viernes, 12 de febrero de 2010

Carta abierta a Ernestina Herrera de Noble, por José Carbonelli

Capital Federal (Agencia Paco Urondo) Lomas del Mirador, Partido de La Matanza, 11 de Febrero de 2010

De mi mayor consideración:

Me dirijo a Ud. en este mal momento que debe estar pasando, cuando a sus dos hijos adoptivos, Marcela y Felipe, tarde o temprano la Justicia le comprobará la verdadera filiación de los mismos al efectuarse los análisis respectivos de ADN, cotejados con el Banco Nacional de Datos Genéticos, existente por Ley, en el Hospital Durand, que a través de los mismos se resolverá si son hijos ilegalmente apropiados de padres desaparecidos por la sangrienta Dictadura Militar.

Sra., le quiero expresar que me atreví a escribirle porque un compañero, que trabajamos muchos años juntos en Canal 13, empresa de la cual Ud. es la principal dueña, está pasando un difícil y doloroso momento con su hijo adoptivo, porque teme perderlo; con tanto dolor como Ud. está sintiendo por los suyos. El dolor sentimental quizás sea el mismo, pero el caso es abismalmente diferente al suyo, que la tiene a Ud. tremendamente angustiada. Pero, también quisiera expresarle que Ud. tuvo mucho que ver con la situación que está pasando, mi Compañero y su familia.

Me reservo de dar la identidad de mi compañero, porque aún tiene dignidad y seguro que si lo consultara por esta carta se negaría a hacerlo, porque está en plena lucha para salvar a su hijo, pero, yo tengo la obligación moral de contárselo a Ud. –

Mi compañero Juan, cuando ingresó al Canal 13 cuando era una empresa del Estado Nacional, tenía proyectado sus sueños como los tuvimos todos los que pasamos por la emisora, entre ellos, formar pareja, tener hijos, construir una nueva familia. Juan, luego de haberse casado con María, el destino le juega una mala pasada, no pueden tener hijos. Después de sortear ese dificultoso trance deciden adoptar un chico. Como Ud. Sra., después de enviudar y de ser heredera del poderoso diario “Clarín”, le faltaba algo para completar su felicidad, el deseo de adoptar hijos, a quienes podía llenar de afecto, amor y cariño, y que sin ninguna duda recibiría de los niños, ese mismo amor que recibe una madre de sus hijos biológicos.

Juan, que tenía un buen trabajo (Canal 13), requisito indispensable para poder adoptar legalmente a un chico, junto a María comenzaron a recorrer los Juzgados de Menores e inscribirse en las largas listas de espera para la adopción. Y cuando la alegría estaba por llegar, ante la promesa de un juzgado, de que pronto el sueño iba a ser realidad, otra vez, a Juan, el destino lo volvió a golpear. El Grupo Clarín, que compró el Canal 13 en forma irregular, beneficiándose y en perjuicio del Estado, en 7.000.000 de dólares, del cual Ud. es la Directora de ese Multimedio, lo dejó arbitrariamente sin trabajo, del mismo modo que lo hizo con 700 trabajadores más. Mi compañero Juan, antes que fuera cesanteado, era un trabajador que siempre se esmeró y cumplió con sus funciones laborales, pero así también cumplía como la mayoría de los compañeros, participando de las Asambleas del Personal y acataba los paros de actividades y sentadas de trabajadores en la calle, decretados por la misma, para que cesaran los despidos y nos devuelvan otros 7.000.000 de dólares que los directivos de su empresa, sus dirigidos, nos habían quitado de nuestros salarios al conjunto de los trabajadores del Canal y que con nuestro dinero le compraron la emisora al Estado por 5 millones de dólares y se guardaron el vuelto. Al poco tiempo después de su despido, Juan y Maria son llamados por el Juzgado, en cumplimiento de su promesa y con gran expectativa se presentan, y luego de descartar sus lógicos deseos de adoptar una criatura recién nacida, que estuviera bien de salud y que no haya pasado demasiados dramas familiares, deciden aceptar con alegría y felicidad al chico ofrecido por el Juzgado: “Angelito” , de tez morena, proveniente de una familia desintegrada por la pobreza extrema, habitante de las denominadas por el sistema “Villas Miserias”, de 4 años de edad, pero con una apariencia de 8 años, expresada en la comicidad y picardía de sus gestos, detrás de los cuales se escondía, la triste, pero real experiencia en la calle, sin límites, quién se fue educando, hasta ese momento, en compañía del sufrimiento, producto de la injusticia social, entre la falta de comida, la carencia de afectos, junto a su también golpeada familia, creciendo entre la basura revuelta, los perros y el chapoteo en las zanjas. Así “Angelito” logra con su simpatía comprarse a sus nuevos padres que dan el SÏ ante el Juez y se lo llevan con la alegría y la esperanza del nuevo desafío que la vuelta de la vida los había colocado en esa situación. Luego de culminar los trámites legales de la adopción ante el Registro Civil, a “Angelito” lo esperaba su “Cuarto” lleno de humildes juguetes recién comprados, ropa nueva, y su nuevo habitat, dentro de un departamento de un barrio del FONAVI, también lo esperaba “Pirucha” la perrita que iba a ser su mascota, y por sobre todas las cosas lo esperaban sus nuevos padres, Juan y María, quienes se habían propuesto educar, mantener y llenar de afecto al nuevo integrante de la familia.

