martes, 10 de noviembre de 2009

Acerca de la crispación y el conflicto, por el Ateneo Arturo Jauretche

La Plata, Buenos Aires (Agencia Paco Urondo) Quienes integramos el Ateneo Jauretche vemos con preocupación el clima de confrontación que se ha querido instaurar desde hace un tiempo en nuestro país, provocado por situaciones de tensión tanto en el espacio público como a través de las diversas declaraciones que dirigentes de la oposición han venido vertiendo en los diversos medios de comunicación masivos.

Entendemos que esta situación, que los mismos medios, la Iglesia Católica Argentina, diversas entidades patronales y partidos de la oposición han denominado de "crispación social", es el resultado de una amplificación constante y pertinaz de los reproductores mediáticos del caos y el desorden institucional, buscando cristalizar un escenario de confrontación y crisis, que persigue el único objetivo de debilitar el avance popular que encarna la acción del gobierno.

La situación de conflictos por salarios, por representación sindical, el pedido de organizaciones sociales por su inclusión en los programas de gobierno o cualquier otro reclamo popular ha sido el resultado de una situación de avance de estos sectores en el marco del amparo y la legitimidad que le brindó siempre el gobierno popular. La progresividad de cada uno de estos conflictos ha sido consecuencia de la dinámica misma que significa la pelea por mayores ingresos y ha sido animada reiteradamente por nuestro gobierno. Es la conflictividad de un país que crece y que concibe como legítimos estos reclamos, gracias a la paciente pelea que se viene realizando desde hace años en la argentina.

El conflicto social, tal como lo concebimos nosotros, es el resultado de la inconformidad de los sectores populares a vivir una vida de indignidad en un país donde la concentración económica es aún una realidad. El conflicto social es el resultado de la deuda que todos lo argentinos tenemos por construir una patria para todos.

La generación de trabajos directos mediante la organización de cooperativas y la asignación universal para nuestros pibes recientemente lanzada por el gobierno, son el resultado de un largo trabajo en pos de la inclusión de todos los sectores postergados que aún existen en nuestra patria. Es la tarea central que el gobierno y las organizaciones que lo componen han encarado desde el primer día.

Quienes somos conscientes de esto, entendemos que es gracias a la conflictividad que emana de los justos reclamos del pueblo desde donde nos nutriremos para seguir avanzando. Es gracias a la combinación de la demanda popular en articulación con la acción de gobierno, donde hemos logrado los mayores avances. Pero también sabemos que cada vez que en nuestro país se pudo articular un proyecto de nación, popular y transformador, han existido sectores funcionales a las estrategias del enemigo. Sectores que a través de su vanidad política ejercen el estereotipo del “compromiso con los pobres” más por la palabra que en la acción cotidiana y aún sabiendo los límites que se atraviesan, han dispuesto cruzar la línea y dejarse conducir por los grupos concentrados de la economía y la comunicación en la argentina. Sectores que esperan que Clarín los aplauda para conseguir un puntito de rating en su “carrera política”. A ellos, les pedimos reflexión y grandeza para percibir el proceso en su justa dimensión y lograr entre todos la argentina justa y soberana que nos merecemos. (Agencia Paco Urondo)

3 comentarios:

  1. Estos sectores que solo responden a "hechos" economicos y financieros, para nada les interesa la situacion social del Pais. Apoyan a los Gobiernos de izquierda, centro o derecha, cuando reciben "pingues" ganancias, pero cuanto tienen que "tributar" y "le tocan sus ganancias" para distribuir equitativamente los ingresos per capita del Pais, en funcion social, son reaccionarios y emiten/ieron sus criticas al Gobierno de turno, a traves de las 3 instituciones sin convicciones sociales, los medios de prensa, los militares y parte de la iglesia.

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  2. se hizo bastante en estos ultimos años aunque los medios digan lo contrario,ellos defienden el bolsillo y no quieren perder sus pribilejios

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