Capital Federal (Agencia Paco Urondo, publicado en ¡ojo! La Nación, por Silvia Stang) Del 15 al 23%. En ese rango se moverían este año, según se prevé, los incrementos de salarios pactados entre sindicatos y empresas o cámaras empresariales. El primer porcentaje es, en rigor, cercano al aumento que los empleadores dicen que otorgarán; el segundo remite a las aspiraciones de los gremios, que se preparan para demandar mejoras de un 20% en promedio. Pero, más allá de cómo se dé la dinámica de cada negociación, las diferencias entre unos y otros sectores de la actividad -en cuanto a la realidad de la que vienen y al escenario que los espera-, terminarían provocando una dispersión de los niveles de subas, dentro de la franja mencionada.
El punto de partida para hablar de números es la inflación esperada. En eso se basa, por ejemplo, la expectativa de 146 directivos de empresas entrevistados a fines de 2009 por SEL Consultores: cuando se les preguntó sobre la mejora salarial que se daría este año, el promedio de las respuestas arrojó un 15,2%. En la consultora Prefinex proyectan un 2010 con un alza del 19% para los salarios en blanco, un resultado que bien podría darse si se tiene en cuenta que las perspectivas expuestas por los empresarios se conjugarán con las presiones sindicales.
A la hora de ponerles número a las demandas, por más oficialista que sea un dirigente sindical, poco caso se les hace a los datos del desprestigiado Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En 2009, por ejemplo, la suba promedio de los sueldos formales del sector privado fue del 18,8%, mientras que para el Gobierno los precios sólo subieron un 7,7%, la mitad de lo estimado por varias consultoras.
El propio secretario general de la CGT y líder de los camioneros, Hugo Moyano, habló del "Indec de las amas de casa y de los trabajadores", en referencia a la percepción de subas de precios. Hasta ahora, el sindicalista mantuvo la cautela: no se refirió a ningún reclamo concreto y recordó que el convenio de los camioneros vence a mitad de año, algo que es cierto, aunque también lo era dos años atrás, cuando el sindicato cerró un acuerdo en pleno febrero y lo anunció en Casa de Gobierno como parte de una estrategia oficial para marcar la cancha a los negociadores. Ahora, es aún una incógnita si se intentará o no dar un mensaje desde el Gobierno, como ocurrió en esa oportunidad.
En los últimos días, de todas formas, ya hubo algunos acuerdos, al tiempo que están por iniciarse las paritarias en el gremio docente -tanto en el nivel nacional como en las provincias-, y los dirigentes ya hicieron saber de su pretensión de una suba cercana al 20%, más allá de que la situación fiscal de muchas jurisdicciones complicaría las negociaciones
En el término del último mes, dos grandes gremios firmaron "acuerdos puente": se pactaron sumas fijas por unos meses y se llevó para más adelante la negociación por un aumento porcentual. Así, los bancarios cobran durante este bimestre un extra de $ 1000, y para marzo se definirá un alza de los sueldos de convenio, con efecto retroactivo a enero. Los mercantiles recibirán $ 700 en el primer cuatrimestre del año. Una parte de esa cifra luego se incorporará a los salarios -para los que luego se pediría una suba del 20%- y otra parte será un pago de única vez.
"Los sindicatos han manifestado que quieren estar dos o tres puntos por arriba de la inflación proyectada", señaló el abogado Pedro Etcheberry, asesor de empresas y de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), que estimó que las negociaciones "serán duras", porque la economía aún no muestra una tendencia firme de recuperación. Según estimó, en el sector mercantil en particular, "la negociación será delicada, porque habrá que buscar el equilibrio entre el poder adquisitivo del trabajador y la estabilidad de los precios", sobre los que no debería haber un efecto que termine deteriorando, justamente, el valor de los ingresos.
Las pautas
Para Daniel Funes de Rioja, asesor de la Unión Industrial Argentina (UIA), "la pauta salarial no debería exceder la inflación de 2009, para cuidar de esa manera el empleo, la inflación por venir y la competitividad externa". "La discusión debería estar en qué índice de inflación tenemos y no en otra cosa", agregó.
Por la falta de credibilidad en la estadística oficial, el abogado Horacio Meguira, de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), considera que queda afectada la duración real de los convenios. Así, recordó que en el reciente acuerdo que otorga a los trabajadores de la minera Barrick un 23% de aumento se fijó una cláusula de revisión para noviembre. Según Meguira, tener que recurrir a estudios privados de precios es un factor que provoca conflictividad.
El abogado Javier Adrogué, del estudio AMZ -que asesora a empresas- sostuvo que la práctica de firmar acuerdos por un año no implica que -tal como muestra la experiencia de los últimos años- no se vuelva a negociar en cualquier momento si se producen desajustes. Adrogué afirmó que las empresas piensan en alzas del 15 al 17%, según sus expectativas de inflación.
Meguira estimó también que este año no habrá mucha negociación de temas no salariales y afirmó que, por las caídas de afiliaciones en los últimos años, seguramente se renovarán las cláusulas que imponen aportes a los trabajadores no sindicalizados.
En el caso de comercio, el sindicalista Armando Cavalieri anticipó que se negociará una serie de adicionales para quienes hagan determinadas tareas. Un ejemplo: un plus para los cajeros de supermercados que cobran servicios públicos. Esos extras se sumarán a la suba del adicional por antigüedad, que progresivamente se elevará del 0,5 al 1%, según lo pactado en los últimos días.
"La prioridad es recuperar el nivel de empleo"
En algunos sectores, a la hora de hablar sobre el escenario de negociación salarial, los empresarios ponen el acento en el cuidado de los niveles de empleo: "La actividad viene de perder 60.000 puestos de trabajo y los pretende recuperar este año; en eso estará la prioridad", evaluó Carlos Wagner, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, que en marzo comenzará a negociar con la Unión de Obreros de la Construcción (Uocra). "No tenemos ni una pista de cuánto será el reclamo, pero vemos un buen año por delante y tradicionalmente tenemos una buena relación con el sindicato", agregó Wagner, al desestimar la posibilidad de conflictos. (Agencia Paco Urondo)
Liberales dudando de los números de Milei
Hace 7 horas
Pensar que en una época los aumentos eran del
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