Para Ud. Sra., que ya comenzaba a deleitarse de la impunidad que se les confiere a los poderosos, en forma distinta a lo ocurrido con Juan, sus deseos de adopción se cumplieron como por arte de magia, a Marcelita, recién nacida una cigüeña se la dejó en una caja de cartón, en la puerta de su casa y a Felipito, la varita mágica de un hada, en un juzgado, le hace cumplir su segundo deseo mas preciado, le entrega un bebe varoncito. Ambos niños recién nacidos y blanquitos de piel, fueron inscriptos como hijos adoptivos en el Registro sin ningún inconveniente, aún con el apellido Noble, a pesar que el mismo Noble había fallecido hacía unos años atrás. ¡Que maravilla!, lo que Ud. pedía se le concedía y donde Ud. pisaba las puertas se abrían. La felicidad había llegado a su hogar. Luego, llegó el hermoso y difícil momento de la educación y crecimiento de ambos chicos. La contratación domiciliaria de Niñeras, Mucamas, Psicólogos, Terapeutas del lenguaje, Terapeutas musicales, Maestras Jardineras, el Show de Payasos cumpleañeros, etc., eran todos conducidos por Ud. y su gran afecto por sus dos hijos, para que ellos se criaran en su infancia, con inolvidable felicidad y para que no quedaran rasgos traumáticos de su desgraciada y violenta separación de sus padres biológicos. En poco tiempo después, Ud. los indujo con mucho sentimiento a cursar sus estudios primarios y secundarios en las mejores escuelas privadas, con el apoyo logístico de maestros y profesores a domicilio, incentivados por merecidos premios, de viajes de vacaciones alternados, entre los grandes centros turísticos de nuestro país, como Bariloche, Las Leñas, Cataratas del Iguazú, etc.; entre la Mansión que posee en Punta del Este y los grandes viajes realizados en Europa y Estados Unidos, para que se fueran preparando para su adultez a ser los herederos de su gran fortuna y para que, por si alguna vez alguien les preguntara por sus padres biológicos, ellos respondieran sentimentalmente: “Mi madre y mi padre se llama Ernestina Herrera de Noble”

Pero, para Juan, mi compañero de trabajo, no tuvo para su hijo “Angelito” la misma posibilidad, que Ud. tuvo con Marcelita y Felipito. Juan, sólo pretendía humildemente, con el salario de su trabajo alimentarlo, vestirlo, educarlo en la Escuela Pública, proteger su salud física y psíquica a través de la Obra Social que le correspondía por su empleo y brindarle el afecto y cariño de una familia armoniosa..

