Para que el sueño de Artigas y Tupac Atari sean una realidad, por Jorge Tribó

Mar del Plata (Agencia Paco Urondo)

Una alianza estratégica entre las hermanas repúblicas de Uruguay y Bolivia (relaciones estrechamente íntimas, si se me permite la digresión), crearía un efecto sinérgico altamente positivo en ambas economías, haría de ambos estados, un comunidad no solo viable, sino competitiva

Bolivia y Uruguay podrían asociarse para crear empresas mixtas que aprovechen las ventajas comparativas de ambos países, la hidrovía del Paraná Paraguay sería la gran arteria comunicante que les permitiría circular, elaborar materias primas y exportar productos elaborados dentro del MERCOSUR, la UNASUR y desde puertos ubicados en Uruguay al mundo entero.

En esta alianza estratégica de dos estados relativamente pequeños del cono sur, se transformaría en una asociación de estados autosuficientes en minerales, hidrocarburos, y comodities agropecuarios, recursos humanos, redes de conectividad terrestre, fluvial, aérea y marítimas y materias primas que les permitirían desarrollar un plan de desarrollo industrial, a través de empresas mixtas.

Podría Uruguay, instalar una siderurgia de capitales mixtos con Bolivia y producir materia prima para las industrias metal mecánicas que quieran instalarse en Uruguay.

Probablemente, Uruguay debería evaluar, si no seria conveniente que, sin dejar el MERCOSUR, se plantee la incorporación al ALBA, lo que le permitiría mejorar su competitividad, ya que muchas industrias intermedias argentinas y brasileñas, se verían tentadas de instalar plantas industriales en Uruguay y con ello, acceder a las materias primas y mercados del ALBA.

No debemos olvidar, que un plan de desarrollo industrial conjunto (vía empresas mixtas, vía empresas estatales o vía asociaciones privadas) permitiría a ambos pueblos, impulsar una política de repatriación de compatriotas que hoy, viven el doloroso desarraigo, producto del obligado exilio económico, generado por las políticas neoliberales de estas últimas décadas.

Y por último, la posibilidad de que los socios grandes del MERCOSUR (Brasil y Argentina), apoyen con sus recursos logísticos a esta iniciativa estratégica, significaría cumplir con la demandada reparación histórica, en cuanto a la superación de las asimetrías de la región.


(Agencia Paco Urondo)