lunes, 16 de noviembre de 2009

Murió Leónidas Lamborghini, un poeta del campo nacional

Capital Federal (Agencia Paco Urondo, fragmento de la necrológica publicada en La Nación) El escritor, que reelaboró la poesía gauchesca, eligió la tragedia y la risa para hablar del país.

El escritor argentino Leónidas Lamborghini, una figura singular de la poesía, creador de una obra que jugó con la parodia y con la tragedia, y cuya influencia se extendió en América latina, falleció ayer por la tarde, en Buenos Aires, a los 82 años de edad. Muchas veces criticado, otras tantas celebrado, siempre controvertido, Lamborghini tuvo entre sus admiradores a Leopoldo Marechal, Rodolfo Fogwill, Juan L. Ortiz y Ricardo Piglia, que escribió: "Todos admiramos a Lamborghini y todos lo hemos copiado".

"Fue un escritor de variaciones sutiles, que revisó con estiletes agudos y espíritu socarrón textos fundamentales de la política argentina", se difundió apenas conocida la noticia desde la Biblioteca Nacional, donde comenzó su velatorio ayer, a las 21.30. Autor de 25 libros de poesía, tres novelas y numerosos ensayos, Lamborghini recuperó la poesía gauchesca y la reformuló apelando a la risa, la tragedia, la mezcla y el absurdo. Así, pensaba, se podía comprender la Argentina. "Entre la parodia y la tragedia se define nuestra realidad histórico política, como supieron entenderlo y expresarlo los gauchescos Hidalgo, Ascasubi, Del Campo y Hernández", escribió el autor, alguna vez acusado de "mancillar a la poesía", como él mismo recordaba.

Militancia y literatura

Leónidas Lamborghini nació en el barrio porteño de Villa del Parque el 10 de enero de 1927. Comenzó sus estudios universitarios en 1946, en la Facultad de Agronomía, que abandonó, para dedicarse a trabajar en la industria textil (como tejedor y encargado de telares) y, a partir de 1955, se dedicó al periodismo y a la poesía de manera completa.

Fue redactor del diario Crítica y debutó como escritor con El saboteador arrepentido , de 1955. A esa obra se sumaron Al público (1957) y Las patas en las fuentes (1965), obra que creó como respuesta a la expresión "aluvión zoológico", que el diputado radical Sanmartino había usado para hablar del peronismo. Militante peronista, integrante brevemente de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Héctor Cámpora, entre 1977 y 1990 vivió exiliado con su familia en México.

Fue autor también de La estatua de la libertad (1968), Coplas del Che (1968), La canción de Buenos Aires (1968), El solicitante descolocado (1971), Partitas (1972) y de la obra de teatro Perón en Caracas (1999), que se montó este año en el teatro La Ranchería y cuya crítica en LA NACION elogió "una escritura que defiende siempre el valor de la palabra y no se ata a ninguna decoración innecesaria". En 1972, en Eva Perón en la hoguera , hizo, en sus palabras, "una relectura de La razón de mi vida ". Era hermano del también escritor Osvaldo Lamborghini, fallecido en 1985. Entre sus obras poéticas también se cuentan Circus (1986), Odiseo confinado (1992), La risa canalla (2004) y El jugador, el juego (2007). También escribió novelas: Un amor como pocos (1993), La experiencia de la vida (1996).

En ensayo, se dedicó, entre otros temas, a analizar críticamente la poesía gauchesca, que entendía como "una épica de la antiépica con un antihéroe como héroe: los paisanos payasos de Hidalgo, de Ascasubi, de Del Campo, y ese clown desgarrado que los resume a todos: Martín Fierro", como escribió en 1995 en El poder de la parodia. "La política y la historia política siempre han estado haciendo presión sobre mi trabajo", aseguró en ese texto, que sintetiza su credo estético . La parodia era, para Lamborghini, la vía para cuestionar los valores hegemónicos y revelar el vacío de muchas convenciones, y la risa, un camino para llegar a la verdad.

La editorial Adriana Hidalgo publicó la casi totalidad de sus últimos libros: El jardín de los poetas , Carroña última forma , Trento , Odiseo confinado (reedición), y El jugador, el juego . Varios libros suyos todavía permanecen inéditos. En una entrevista, Lamborghini condensó la originalidad de su obra: "Quiero demostrar que el poema no se explica con la idea, sino que se gesta en contra de lo que uno había pensado al principio". Sus restos fueron enterrados en el cementerio de la Chacarita. (Agencia Paco Urondo)

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