Juan, que antes de ser despedido por su empresa, había sido presionado a renunciar y ante su negativa, le quitaron sus tareas, le modificaron sus horarios habituales y sus días francos para quebrarle su voluntad, pero Juan resistía, pensando sólo en el hijo que pronto estaba por adoptar, para no claudicar y perder el empleo, así poder mantener al mismo; y como represalia por no firmar la renuncia le envían a Juan el telegrama de despido en víspera de la Navidad, fecha que en reunión familiar, los Católicos Cristianos festejamos la celebración del nacimiento de Jesús, y justo, cuando Juan y María, sensibilizados, estaban por cumplir su sueño, la pronta incorporación de un niño en su hogar, que se iba a llamar “Angelito” Entonces, Juan al recibir el maldito telegrama lo primero que hace es abrazar a su mujer, en el cuarto que había destinado para el hijo que iba a adoptar, frente a su camita preparada, rodeadas por juguetes. Ambos, en ese angustiante momento se comprometen a que nunca bajarán los brazos; y así con esa fortaleza recibieron a “Angelito”. El flamante padre, con la poca indemnización que cobró, alquila un local y se pone un despacho de pan, que al poco tiempo se funde y debe cerrar el negocio, como le pasó a millones de argentinos, producto de las políticas neoliberales del nefasto ex presidente Menem. Sra., a partir que a Juan su empresa lo despide nunca más tuvo un trabajo legal y en blanco, se podrá imaginar Ud., que sabe lo que significa que un padre de familia y con mayor razón con la suma de su hijo adoptivo, se quede sin trabajo, cayendo en la exclusión y en la pobreza y por ende, en camino a la destrucción familiar. Sra., éstas y otras arbitrariedades, cometidas por su empresa, como el modo de despedir personal fueron ejecutadas por sus insensibles directivos de su empresa, que no solo ocurrió con Juan, sino con la mayoría del personal que cesanteó Y Ud. las conocía, porque yo mismo, en carácter de delegado, personalmente entregué estas denuncias dirigidas a Ud. en la mesa de entradas de su Diario Clarín, en varias oportunidades.

Mientras Ud. y su Grupo comenzaban el enriquecimiento vertiginoso de sus empresas a partir de la adquisición irregular de esa mina de oro, Canal 13; y mientras Ud. paseaba a sus hijos adoptivos por los mejores lugares del mundo, el cesanteado Juan, junto a María y Angelito, iban día a día cayendo en el abismo de la pobreza. La desesperación cundía en Juan, que no se resignaba pasar de un trabajo estable y bien remunerado sumado a la feliz incorporación de “Angelito”, a pasar a una situación de miseria, que a pesar de las changas que realizaba, sumado al sacrificio de María limpiando fuera de su casa, el dinero obtenido por ambos, no alcanzaba para cubrir los platos de comida necesarios. No había trabajo, las fábricas se cerraban, las cortinas de los negocios se bajaban, millones de desocupados, y con las privatizaciones de las empresas del Estado enajenaron el patrimonio nacional. Todo gracias a Menem, y a Ud. y su Grupo también, porque lo apoyaron en su campaña electoral a cambio de la adjudicación del Canal 13.

La preocupación para Juan y María no era solo la falta de comida, sino también la Obra Social que habían perdido. “Angelito”, ante el clima de inestabilidad y nerviosismo producido en su nuevo hogar, que le hacían volver en su memoria los tristes recuerdos de su corto pasado, que comenzaban a manifestarse inconcientemente en los primeros grados de la escuela primaria. Las dificultades en el aprendizaje, provocaban los lógicos inconvenientes de conducta, sumado a la imposibilidad de una atención profesional especial, difícil de conseguir en las grandes colas por la gran demanda que existía, tanto en consejos escolares como en hospitales, para atenderse con psicopedagogas, psicólogos, terapeutas profesionales, etc., tan necesarios para reencauzar a los chicos con dificultades; esos mismos profesionales que Ud. Sra., obtenía con total facilidad en su propio domicilio para atender a Marcelita y Felipito. Pero Juan y María seguían sin bajar los brazos, luego de la repetición de Grados, deciden llevarlo a escuelas especiales, lejos del barrio, que le ocasionaban a la vez mayores dificultades y mayores gastos. En el barrio, que muchos de sus habitantes padres de familia, que también quedaban sin trabajo, y sus hijos adolescentes iban creciendo en la calle, manifestando los síntomas de descomposición familiar, se iban reuniendo e identificándose con los mismos problemas, las mismas angustias, como así también copiaban sus formas de rebeldía ante la sociedad y el estado, que les cerraban todas las puertas para no extenderles la mano.

