El escenario peruano en llamas, por Jorge Tribó

Mar del Plata (Agencia Paco Urondo)

El gobierno de Alan García, de masacre en masacre, ha terminado desvirtuando la dudosa legalidad democrática que, desde lo formal detentaba.

Nuevamente, el gobierno peruano, se ve jaqueado por un paro minero en Arequipa, con bloqueos y cortes de rutas que ya ha dejado varios muertos, cuando todavía está fresca la sangre de aproximadamente 50 indígenas y policías peruanos muertos en Bagua (amazonía peruana) producto de un enfrentamiento fraticida impulsado por este gobierno corrupto y criminal.

Es lógico esperar una inminente huelga general obrero-indígena-campesina que termine paralizando el país, si es que ya no lo está, a causa de la crisis económica, política y social que actualmente atraviesa el Perú.

Si se da la lógica expresada en los últimos hechos ocurridos en Latinoamérica (en las últimas décadas) , en cualquier momento, Alan García puede ser expulsado del poder en virtud del desborde popular, ya que todos los gobiernos que en Latinoamérica han intentado llevar adelante el modelo neoliberal impulsado desde el Consenso de Washington, vía recetas del FMI, han terminado echados por las movilizaciones populares y este caso, no sería la excepción.

¿Qué podría hacer la cúpula policial y militar peruana, si millones de campesinos del campo y obreros de la ciudad, trancan las arterias de comunicación y paralizan el país?, solo queda como respuesta la abdicación ante el soberano, es decir, entregar el poder al pueblo, en este caso, a través de una Junta Patriótica de gobierno, compuesta por obreros, campesinos, soldados e intelectuales del campo popular.

(Agencia Paco Urondo)