viernes, 29 de enero de 2010

¿Por qué los medios monopólicos atacan la gestión pública de Aerolíneas Argentinas?, por JP La Cámpora

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, gentileza Martín Giambroni, cliquear las imágenes para ampliar) Desde hace seis meses los medios concentrados, en especial el Grupo Clarín, orquesta un ataque sin cuartel contra la empresa estatal Aerolíneas Argentinas. Al ser una empresa emblemática que se encuentra en un estado de emergencia, al punto tal que muchos consideran su recuperación inviable, el monopolio ha encontrado en ella un blanco perfecto para debilitar la política de intervención estatal en la economía. Enterate cuál es la motivación y los objetivos de esta avanzada. Esta década vino acompañada de una novedad: el evidente fracaso del proceso de privatización de los servicios públicos ejecutado durante el gobierno de Carlos Menem. A excepción de las realizadas en el área de las telecomunicaciones, ninguna de las actividades abandonadas por el Estado tuvieron resultados positivos.

Ante esta evidencia, ya durante la gestión del Dr. Kirchner se comenzaron a rescatar algunas empresas tales como el Correo Argentino y Aguas Argentinas, para garantizar servicios básicos indispensables. Pero el ejemplo paradigmático de de este proceso de recuperación de las actividades estratégicas está dado por la reestatización de Aerolíneas Argentinas. A mediados de 2008 una Ley del Congreso de la Nación recupera la empresa y comienza un período de gestión pública encabezado por el Dr. Julio Alak, actual Ministro de Justicia, que se centra en la recuperación del control de la compañía. En Julio de 2009 asume el Dr. Mariano Recalde y se inicia un proceso de transición que tiene por objeto sentar las bases para el plan estratégico de negocios a aplicarse hasta el año 2014.

¿Cómo estaba Aerolíneas cuando los argentinos la recuperamos?



Aerolíneas Argentinas sufrió un feroz proceso de vaciamiento durante los años en que estuvo privatizada, que se profundizó especialmente durante los últimos años en que fue gestionada por MARSANS.

Ese vaciamiento tenía por objeto reducir sustancialmente el tamaño y la operatoria de la empresa para que sirva sólo como extensión del negocio turístico que MARSANS explota en Europa como operadora local. La finalidad de MARSANS era convertir a Aerolíneas en una pequeña línea aérea de cabotaje para traer europeos a nuestros destinos más turísticos, despojando de la empresa toda la infraestructura que le permitía conectar al país en consonancia con su rol de “aerolínea de bandera”. Esto significa que, aún cuando la gestión fue deficiente y se cometieron grandes irregularidades, el objetivo comercial de MARSANS traía aparejado necesariamente la destrucción de Aerolíneas tal como la conocíamos.

Fue así que, luego de 20 años de privatización, la empresa quedó en condiciones desastrosas en todas sus áreas, a causa de un feroz vaciamiento, una fuerte desinversión y una transgresión absoluta de los objetivos y la cultura de nuestra aerolínea de bandera. Cuando se privatizó, era una empresa de punta reconocida en todo el mundo. Veinte años más tarde, estaba absolutamente destruida.

El Estado se encontró con una empresa desmantelada:

Ferozmente endeudada y en cesación de pagos con sus proveedores estratégicos. Apenas 26 aeronaves operando de las cuales sólo 5 eran propias y 69 que no estaban en condiciones de operar, muchas de ellas absolutamente canibalizadas. Entre los aviones canibalizados, varios de ellos eran alquilados y estaban abandonados, devengando renta improductiva mes a mes, generando un costo gigantesco por aviones que no volaban. Un bajísimo índice de puntualidad apenas por encima del 40. Nivel de cancelaciones muy elevado, que se ubicaba en el 10% de los vuelos. Sin servicio de abordo. Pérdida de participación en el mercado de cabotaje. Magra participación en el mercado internacional de apenas el 3,1%. Abandono de rutas internacionales tales como Londres, NY, México, etc. Desinversión en material aeronáutico. Un déficit económico operativo mensual superior a los 230 millones de pesos.

¿Y Clarín, que decía mientras esto sucedía? Nada. Durante años, y salvo honrosas excepciones, el vaciamiento de Aerolíneas Argentinas se mantuvo en absoluto silencio, aún a pesar de las insistentes denuncias de los trabajadores de la empresa. Una nutrida adjudicación de publicidad alcanzó para que los mismos que hoy se jactan de su independencia miraran para otro lado mientras se perpetraba una de las estafas más grandes que sufrió nuestro país.

¿Y ahora, que Aerolíneas es de los argentinos y no de los españoles?



Aerolíneas Argentinas hoy

Desde que se recuperó la aerolínea de bandera se han mejorado todos los indicadores de la empresa de manera notable. Sólo a modo de ejemplo, reproducimos algunas cifras en este cuadro comparativo:



¿Entonces? ¿Por qué los medios monopólicos atacan la gestión pública de Aerolíneas Argentinas?

Aerolíneas Argentinas es una empresa paradigmática de la historia argentina, en el sentido de que siempre ha sido un ejemplo claro de lo que puede lograr el Estado cuando interviene en la economía. Como contrapartida a su fallida privatización, hoy está siendo gestionada responsablemente, y los resultados del esfuerzo realizado están a la vista en las mejoras de la calidad del servicio, la constante renovación de la flota y la regularidad de los vuelos. Todas esas mejoras han coadyuvado en la temporada de verano menos conflictiva de la última década, con record en ventas y en horas de vuelo realizadas.

Pero por supuesto, es una empresa que todavía se encuentra en una situación de extrema emergencia, y por eso es fue elegida como blanco: el objetivo es cuestionar la intervención estatal a través de la empresa reestatizada más difícil de administrar. La actual gestión, bajo la conducción de Mariano Recalde, está en condiciones claras de demostrar que el Estado puede administrar eficientemente la recuperación de una empresa que muchos daban por imposible de reflotar. Esa demostración pone en peligro el paradigma neoliberal de aquellos que siempre han comulgado con la idea de un Estado chico. (Agencia Paco Urondo)

2 comentarios:

  1. Ya sabemos que hay intereses económicos en contra de la gestión actual de AA. Ayudaría mucho que Mariano hiciera rendición de cuentas pública y abierta, con la presencia de los gremios de la actividad y periodistas especializados. No hay que tenerle miedo a la gestión y menos su rendición de cuentas de cara al pueblo. Hay que afrontar el debate.
    carlosbaraldini@hotmail.com

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  2. Hola podes publicar de donde salen esos datos? gracias.

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