“Angelito”, que en su adolescencia ya era robusto y medía más de 1.80 de altura, a pesar de todos sus problemas también reflexionaba, y les preguntó a Juan y a María la misma pregunta que alguna vez, a Ud. Sra., Marcela y Felipe le hicieron, ¿quiénes eran sus padres biológicos?. Juan y María le dicen quienes eran y donde habitaban, pero no pueden condicionarlo para que desista de ese tipo de preguntas y aún de querer entrevistarlos, porque temían dañarlo; más aún, con la impotencia de no haberle podido dar una buena educación y buen pasar; no el bienestar que Ud. le pudo brindar a sus hijos adoptivos con incentivos y premios de viajes y promesas de fortunas para heredar; sino, solo hubieran deseado ofrecerle la simple educación y bienestar que un humilde trabajador le brinda a su hijo producto del salario de un empleo; ese empleo que Ud. arbitrariamente le quitó, que no solo perjudicó a Juan y a su esposa María, sino que perjudicó y dañó a su hijo adoptivo “Angelito”, en su infancia, en el comienzo mismo de su adopción. Hoy Juan y María, están sufriendo con mucho dolor, sin bajar la última fuerza que le quedan en sus brazos, para recuperar a “Angelito” de ese terrible flagelo del “paco”. Y estoy convencido que lo van a lograr a pesar de los obstáculos, porque conozco a Juan, que a pesar de haber perdido el empleo que le hizo tambalear su vida y la de su familia, pero no perdió la dignidad de la lucha que lo hace invencible.

Sé perfectamente, también, el dolor y el temor que la está haciendo sufrir a Ud. Sra., ante la reactivación del expediente Judicial paralizado impunemente durante muchos años, en la demanda que les interpusieron las “Abuelas de Plaza de Mayo” y familiares de desaparecidos, por sustracción, retención y ocultamiento de dos menores que presumen ser hijos de desaparecidos por la última dictadura militar, en referencia a sus dos hijo adoptivos, Marcela y Felipe; en cuyo mismo expediente quedó comprobado la falsedad de los testigos propuestos por Ud., al declarar que estaban presentes cuando encontró a Marcelita en una caja de cartón en la puerta de su casa: el jardinero y una vecina; quienes resultaron ser el primero su chofer particular y la vecina que no era vecina. Como así también quedó comprobado que la supuesta madre que le entregó a Felipito en el Juzgado, era falsa, ya que el Nº de documentos de esa supuesta madre, pertenecía a una persona de sexo masculino y que nada tenía que ver con el bebé entregado. Del mismo modo quedó comprobado las irregularidades en las inscripciones de los bebes en el Registro Civil. Asimismo, a pesar de la decisión del actual Juez de la causa de cotejar los análisis de sangre de Marcela y Felipe solamente con las dos familia denunciantes, y a través de Médicos Forense y no a través del Banco Nacional de Datos Genéticos en el Hospital Durand, como actualmente lo establece la nueva ley, pero por más impunidad que haya, ya sea, por el temor de los jueces al Monopolio Clarín o por que ideológicamente quieran tapar con un manto de olvido las 30.000 desapariciones de personas cometidas por la terrorífica dictadura militar, nadie podrá impedir el cumplimiento de la ley y por ende el conocimiento de la verdad y la justicia que ya está cerca.

