversión pública en infraestructura es responsable de la caída del ingreso per cápita de largo plazo en un 40%. Esto significa que por ejemplo, dado el ingreso per cápita de nuestro país que asciende a los U$S 8.4047, la perdida monetaria de ingreso per cápita por la caída de la inversión pública fue de U$S 3.219, es decir, que aun considerando el incompleto punto de vista que asocia la pobreza con la disponibilidad de un nivel de ingreso, no existiría pobreza en nuestro país.

En tal sentido a nivel de mandatarios latinoamericanos es por todos conocidos el pedido realizado por el ex presidente Kirchner y el Presidente Lula Da Silva al FMI, de modificar la matriz contable que considera como gasto, y no como inversión, a los proyectos de infraestructura y gasto social, de modo que no se vean afectados por el pago del endeudamiento externo. Es decir ni más ni menos que no se vea a la inversión pública en general (caminos, viviendas, energía, telecomunicaciones, hospitales, escuelas, educación, salud, etc. ) como gasto corriente. Fruto de este pedido, en primer término Teresa Ter Minsassian y luego A. Krueguer, han reconocido los efectos benéficos de la inversión pública, sin embargo han considerado que aun falta consenso internacional.

Mientras tanto el FMI sigue computando la inversión pública como un gasto sujeto a reducción para el pago de la deuda y la oposición sigue sin entender que la inversión pública no solo ayuda a generar aumento del PBI, sino también a reducir la desocupación y además la pobreza. (Agencia Paco Urondo)

1 comentario:

  1. Muy buena nota chicos, felicitaciones.
    Es bueno que se difunda este tipo de información no tanto para los ¨oponentes¨, si no para los que por el consumo de información desinformante terminan poniéndose del lado de la oposición.

    Saludos
    Rodrigo Cabrera - Junta Permanente

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