Rafaela, Santa Fe (Agencia Paco Urondo, publicado en La Opinión 21/10/10 Suplemento económico) Se iniciaría así una nueva etapa en la cual el Banco Central, en vez de priorizar la estabilidad de la moneda como forma de luchar contra la inflación, buscaría otro camino. La estrategia oficial buscaría ahora expandir el crédito para que las empresas aumenten la oferta de productos y evitar así la suba de precios.
Mercedes Marcó del Pont intentará un quiebre en la política que llevó adelante el Banco Central en los últimos años. Y, como muestra, recibió a la conducción de la Copal para preguntarle si la industria de la alimentación tiene cuellos de botella en materia de crédito y financiamiento.Se iniciaría así una nueva etapa en la cual el Banco Central, en vez de priorizar la estabilidad de la moneda como forma de luchar contra la inflación, buscaría otro camino. La funcionaria tendría previsto reunirse con empresarios de casi todas las ramas de la industria y el comercio.La estrategia oficial buscaría ahora expandir el crédito para que las empresas aumenten la oferta de productos y evitar así la suba de precios.
El proyecto luce audaz cuando la inflación de este año, según los cálculos de los economistas, puede oscilar entre 20 y 25%. Y más aún, cuando dentro del Gobierno hay funcionarios que ya han dicho que el problema de la inflación se debe a que la gente tiene más poder de compra. Según la visión del Central, lo que puede estar faltando es oferta de bienes. Los allegados a Marcó del Pont dicen que las condiciones están dadas para encarar el nuevo camino. "Este año nos van a sobrar dólares", aseguran que dice Marcó del Pont entre sus íntimos. Con lo cual apuesta a la calma cambiaria por varios meses. Buscarían un dólar muy quieto en torno de los $ 3,88 actuales y para eso dicen que cuentan con divisas.
"En marzo empezarán a entrar los dólares de la exportación de maíz y en abril, los de la soja. Con eso, la tranquilidad cambiaria debería estar asegurada" comentó un alto funcionario de la entidad. ¿Pero qué piensa Kirchner de mantener quieto al dólar?Nadie dijo haber hablado con el ex presidente sobre el tema. A diferencia de lo que pasaba con Martín Redrado, Kirchner, hasta ahora, nunca llamó a Marcó del Pont para hablar sobre el precio de la divisa. En el Central está todo preparado para que si, a partir del martes, la Cámara rechaza el amparo que rige sobre el uso de las reservas, los U$S 6.569 millones dólares del Fondo del Bicentenario pasen inmediatamente a una cuenta para ser usados. Lejos del cualquier reparo sobre posibles consecuencias inflacionarias, Marcó del Pont impulsa el Fondo.Y si ese Fondo sigue trabado y la oposición lo voltea en el Congreso, ¿qué harán?
La respuesta no está armada. Para el Gobierno, en ese caso, será difícil desdramatizar.Fue tanto el empeño y la sensación de "necesidad y urgencia" de contar con esos dólares de las reservas que un revés en la Justicia, convalidado por el Congreso, lo obligará a sacar cuentas rápidamente. No habrá reparos para que el Banco Central le pase al Tesoro las utilidades de este año. Tampoco, para que el Banco Nación le transfiera el 30% del aumento de los depósitos oficiales en esa entidad. Pero, en esa circunstancia, surgirán muchas dudas sobre si la plata alcanzará para cerrar las cuentas públicas sin un déficit importante. Otra duda es si con 20% de inflación el Central dejará quieto o con una suba mínima al dólar.
Los funcionarios aseguran que los U$S 15.000 millones que dejaría este año la diferencia entre lo que se exporta y se importa, serían suficientes para mantener las aguas tranquilas. Además, creen que el actual valor del dólar en la Argentina sigue siendo alto con relación al nivel que tiene en los países vecinos. En especial, Brasil, el principal socio comercial. Marcó del Pont estaría dispuesta a ensayar un camino inédito respecto de lo que fue el manejo del Banco Central de los últimos, por lo menos, 30 años. Habrá que ver la intensidad de las medidas y hasta dónde logra avanzar. Del resto se encargarán los operadores y los tomadores de decisión. La Argentina ya demostró a lo largo de su historia que tiene una enorme capacidad para generar riqueza.
La producción agropecuaria es una máquina de generar dólares de aceitada eficiencia. El mundo compra alimentos argentinos, que tienen buenos precios, y la producción crecerá respecto de 2009. Desde la economía, las condiciones estarían dadas para el crecimiento, pero también se demostró que la política puede dañar las buenas condiciones. La inversión no crece y la desconfianza es grande. Hay temor de que los dólares que entren por una ventanilla se vayan por otra. De eso, también saben la Argentina y los argentinos.(Agencia Paco Urondo)
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