Sra. Ernestina Herrera de Noble, Ud. tiene en su manos, antes que la Justicia sentencie, la posibilidad a contar la verdad sobre sus dos hijos adoptivos, Ud. casi seguro sabe quienes son sus padres biológicos y si son hijos de desaparecidos o asesinados por la dictadura militar, y si lo desconociera, denuncie a quienes se lo entregaron para que la justicia los investigue y sean sancionados, para que se sepa la verdad. Sus hijos, es muy probable que desearían saber de sus progenitores, y si no es que ya lo saben porque Ud. se los dijo, y que por temor a que sea penada por la justicia, ellos rechazan cualquier intento de que se conozca la verdad de su filiación. Pero, Ud., si cambiara su actitud, también colaboraría con aquellas Abuelas, que primero fueron Madres, y que le arrancaron a sus hijos sufriendo el dolor, por la desaparición forzada, sin saber si están vivos o muertos, y sin el derecho humano del juicio previo, provocado planificadamente por la dictadura militar que se había apoderado ilegalmente del Estado. Esas Abuelas, que vienen luchando hace más de 34 años, de la cuales muchas de ellas partieron a la eternidad sin saber del destino de sus hijos y de sus nietos. Ud. se imaginaría, si se comprobara que algunos de sus hijos fuera su nieto, la inmensa alegría que recibiría esa Abuela, similar a la resurrección de parte de su vida que la daban por muerta. Si fuera así, Ud. no va a perder a sus hijos, porque no van a dejar de quererla, ni tampoco ellos perderán la fortuna de la herencia que les deja, porque precisamente, para esas Abuelas no habrá fortuna más grande que la restitución de sus queridos nietos. Y la sociedad sabrá comprender de su error cometido de aprovecharse de la impunidad que se le confiere por ser la dueña del poder monopólico de los medios de comunicación, y que esa misma impunidad la hizo ser Madre a cualquier precio. Y por sobre todas la cosas, si Ud. contara la verdad, su situación ante Dios cambiaría con gran felicidad. Ud. sabe Sra., como sabemos casi todas aquellas personas, que a partir de empezar a peinar canas, tiempo en que comenzamos a aprender a convivir con las enfermedades, empezamos a volver a reconocer la existencia de Dios, que va acrecentándose esa relación a medida que nos vamos acercando al final de nuestra existencia, a quién le imploramos protección por nuestras vidas, especialmente por la de nuestros seres queridos, como así también reconocemos ante él nuestras culpas. Aquí es, donde algunas personas que fueron poderosas comienzan a darse cuenta y a preguntarse para qué acumularon tanto poder y riquezas, y por qué tanto fue el daño que ocasionaron a los demás, para mantener y aumentar esos dos objetivos tan codiciados, dejando personas y familias destruidas en el camino, por el solo hecho de satisfacer necesidades personales o de incrementar sus fortunas; tomando como ejemplo, entre tantos, estos dos casos paradójicos: los daños ocasionados por la adopción ilegal de bebes con presunción de ser hijos de desaparecidos y los daños ocasionados por despedir arbitrariamente de su empresa a un padre que estaba pronto a adoptar legalmente a un niño. Como así también, no puedo dejar de dar como ejemplo, el gran daño que se ocasiona al conglomerado de pobres, marginados y excluidos, cuando direccionan todo su poder monopólico de prensa, mintiendo, en contra de las instituciones democráticas elegidas por el pueblo, para impedir la distribución equitativas de las riquezas, para mejorar la calidad de vida de las familias pertenecientes a los sectores mencionados; por el sólo hecho de defender sus intereses y negociados económicos particulares de sus empresas.

Para finalizar, como Ud. sabrá, Sra., que Dios es Todopoderoso y que también es Misericordioso y perdona a aquellos que nos desviamos del bien haciendo el mal al prójimo, pero más aún cuando hay arrepentimiento por la realización de nuestros males, y nos brinda oportunidades para corregir nuestras vidas y con respecto a los dos casos mencionados en esta carta le imploro, respecto al relacionado con sus dos hijos, propóngase a decir la verdad y sométase a la Justicia, que el Señor nuestro Dios, a pesar de todo la cobijará en sus brazos. Y respecto a Juan, mi compañero de trabajo de Canal 13, llámelo y con sólo reconocerle que se equivocó por el daño que le hizo al despedirlo justo cuando iba a adoptar a su hijo, y no le queden dudas, que la sabiduría, la bondad y la humildad no sólo de Juan, sino de María y “Angelito” van a reconocer su gesto de arrepentimiento, y a la vez, le va a servir a ellos como esperanza en el camino de recuperación de toda la familia.

José Carbonelli - Ex Delegado del Personal de Canal 13 - Tel: 4441-0781-C.156-4997848 (Agencia Paco Urondo)

5 comentarios:

  1. joder...q fuerte!!!
    ojala lo leyeran los 3!

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  2. la verdad fuertisimo ...se tendria que hacer mas publico todo esto

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  3. Pienso que los hijos de esta Sra..saben su origen, tienen edad para comprender el alcance de sus actos y ..no quieren perder su status económico y semejante herencia en el futuro!

    No queda más que pensar que es así la cosa.
    Qué pena me da por ellos... lo que se pierden!!!

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  4. muy buena tu carta Pepe!
    te felicito y comparto tu mirada y critica a esta sociedad donde no son inocentes quienes manejan tanto poder y manipulan la informacion.
    te saluda quien ha vivido el despido de su madre del viejo canal estatal

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  5. Cumpa, si dejás una forma nos ponemos en contacto con vos. Saludos!

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